lunes, 1 de abril de 2024

27 marzo 2024 Diario de Navarra (opinión)

27 marzo 2024 


 

“Una manera de evitar que el euskera se asocie a un movimiento terrorista sería no exhibir terroristas en las manifestaciones en defensa del euskera"

Chapu Apaolaza

Han adornado la Korrika con fotos de etarras en unas partes del recorrido y, en otras, con la presencia de los etarras mismos. En alguna izquierda se mide la empatía tan asimétricamente que hay que cambiar donde dice “gordo” en las novelas de Roald Dahl para que no se sientan mal los gordos, pero puedes pasear festivamente fotos de dos asesinos por la ciudad donde viven los hijos de sus víctimas.

Yo no sé qué pintan los terroristas en una manifestación del euskera a no ser que se quiera justificar el terrorismo en la defensa del euskera. Digo yo que habría otra gente que legítimamente quiere defender el uso de la lengua -cantantes, deportistas, escritores- que no tengan las manos manchadas de sangre.

Si en una lectura del Quijote que organizara la Real Academia de la Lengua como celebración del castellano sacaran fotos de José Amedo, aparecieran unos skinheads y se dieran vivas al GAL, se entendería mejor la barbaridad que supone.

Asociar el euskera con la reivindicación del terrorismo es hacerle el más flaco de los favores pues adscribe la lengua a la violencia y la convierte en arma para separar en lugar de convertirla en puente entre comunidades y transmisora de una cultura que no es ni debe ser de odio, de enfrentamiento y de muerte.

Una manera de evitar que el euskera se asocie a un movimiento terrorista sería no exhibir a terroristas en las manifestaciones en defensa del euskera. A veces dudo de si ese es justamente el objetivo de la izquierda abertzale: que el euskera fuera odiado, que solo los terminara por representar a ellos y que solo ellos lo hablaran. Qué tremendo error estarían cometiendo.

En casa elegimos conscientemente el euskera como idioma de amor y, siendo yo donostiarra y viviendo más años fuera de Donosti que en ella, decidimos que las nanas y los consuelos de los niños fueran en euskera, como una lengua materna que llega a ellos desde el pasado por la memoria del cariño y no esta que me entristece representada y reivindicada entre el eco del terror de los disparos, de las bombas y el lamento de las víctimas que uno aún sería capaz de escuchar con los oídos de la memoria.

Claro que hay que defender el euskera: en primer lugar, de los que asocian su defensa con un movimiento terrorista y de los que lo usan para reivindicar la cizaña entre los hombres.

Opinión:

Cuan cierto es el titular… se puede y se debe defender un idioma, pero no es entendible que se haga incluyendo cuestiones que nada tienen que ver con esa defensa.

Incluir fotografías de condenados por terrorismo o mensajes que alienten a ese homenaje son absolutamente desacertados y hacen que el verdadero propósito de la defensa del idioma pase a un triste segundo plano.

Y otro detalle añadido: deben ser temas perseguibles por la justicia.

 

 

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