17 octubre 2015
Cuatro años sin violencia de ETA: 15 liberados y apoyo social en caída
libre
Apenas quince liberados y un apoyo social en caída libre es lo que queda de ETA cuatro años después de que la banda anunciara el cese de la violencia, en un periodo en el que los sucesivos golpes policiales la han dejado casi noqueada.
Apenas quince liberados y un apoyo social en caída libre es lo que queda de ETA cuatro años después de que la banda anunciara el cese de la violencia, en un periodo en el que los sucesivos golpes policiales la han dejado casi noqueada.
Fue el 20 de octubre de 2011 cuando tres
encapuchados leyeron el comunicado que ponía fin a décadas de atentados, aunque
ya hacía más de dos años que la banda no mataba en España.
Su último atentado en nuestro país fue el 30 de
julio de 2009 y causó la muerte de dos guardias civiles en Mallorca, aunque
ocho meses después un policía francés falleció en un tiroteo cerca de París.
Fue la última víctima de la banda.
Precisamente, quienes leyeron ese comunicado han
sido los últimos en caer, en una operación de la Guardia Civil y la Dirección General
de Seguridad Interior (DGSI) francesa que desarticuló hace apenas un mes la
cúpula política de la organización, encabezada por Iratxe Sorzabal y David Pla.
Días después, la Policía Nacional ,
también en colaboración con las fuerzas de seguridad galas, detuvo a Egoitz
Urrutikoetxea, el hijo del histórico "Josu Ternera" y quien, según el
Ministerio del Interior, iba a sustituir a la cúpula desarticulada en la
dirección de las migajas de ETA.
¿Qué queda de la banda? Prácticamente cenizas,
resaltan a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, que no observan en los
restos de la organización capacidad para volver a subir al ring ni liderazgos
más allá del que haya podido asumir Mikel Irastorza, único nombre en el que
coinciden los expertos.
Sin estructuras operativas en España, con
prácticamente todos sus aparatos noqueados -desde el frente de cárceles al
logístico-, a ETA apenas le queda una quincena de "liberados",
posiblemente todos ellos en Francia, algún otro país europeo o, incluso, hayan
cruzado el charco.
Y es que del "organigrama" de la ETA de hace dos años, se han
ido borrando gracias a los golpes policiales un buen número de nombres. Entre
ellos los de Joseba Iñaki Reta Frutos, Xabier Goienetxea o Tomás Elgorriega.
Aunque en la lista de los buscados aún permanecen
Anartz Arrabarri, Mikel Barrios, Oier Egidazu -adscritos en su día al
"talde de reservas" en países como Reino Unido-, José Luis Eziolaza
"Dienteputo" o Eneko Agirresarobe.
Unido a estos nombres figura Juan Antonio
Urrutikoetxea "Josu Ternera", a quienes las fuentes ya ven
"jubilado" y probablemente enfermo, sin papel ya alguno en ese
organigrama. Su detención supondría más un golpe de efecto al tratarse de un
"histórico" con "pedigrí", que un "palo" a la
débil estructura que queda de ETA.
Como ha descrito gráficamente el ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz, ETA cabe hoy en un "microbús" sin
conductor. La pregunta que se hacen los expertos es si puede haber un "ave
fénix" que resucite de las "cenizas" a las que ha quedado
reducida ETA.
Todo apunta a que no, responden las fuentes
consultadas, que ni siquiera ven en Ibil -el grupo de la izquierda abertzale
más radical que apuesta por la violencia- una gran amenaza a la tranquilidad
que hoy se respira en las calles del País Vasco.
No obstante, los investigadores siguen atentos a
cualquier movimiento, conscientes de que el apoyo social, aunque en descenso,
sigue ahí, sobre todo en algunos municipios, y atentos a cualquier acto de
enaltecimiento del terrorismo, también a través de las redes, dentro de una
política de "tolerancia cero".
Como dice a Efe una fuente, "cuando una empresa
muere es difícil de reactivar". Pero ETA, añade este experto, preferirá
"morir de inanición antes que declarar su disolución", como ocurrió
con el Grapo.
Tras las últimas detenciones, ETA dejó claro en un
comunicado que mantiene todos sus compromisos, aunque avisa de que operaciones
como esas "ponen en cuestión el modelo ordenado para la destrucción de
armas y el desmantelamiento de arsenales".
A dos meses de las elecciones generales, los
expertos creen que ETA no hará de momento ningún gesto y esperará un nuevo
Gobierno.
Pero sí hay una fecha clave en el calendario de
2016: seguramente abril, cuando el líder de la izquierda abertzale Arnaldo
Otegi salga de la cárcel. Y lo hará a unos meses de las elecciones autonómicas,
con tiempo para prepararse para esos comicios, algo que, según las fuentes,
preocupa al resto de partidos, sobre todo al PNV.
Con Otegi en la calle, ETA podría escenificar un
nuevo paso, un gesto "cuasi definitivo", augura otro experto.
¿Y los presos? Todavía son una baza de la
negociación. Muy pocos (unos 44) se han acogido al plan individual de
reinserción. De momento, la política penitenciaria es inamovible.
Opinión:
Cuatro años sin atentados de la
banda terrorista ETA, con numerosas detenciones e incluso con condenas por
atentados cometidos hace mas de 25 años. Buen balance que demuestra que el
trabajo de las FCSE, de la mayoría de la judicatura y de la mayoría de las víctimas
(por la paciencia o el trabajo hecho, o ambas cosas) han servido para conseguir
que nadie mas sufra lo que ya otros hemos sufrido con anterioridad.
Me da exactamente igual la manera
en la que la banda terrorista ETA muestre su final... ya sea por inanición, por
cansancio o por simple deterioro. Lo único que espero y deseo es que no vuelvan
mas, y como yo lo desean muchísimas otras víctimas. No se trata de pasar página,
sino de escribir páginas nuevas... con el recuerdo del dolor sufrido pero con
el objetivo de evitarlo para las próximas generaciones.
Y los presos que sigan cumpliendo
sus condenas hasta el último minuto que marque la legislación. Pese a lo que
diga algún bobalicón, aunque no nos gustara hemos tenido que acatar la
legislación por que era la vigente en el momento de cometer el atentado. Si
hemos tenido que acatarla, es de justicia (no de venganza) que los delincuentes
la acaten también.
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