sábado, 5 de noviembre de 2016

05 noviembre 2016 (30.10.16) El Correo (opinión)

05 noviembre 2016 (30.10.16)



«Muchos jóvenes no saben quién es Miguel Ángel Blanco»
Sonia Ramos, directora general de Apoyo a las Víctimas, destaca que la reivindicación común del colectivo es «que no se les olvide»

Sonia Ramos, directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio de Interior, ha participado en el Palacio Miramar de San Sebastián en la jornada 'Las víctimas como testigos del terror’, organizada por la Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo y el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda. Ramos ha hablado de la importancia de la memoria y de «cómo podemos contribuir desde las instituciones y la sociedad a que se preserve».

¿Cuáles son los principales logros de la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo desde que llegó al cargo en 2012?
Los programas de atención a las víctimas de una manera integral. Me siento especialmente satisfecha del convenio firmado con el Colegio de Psicólogos porque las víctimas y las asociaciones venían demandando una atención psicológica que fuese de calidad. Hemos formado una red nacional de más de 230 psicólogos. Ya en los últimos atentados yihadistas, con víctimas españolas en París o Bruselas, hemos derivado esa atención al colegio. Lo mismo ha ocurrido en casos de víctimas de ETA antiguas que tenían secuelas psicológicas. Además, desde 2012 se han abonado indemnizaciones a las víctimas por más de 130 millones de euros. Y seguiremos trabajando, sobre todo, en asentar una memoria sólida que sea relatada desde el punto de vista del testimonio de la víctima.


¿Cuándo prevé que finalice la construcción del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo?
Se espera que la sede en Vitoria se pueda inaugurar en otoño de 2017. De momento, existe ya la fundación que dirige Florencio Domínguez, que trabaja de manera intensa.

¿Cuál va a ser el objetivo central del Memorial?
Va a tener un proyecto museológico importante con el asesoramiento de expertos del Ministerio de Cultura y habrá una exposición permanente acorde con los objetivos de preservación de la memoria. En la labor archivística, se están recibiendo donaciones de fondos documentales de las propias víctimas y de las asociaciones. También es muy importante la documentación que la juez francesa Le Vert ha cedido a España y que parte de ella, la que no se necesite en la Audiencia Nacional, se va a ceder al centro memorial. A esto hay que añadir el convenio con el instituto Valentín de Foronda para realizar un gran proyecto de investigación sobre el terrorismo de ETA y sus víctimas.

¿Cuál debe ser el papel de las víctimas en este centro?
Va a ser una colaboración constante en la cesión de documentos y en la elaboración de testimonios, y en los próximos meses está previsto que se configure un comité asesor de víctimas que colaborará en la gestión diaria. Desde un primer momento, hemos tenido claro que el centro es para las víctimas. Lo primero que hizo el ministro fue enviar una carta a las asociaciones para que hiciesen sus aportaciones y para ello hemos mantenido todo este tiempo un buzón de correo electrónico.

¿Cómo se van a recabar los testimonios?
Antes de hacer grabaciones nuevas, se ha empezado a tener contacto con personas y entidades que tienen recopilados los testimonios, para reunir primero lo que ya está hecho. De hecho, se han recibido ya varias decenas de testimonios de víctimas. La idea es tener un banco de memoria en el centro que pueda tener entorno a 150 grabaciones.

¿Está decidido quién formará el comité asesor?
Por el momento no. Las víctimas están representadas en el patronato por la presidenta de la Fundación de Víctimas, Mari Mar Blanco, y otra afectada, Conchita Martín.

«Trato honorífico» a los amenazados

Se va a incluir a los heridos en el banco de la memoria. ¿Cómo se acometerá esta tarea?
La fundación ha puesto en marcha una investigación sobre los heridos en atentados, para lo que tendrá la colaboración del Ministerio. Es una tarea ingente, pero somos conscientes de la importancia de la iniciativa porque las asociaciones nos piden frecuentemente que no nos olvidemos de los heridos

¿De cuántas personas se estaría hablando?
Más de 10.000 personas.

La ley contempla también que los amenazados tendrán un «trato honorífico». ¿Qué se está haciendo en ese terreno?
La ley hacía un reconocimiento de los amenazados de manera genérica y, en el reglamento de 2013, lo concretamos. Además del necesario reconocimiento honorífico que se ya se ha traducido en una condecoración, la insignia, arbitramos una serie de ayudas para paliar los perjuicios que la víctima y su familia había sufrido. Era una deuda pendiente. Hasta el momento hemos hecho prácticamente un centenar de reconocimientos, hay algunos más en trámite y se han abonado también ayudas.

¿Qué papel deben tener en el futuro de convivencia los afectados por el terrorismo?
Una de las mayores reivindicaciones, común a todas, es que no se les olvide y que la construcción del relato se fundamente en una historia que sea contada desde su perspectiva, ya que desde determinados ámbitos se ha pretendido diluir su recuerdo con otros conceptos que no tienen cabida en el verdadero derecho a la memoria, dignidad, justicia y verdad que recoge la ley.

Con el fin de ETA, del que se acaban de cumplir cinco años, ¿teme que una parte de la sociedad trate de pasar página demasiado rápido?
La sociedad actual reconoce a las víctimas y las protege, no creo que haya olvido. La preocupación y reivindicación de las víctimas es de cara al futuro. Pensemos en las nuevas generaciones que no la han vivido. He estado en unas jornadas que organizaban la Universidad Francisco de Vitoria y la AVT, y muchos de los alumnos que estaban allí no saben quién es Miguel Ángel Blanco... Si nosotros pretendemos que esa memoria no sea transitoria e impregne la sociedad del futuro tenemos que hacerlo con los jóvenes.

¿En su trato con las víctimas detecta que aún hay muchas heridas abiertas?
Observamos un mayor dolor en las víctimas de los atentados antiguos porque la concienciación social acerca del terrorismo y sus consecuencias no se vivió en un primer momento como ahora.

¿Cómo ve que expresos acudan a homenajes a víctimas de ETA?
Todo lo que sea pedir perdón y arrepentirse de lo sucedido es un avance, aunque hasta el momento no lo han hecho muchos. De todos modos, nosotros seguimos exigiendo que ETA desaparezca.

Relación con el Gobierno vasco

¿Cómo es su relación con el Gobierno vasco en materia de paz y convivencia?
A lo largo de toda la legislatura hemos mantenido relaciones de normalidad con el Gobierno vasco, con la Dirección de Víctimas y Derechos Humanos.

¿Mantiene contacto también con Jonan Fernández?
Mantengo contacto con Monika Hernando.

¿Ha visitado el Instituto de la Memoria, Gogora?
No.

¿Tiene pendiente esa visita?
No lo descarto.

¿Ayuda a la convivencia que se investigue como delito de terrorismo los hechos ocurridos en Alsasua? ¿Cree que se pudo cometer ese delito?
La Fiscalía ha visto indicios de que pudiera ser un delito de terrorismo y así se lo ha trasladado a la juez que ha iniciado una investigación.

¿Usted cree que hoy se da una campaña de acoso contra las fuerzas de seguridad del Estado o es un hecho aislado?
Creo que ya no me corresponde valorarlo a mí. Lo que hemos visto en Alsasua ha ofendido mucho a las víctimas del terrorismo y lo comprendo y estoy de su parte.

Opinión:

Para empezar, agradecer a una víctima residente en el País Vasco que me haya hecho llegar esta entrevista y comparto su enfado al leer ciertas declaraciones que no se ajustan a la realidad en absoluto.

No se si mi relación personal con Sonia Ranos ha derivado en un olvido voluntario por su parte pero sí tengo muy claro que llevan años dedicándose a seleccionar a personas que sean (o no) víctimas del terrorismo y puedan ser moldeables al antojo de la administración. Me consta porque se lo he dicho en persona y solo ha podido mirar al suelo sin darme respuesta.

En la oficina saben perfectamente que hay muchísimas víctimas que ya no nos sentimos representados por ninguna asociación. Y cuando digo por ninguna me refiero a las que reciben subvenciones que luego no justifican o a las que no las reciben precisamente por no haber justificado las ya recibidas. También me refiero a las que se inventan listados de personas a las que aceptan como “víctimas” aunque no haya ningún documento oficial que así lo acredite. Y también me refiero a las que se intercambian datos entre ellas…. ¿o es creíble tener 900 “víctimas” en solo tres meses de existencia?
Por otro lado, que diga que “muchos jóvenes no sepan quien es Miguel Ángel Blanco” me reafirma en la selección entre víctimas que desde la administración llevan a cabo. Cuando quiera la invito a ir a la puerta de Hipercor y preguntar a la gente que allí entra si saben lo que ocurrió allí dentro hace 29 años. Se sorprendería de la ignorancia sobre la cuestión.

Y puestos a recordar…. señora Sonia Ramos ¿recuerda Usted la reunión que mantuvimos en marzo de 2014? Habla usted de la memoria que debe hacerse en homenaje a las víctimas pero su oficina y su ministerio denegó una ayuda de 30.000 euros para “localizar y asesorar a 280 víctimas del terrorismo en Cataluña”. Esas víctimas ¿no merecen el mismo recuerdo?


Y lo de que Mari Mar Blanco sea asesora del Comité y al mismo tiempo diputada del Partido Popular es una enorme muestra de neutralidad e interés en ofrecer la información del modo más plural posible ¿verdad que sí? Eso se lo puede usted explicar a los hermanos de víctimas mortales que no son reconocidos como víctimas del terrorismo. ¿Unos sí y otros no? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario