9 enero 2015
38 años después
Miércoles 7 de enero, 19:00 horas. Ronda Universitat 22. En
el Consulado francés 500 personas mostramos nuestra repulsa al atentado sufrido
por el semanario “Charlie Hebdo” agitando bolígrafos al aire, defendiendo la
libertad de expresión que la violencia intenta destruir. Entre todos los
presentes una exigencia común: las opiniones deben ser libres y las viñetas
también.
En el tiempo compartido en silencio algunos consultan el
móvil, otros la tableta y otros simplemente recordamos y la memoria aporta una
fecha en la que unos pocos metros evitaron las mismas muertes que ha sufrido
París.
Septiembre de 1977. Un grupo de ultra derecha prepara un
atentado en Barcelona molesto por la sátira que practican los redactores y dibujantes
de la revista “El Papus”. Ese grupo terrorista no comparte cómo la información
sobre temas tan intocables para la época como el sexo, la educación, la
política o la religión. Entregan un paquete en la recepción del edificio. El
conserje lo traslada a sus destinatarios y muere en el trayecto tras la
explosión del artefacto.
La concentración del miércoles me retrotrae a principios de
la pasada década de los 90. Un día se presentó en el despacho de la delegación
de la antigua AVT en Cataluña una señora que, ironías del destino, también era
clienta asidua de “Hipercor” en 1987. Quería saber qué había ocurrido realmente
en la explosión de “El Papus”. Era la hija del señor Juan Peñalver, el
conserje, y tuvimos que retomar la investigación 15 años después. Descubrimos
que las investigaciones no fueron lo suficientemente ágiles. También recordamos
la manifestación con 5000 asistentes en Barcelona al día siguiente. Meses mas
tarde localicé la sentencia y poco después a tres heridas: Rosa (inválida), Florencia
y Josefina.
Pero 37 años después nadie ha puesto interés en encontrar a
Juan José, María, Josefa, Clara, Feliciano, Salvador, Maricarmen, Julián y
Manuel. El último intento fue en marzo pasado.
Las administraciones todavía tienen trabajo pendiente.
Mientras tanto, 37 años después se convoca otra manifestación porque la
libertad de expresión sigue amenazada… ¿hasta cuándo?
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