27 octubre 2015 (24.10.15)
La paz en
Euskadi era esto… la vida normal y corriente
Cuatro años después del cese de
ETA, la pregunta de por qué y para qué sirvieron 43 años de violencia y casi
1.000 asesinatos sigue martirizando a una gran parte de la sociedad vasca
Cuál fue la reacción de la sociedad vasca hace
cuatro años cuando ETA anunció el cese de la violencia? “Pues alivio, pero
también indiferencia y normalidad. Felicité a las víctimas, pero vi que seguían
viviendo la situación con dolor. ¿Por qué? Pues porque 43 años de violencia no
habían servido para nada. Esa es la realidad actual”. Jesús Loza, patrono de la Fundación Fernando
Buesa, analiza así el momento actual que vive la sociedad vasca posterior al
terrorismo. Es decir, que la paz era esto, la vida normal y corriente. La Fundación Fernando
Buesa ha organizado su XIII seminario (se celebrará el 29 y 30 de octubre en
Vitoria) con este lema para analizar qué pasa con la sociedad después de sufrir
un trauma colectivo como el del terrorismo.
“Lo que alguna vez se suponía que
iba a ser una sociedad radicalmente diferente una vez terminada la ominosa
violencia”, resalta la
Fundación , “acaba siendo simplemente otra realidad, con sus
problemas y dificultades cotidianas y estructurales, muchos de ellos
procedentes de la situación anterior”. El seminario expondrá la experiencia de
diferentes países que también han sufrido la violencia política. El objetivo es
comprobar que no existen patrones unívocos a los que imitar, ni ‘hojas de ruta’
replicables. “Las situaciones postrauma están muy condicionadas por el carácter
mismo de esas sociedades y de ese trauma, y por su influencia en la nueva
realidad, lo que hace singular cada una de las experiencias”.
Así, se tratará el omnipresente
tema de Irlanda del Norte, una sociedad pacificada con una comunidad dividida;
se hablará de la memoria y los derechos humanos en Chile y en los Balcanes, con
la presencia de Stasa Zajovic, confundadora y coordinadora de Women in
Black-Mujeres de Negro, de Belgrado.
El historiador, profesor en la Universidad del País
Vasco y vocal de la
Fundación Fernando Buesa, Antonio Rivera, habla de que
Euskadi se encuentra ante un momento histórico “de importancia extrema”.
“Durante años pensamos que cuando ETA dejara las armas todos los anhelos de la
sociedad vasca se podrían cumplir y actuar en plenitud de posibilidades. Los partidos
constitucionalistas podrían presentar candidaturas en todos los pueblos; los
nacionalistas creían que la construcción de una nación vasca se iba a imponer
por si sola….Pero ha desaparecido ETA y no hemos alcanzado esa sociedad soñada
por unos y otros. Estamos ante una sociedad normal y corriente, que se enfrenta
a los problemas cotidianos como cualquier otra. Pero nos hemos dado cuenta que
después del tiroteo no hay nada organizado detrás. Sin embargo, se trata de un
momento histórico de una importancia extrema porque se ha alcanzado una
situación de normalidad que debe ser el punto de partida para cimentar el
futuro. El debate está en la calle: sobre qué base se va a construir el futuro,
qué hacemos con el pasado, qué tipo de paz vamos a cimentar….”.
Luis Castells, catedrático de
Historia Contemporánea de la
Universidad del País Vasco, aboga porque en este momento tan
transcendental no se relegue el papel de la historia. “La verdad es amarga en
el caso de Euskadi. La historia es incómoda, pero debe buscar la verdad por
encima de todo”.
Opinión:
Hablando con algunas víctimas del
terrorismo residentes en Euskadi y con su atentado allí, me explican que no es
todo tan “color de rosa” como se explica en la noticia. Es evidente que el
ambiente ha mejorado pero ello no significa que todavía continúen campando a
sus anchas algun@s descerebrad@s que continúan vanagloriándose de sus
actividades terroristas o de las cometidas por sus compañer@s de banda
terrorista.
En fin, que todo tiende a mejorar
pero no a la velocidad que muchos querríamos.
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