15
junio 2025
Retos
y amenazas para la Seguridad Nacional
La
creciente inestabilidad geopolítica, el auge de los ciberataques a
infraestructuras esenciales y el latente terrorismo son algunos de los grandes
peligros a los que debe enfrentarse España prácticamente a diario
Los
riesgos y las amenazas en la sociedad actual son multidimensionales,
cambiantes, complicados de evaluar y también de predecir. Esto da lugar a
episodios de crisis mucho más frecuentes, complejos y difíciles de prever y de
gestionar. Situaciones que requieren actuaciones rápidas y precisas junto con
la necesidad de disponer de buenos análisis de inteligencia.
La
realidad es que vivimos en un mundo globalizado, altamente interconectado, que
ya no se mueve solo en tres dimensiones: tierra, mar y aire, sino que ahora
también se activa en el ciberespacio, esa zona profunda y cognoscitiva, donde
los malos ven un terreno abonado para sus acciones.
El
informe anual de Seguridad Nacional del año 2024 analiza los principales retos
y amenazas para España y destaca tanto la inestabilidad derivada de las guerras
de Ucrania y Gaza, como el riesgo que supone el aumento de la ciberdelincuencia
o el terrorismo creciente en el Sahel.
Estas
son algunas de las principales amenazas y desafíos recogidos en ese dossier:
Terrorismo
yihadista
En
2024 la violencia yihadista se incrementó de forma exponencial en el Sahel, el
Golfo de Guinea y el Cuerno de África, hasta el punto de que casi la mitad de
los ataques terroristas en el mundo se perpetraton en este continente.
Seguridad
Nacional advierte de que el triángulo fronterizo entre Mali, Níger y Burkina
Faso constituye el epicentro de la actividad yihadista. El informe señala que
Al Qaeda y Dáesh, a través de sus filiales, han demostrado tener una importante
agenda regional en el Sahel, a la que se suman las facciones rivales de Boko
Haram.
En
España, la amenaza terrorista se materializa principalmente en los llamados
actores solitarios, generalmente autorradicalizados, y en los denominados
Combatientes Terroristas Extranjeros.
Conforme
a los últimos datos, según el Listado Único Común, las personas que se habrían
desplazado desde España a la zona en conflicto ascendería a 282, de los cuales
113 aún permanecerían en el área, 65 habrían retornado y 104 habrían fallecido.
El
documento revela que los grupos yihadistas están usando juegos digitales o
vídeos en plataformas para adoctrinar a adolescentes y jóvenes y ganarlos para
su causa.
Además,
estas comunidades de gamers pueden llegar a ofrecer la posibilidad de planear y
ejecutar simulacros de atentados o acciones violentas que más tarde pueden ser
trasladados al mundo real.
Se
acrecienta la tendencia iniciada en 2023 de aumento de mujeres en actividades
de radicalización y adoctrinamiento online, así como menores de edad y jóvenes.
Incremento
del radicalismo de extrema derecha
El
año pasado, el radicalismo de extrema derecha ha aumentado su presencia en
Europa y España, donde redes organizadas difunden ideologías nacionalistas y
xenófobas, con un discurso centrado sobre todo en el rechazo a la inmigración y
promovido en redes sociales. Aunque menos visible, el radicalismo de extrema
izquierda y el anarco-terrorismo, sigue activo en el arco mediterráneo.
En
España, esta radicalización no ha desembocado en la constitución de grupos u
organizaciones terroristas, ni en la preparación o materialización de acciones
de naturaleza violenta, si bien «la polarización y la radicalización social
puede derivar en una dinámica violenta que culmine en acciones violentas
organizadas o lleguen a constituir una amenaza terrorista».
Un
sistema de atención a migrantes «saturado»
El
informe dedica un apartado a los flujos migratorios irregulares y, en este
sentido, destaca el récord de llegadas registrado en 2024 y el cambio de perfil
de migrante que arriba por vía marítima, que antes era magrebí y ahora procede
del Sahel. Añade que la perspectiva es que esta presión migratoria «continúe, e
incluso pueda intensificarse, en un futuro».
El
elevado número de entradas por vía marítima ha sometido el sistema de atención
humanitaria a «un alto nivel de estrés», con una tasa de ocupación en torno al
90%, y a una «saturación» tanto de este programa como del que atiende a
solicitantes de protección internacional.
Ataques
cibernéticos a las Administraciones Públicas
En
2024, se registró un elevado número de ciberataques contra las Administraciones
Públicas llevados a cabo por actores que persiguen el robo masivo de datos de
ciudadanos para, posteriormente, monetizarlos en foros de la llamada internet
profunda.
Además,
el informe alerta de que los cibercriminales que tradicionalmente operaban con
fines exclusivamente financieros están comenzando a ser utilizados por Estados
para llevar a cabo operaciones de ciberespionaje, sabotaje o desinformación.
El
Equipo de Respuesta del Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT) gestionó
177.098 incidentes (un 64% más), el Equipo de Respuesta del Instituto Nacional
de Ciberseguridad de España (INCIBE-CERT) 97.348; y el Equipo de Respuesta del
Ministerio de Defensa (ESPDEF-CERT) 983.
Serios
desafíos para la seguridad energética
Aunque
el informe no hace referencia al apagón que dejó a España sin suministro
eléctrico el pasado 28 de abril, y que afectó al conjunto de la Península, sí
que advierte de que la situación presenta todavía «serios desafíos» para la
seguridad energética y señala la necesidad que los planes de emergencia a corto
plazo se transformen en una estrategia a largo plazo, que garantice la
seguridad energética y avance en la transición energética.
En
el caso de España, pide mejorar el conocimiento estratégico del sector
energético con implicaciones para la seguridad, como la protección de las
infraestructuras energéticas críticas a fin de ser más resilientes frente a
amenazas físicas, cibernéticas e híbridas, así como garantizar un suministro
fiable y eficiente para evitar caídas de tensión.
Aumento
de los eventos climáticos extremos
Alerta
de un incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos,
como olas de calor, sequías y tormentas intensas, y anticipa un aumento de las
temperaturas y del nivel del mar, que podría provocar inundaciones y erosión
costera. Al mismo tiempo, avisa de la posibilidad de que las precipitaciones
desciendan, especialmente en los meses de verano, lo que podría agravar la
sequía en algunas áreas. Y señala que, de acuerdo con la reducción prevista en
la disponibilidad de recursos hídricos y el aumento de la demanda agrícola,
España es un país «altamente vulnerable» a los efectos del cambio climático en
el sector del agua.