miércoles, 27 de febrero de 2013

26 febrero 2013 Europa Press (opinion)

26 febrero 2013

 

La propuesta del Código Procesal Penal introduce un Estatuto de la Víctima y la mediación entre ofendido e infractor

El juez podrá evitar la confrontación visual de víctima con el acusado cuando cause "terror, humillación o sufrimiento"

  
La propuesta del Código Procesal Penal dedica un capítulo íntegro al 'Estatuto Procesal de la Víctima' que recoge los derechos y potestades de quienes sufren el delito. La elaboración de este estatuto figuraba en el programa electoral del Partido Popular y fue asumido por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en su toma de posesión.
La comisión de expertos ha presentado este lunes en el Ministerio de Justicia el texto que tiene la vocación de sustituir a la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882 y con más de sesenta modificaciones parciales en su haber.
El capítulo IV del articulado comienza definiendo con una mayor claridad a la figura de la víctima, como aquel ofendido o perjudicado por el hecho punible, incluida la persona que haya sufrido un daño personal o patrimonial por tratar de prevenir el delito o auxiliar a la víctima en el momento de la comisión o inmediatamente después.
Tras ello, el texto enumera los derechos que asisten a las víctimas de los delitos y de los que se les informará debidamente. Además, establece que el tribunal pueda evitar la confrontación visual de la víctima con el encausado cuando le genere "terror, humillación o sufrimiento".
Entre otros derechos de las víctimas, se alude a la inmediata protección de su vida, integridad, libertad, honor o cualquier otro derecho que haya sido lesionado o amenazado, del derecho a ser tratado con pleno respeto a su dignidad en toda diligencia policial o actuación procesal y del derecho a que el ofendido no sufra intervenciones corporales sin su consentimiento.
A esto se suma la protección de sus datos personales, el derecho a ser oído por el Ministerio Fiscal en el curso de la investigación, el derecho al ejercicio de la acción penal y civil, así como a obtener asistencia jurídica gratuita cuando se cumplan los requisitos previstos en la correspondiente ley.
Además, el futuro Código Procesal Penal recoge el derecho de la víctima a ser informada de la situación procesal de la causa, lo cual comprende el estado de las investigaciones --a menos que hayan sido declaradas secretas--, las resoluciones sobre la situación del "encausado" --término que sustituye al actual 'acusado'-- y las resoluciones de sobreseimiento y apertura del juicio, así como la sentencia y los posibles recursos.
Las víctimas tendrán derecho a obtener la restitución, la reparación o indemnización del daño ocasionado por el delito y, en los casos legalmente previstos, del Estado. Se consideran especialmente vulnerables a aquellas personas que, por su edad, enfermedad o "situación peculiar", puedan sufrir efectos perjudiciales de relevancia por su intervención en cualquier actuación procesal.

ÚNICA REPRESENTACIÓN ANTE PLURALIDAD DE VÍCTIMAS


El texto introduce un aspecto novedoso para los casos en los que ejercite la acusación más de una víctima. Entonces, el juez de garantías acordará a instancia de parte su actuación a través de una "única representación procesal y asistencia letrada" si los daños sufridos se derivan del mismo delito y "no existe incompatibilidad de intereses" entre ellas.
Si las víctimas no alcanzan un acuerdo sobre la representación procesal y asistencia letrada, el tribunal de garantías designará la representación y defensa de las víctimas más afectadas personal o, en su defecto, patrimonialmente, que será la única a través de la cual las víctimas podrán ejercitar la ación penal. Si el criterio de la mayor afección no resultara aplicable, utilizará el criterio de la mayor antigüedad en el ejercicio de la acción penal.
El proyecto de reforma contempla la mediación penal para que un tercero intervenga en la solución del conflicto entre un encausado y una víctima que, libre y voluntariamente, desean alcanzar un acuerdo. Si el infractor desea someter el conflicto a mediación, el fiscal comunicará esa decisión a la víctima, a menos que lo considere inadecuado por la naturaleza del delito.
Cuando el Ministerio Fiscal sepa que existe un procedimiento de mediación penal podrá suspender las diligencias de investigación si lo considera oportuno. En todo caso, el fiscal y los tribunales no ofrecerán ventajas al encausado por el hecho de someterse a un procedimiento de mediación, sin perjuicio de los efectos procesales o materiales que puedan derivarse conforme a la ley del acuerdo con la víctima si se alcanza.  
La inclusión de un capítulo dedicado a las víctimas de los delitos fue ya esbozada en el borrador del ex ministro socialista Francisco Caamaño, que no llegó a ser tramitado por falta de tiempo. Ese anteproyecto también se adecuaba a las exigencias de la Unión Europea y reunía en un capítulo la dispersa normativa sobre las víctimas en el proceso penal.

Opinión:
Pues muy bien... para empezar, que se planteen cual será la definición exacta de “víctima” y así nos ahorraremos le entrada en el colectivo de gentuza que se aprovecha del dolor de los demás para trepar, medrar, vivir (y muy bien por cierto) o hablar en nuestro nombre sin tener ni idea de lo que significa ser víctima.

24 febrero 2013 (4) publico.es

24 febrero 2013

 

Fascistas a sueldo de la Guardia Civil y la Policía






¿Se imaginan qué dirían los portavoces de la AVT y del PP si la Ertzaintza contratara a un ex militante de ETA para que impartiera cursos de formación a sus agentes? Seguro que Francisco Alcaraz, el demócrata amigo de Ynestrillas, volvería a amenazar con que los suyos se tomarían la justicia por su mano ante semejante humillación a las víctimas. Sin embargo, ya sabemos que la extrema derecha española nunca se ha caracterizado por sus agallas a la hora de tomarse la justicia por su mano; siempre que pegaban un tiro a alguien se aseguraban antes la cobertura de los aparatos del Estado.
Hoy se ha publicado un estremecedor reportaje de José María Irujo que nos cuenta que Emilio Hellín, el ultraderechista miembro de Fuerza Nueva (el partido de Blas Piñar) que asesinó de dos disparos en la cabeza a la militante de izquierdas Yolanda González en 1980, imparte cursos en el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales (IUICP) y dirige una empresa que asesora habitualmente a las fuerzas de seguridad del Estado. El instituto depende de la Secretaría de Estado para la Seguridad del Ministerio del Interior. Según se nos dice en el citado reportaje, algunos de los cursos se realizaron en 2008, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba estaba al frente del Ministerio del Interior, pero dudo que veamos al jefe del PSOE dar explicaciones sobre esto. Ya se sabe que si alguien protegió y amparó en nuestro país a los terroristas a sueldo del Estado, esos fueron los socialistas.
Emilio Hellín, hermano de un guardia civil, fue detenido en casa de un inspector de policía, tras la confesión de uno de los participantes en el asesinato de Yolanda, el policía nacional Juan Carlos Rodas. Hellín fue condenado a 43 años de cárcel. Participó en una fuga de la cárcel de Alcalá de Henares pero fue detenido y recluido en la prisión más segura del país, Herrera de la Mancha. Finalmente consiguió que le concedieran un escandaloso permiso penitenciario y escapar con toda su familia (¿es esto posible sin amigos poderosos?) a Paraguay, donde fue recibido como un héroe por el régimen de Stroessner. Allí empezó a trabajar formando a los servicios secretos policiales y militares de la dictadura paraguaya. Finalmente, tras una investigación periodística, fue extraditado a España en 1990. Tres años después ya disfrutaba de permisos y en 1996 se cambió el nombre en el registro civil.
En el momento del asesinato de Yolanda, dirigentes socialistas de la talla de Alfonso Guerra o Juan Barranco, denunciaron las vinculaciones de los asesinos con las fuerzas de seguridad. Se sospechaba que tras el asesinato estaba la el jefe de la Brigada Especial Operativa, el comisario Manuel Ballesteros, un torturador de la dictadura franquista que fue repescado por el siniestro ministro de interior del PSOE José Barrionuevo. La necrológica que le dedicó El País en 2008 presenta a Ballesteros como un experto en la lucha antiterrorista que participó en las conversaciones con ETA en Argel.
Ya tienen ustedes elementos suficientes para comprender cómo es posible que un ex terrorista trabaje a sueldo de las fuerzas y cuerpos de seguridad que pagamos todos. Sencillamente, porque fue un terrorista al servicio del Estado. ¿Transición modélica y ejemplar la nuestra? Quienes afirman tal cosa sólo merecen el desprecio de los que somos demócratas.

24 febrero 2013 (3) El Mundo

24 febrero 2013

’Blanquean’ a los del tiro en la nuca y nos olvidan

La viuda de García Goena denuncia que el Estado amontone casos sin resolver.






Lo dice con la fuerza de quien hace tiempo que lo piensa, que lo sufre, y ha preferido contenerse. Pero su paciencia se ha agotado. La profunda desolación que acumula cada día que pasa sin nuevas pistas sobre los asesinos de su marido, hace ya 25 años, Laura Martín la quiere compensar con una rotunda denuncia contra quienes, como a ella, deberían arropar a las cientos de víctimas de ETA y los GAL cuyos casos continúan sin resolver y no lo hacen. «El problema está en que las instituciones, que deberían luchar por un final de ETA sin impunidad, blanquean a amigos del tiro en la nuca que hoy presentan en sociedad sus marcas políticas».
La gota que ha colmado la paciencia de la viuda de Juan Carlos García Goena cayó hace apenas una semana. La Audiencia Nacional le comunicó que «no hay rastro» del fotógrafo que presuntamente pasó información al comando de los GAL que mató a su esposo el 24 de julio de 1987 en Hendaya. «No hay rastro de él, pese a que le he vuelto a ver hace apenas unos días en las inmediaciones de su casa», dice dolida.
Laura Martín pasará a formar parte de la junta directiva del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), renovada ayer. Desde ella ha decidido elevar el tono de una denuncia, tan repetida como ignorada: «La falta de implicación del Estado de derecho en la resolución de crímenes terroristas».
Escuchar a los dirigentes políticos apelar a la convivencia como el mejor remedio para superar el dolor de décadas de violencia acentúa su rabia, «el dolor jamás desaparecerá sin Justicia», y la paz resultante estaría presidida «por la desmemoria y por los amigos de las bombas», afirma.
En su opinión, el proceso de «blanqueamiento» del entorno de ETA es lo más grave. Lo afirma desde San Sebastián casi a la misma hora en la que a pocos kilómetros de allí, en Pamplona, Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale, se constituye formalmente. «Los poderes del Estado siguen mirando hacia otro lado», apunta antes de recordar que muchos de los representantes de la nueva formación «siguen justificando el tiro en la nuca como herramienta para la consecución de objetivos políticos» y se niegan a «abjurar» o «renegar» de su pasado de apoyo a ETA.
En su lista de responsables por el olvido flagrante a las víctimas no falta nadie. Ni siquiera los de su partido, el PP, los mismos que consideraron «un honor» que se afiliara a sus filas. Ahora les exige que transformen ese honor en «responsabilidad» y se empeñen en esclarecer los crímenes olvidados.
«Ponen el punto de mira en el bienestar de asesinos encarcelados y no en más de 300 crímenes sin resolver que se amontonan en la Audiencia Nacional».
Entre todos ellos, Laura Martín recuerda uno, la historia de «los novios de Cádiz», Antonio y Hortensia, acribillados a balazos en Beasain el 6 de enero de 1979. La cabeza sin vida de Antonio golpeó el claxon de su coche, que sonó durante media hora sin que nadie acudiera a socorrerles, relata Martín. «En casi 30 años nadie ha llamado a la familia».

martes, 26 de febrero de 2013

24 febrero 2013 (2) El Pais

24 febrero 2013

La vida oculta del asesino de Yolanda
El ‘ultra' Emilio Hellín Moro fue condenado en 1982 a 43 años por asesinar a Yolanda González
Trabaja para la Guardia Civil y la policía en terrorismo y crimen organizado





Un excriminal de la ultraderecha condenado a 43 años por asesinato trabaja para los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado en casos judicializados y forma a sus agentes en técnicas forenses de espionaje y rastreo informático.
—¿Emilio Hellín Moro?
—Yo soy Luis Enrique Hellín…
—Perdone, pero ¿no es usted Emilio Hellín, el autor del asesinato de Yolanda González, la joven de 19 años que murió en 1980?
—No… Emilio Hellín murió hace tres o cuatro años… Somos familia.
—No sabía que tuviera un hermano llamado Luis Enrique.
—Es una historia complicada porque somos hijos de la misma madre, pero de distinto padre. Luego juntamos los apellidos… ¿Sabe? Líos de familia que prefiero no comentar.
—¡Se parecen ustedes muchísimo! ¡Y los dos eran informáticos! Usted se ha cambiado el apellido y aparece su currículo en Linkedin [web de contactos profesionales] como Luis Enrique Helling. Se ha añadido una g al apellido.
—Es que nuestro abuelo era de origen inglés.
—¿Sabe de qué murió Emilio? ¿Dónde puedo localizar a su familia?
—No lo sé.
—¿De qué pueblo son ustedes? ¿Puede enseñarme su DNI para demostrar que no es usted Emilio Hellín?
—La conversación ha terminado…
Luis Enrique Hellín Moro, de 63 años, es un tipo alto y corpulento, tiene una frente despejada y pelo blanco en las sienes. No rehúye la mirada y habla con aparente calma y frialdad. Viste una camisa de lana clásica de cuadros, pantalón de pana beige y zapatos marrones. De su cuello cuelgan unas pequeñas gafas graduadas. El encuentro con el periodista tiene lugar en la oficina de su empresa, New Technology Forensics, especializada en peritaje criminal, en una tranquila calle en el barrio madrileño de San Isidro, frente a un colegio público. El local, de tres alturas, es una desordenada oficina de 30 metros cuadrados repleta de ordenadores y teléfonos móviles, la especialidad de este técnico superior de sistemas de telecomunicaciones e informáticos. Junto a la puerta blindada de hierro, siempre cerrada, un cartel exhibe su nombre y el de dos de sus colaboradores, uno de ellos apellidado Hellín Asensio. Emilio Hellín estaba casado con María del Carmen Asensio.

DETENIDOS

La portada de EL PAÍS: El asesinato en Madrid de Yolanda González Martín, de 19 años, conmocionó a España. Semanas antes de su ejecución a manos de un comando de ultraderechistas había muerto otro joven. El 12 de febrero de 1980 este periódico informó de que dos militantes de Fuerza Nueva eran los asesinos de la joven y de que habían sido detenidos por la policía tras incautarles gran cantidad de armas y explosivos.
En el departamento de defunciones del Registro Civil de Madrid, en el número 66 de la calle de Pradillo, no consta el presunto óbito de Emilio Hellín Moro, el militante de Fuerza Nueva —partido de extrema derecha que dirigía Blas Piñar— que protagonizó en 1980 uno de los asesinatos más brutales de la Transición; tampoco la Dirección General de la Policía ha expedido en los últimos años ningún carné de identidad a su nombre. Sí lo ha hecho, en cambio, a nombre de Luis Enrique Hellín Moro, el experto informático que niega ser el excriminal pese a su extraordinario parecido físico.
Emilio Hellín Moro, condenado a 43 años de cárcel por el asesinato en Madrid de Yolanda González Martín, una joven militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), ha cambiado su nombre por el de Luis Enrique, según ha comprobado ELPAÍS en su acta de nacimiento, depositada en el Registro Civil de Torre de Miguel Sesmero, un pueblo de unos 1.200 habitantes en Badajoz. El cambio se oficializó hace 16 años, el 25 de enero de 1996, en virtud de un auto dictado por el Registro Civil de Madrid en el expediente 402/95. Desde entonces, este es su secreto mejor guardado.
Con este cambio de nombre que permite la ley “si se demuestra una causa justa y no perjudica a terceras personas” el ultra Hellín Moro disfrazó su pasado criminal poco después de cumplir condena —permaneció entre rejas 14 años, con el paréntesis de una espectacular fuga a Paraguay—, de los 30 de pena máxima que contemplaba el Código Penal. Y al salir de la cárcel de Jaén 2 se construyó una nueva vida centrada precisamente en el mundo de la investigación criminal y judicial, un escenario del que él mismo fue protagonista estelar después de secuestrar a Yolanda González en su casa de Madrid y descerrajarle dos tiros en la cabeza en un descampado con el argumento de que ella era miembro de ETA, una falsedad.

EXPLOSIVOS Y GRANADAS

Planeaban otros atentados: Los agentes encontraron en el registro 50 kilos de goma 2, dos granadas de mano, mechas para explosivos, cebos electrónicos, detonadores, scanner VHF y un receptor de las emisoras policiales y de la Guardia Civil.
El nuevo Luis Enrique Hellín Moro es ahora uno de los principales asesores del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, participa en investigaciones judicializadas sobre terrorismo y delincuencia, imparte cursos de formación a agentes de este cuerpo, de la Policía Nacional, el Ministerio de Defensa, Ertzaintza y Mossos d’Esquadra, da conferencias a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en organismos oficiales y cobra por sus servicios del Ministerio del Interior, según ha comprobado este periódico. También asiste como perito a la Audiencia Nacional y a numerosos juzgados de distintas ciudades españolas. Su especialidad es el rastreo de pruebas en teléfonos móviles, ordenadores y dispositivos digitales que han intervenido en actos terroristas, crímenes, homicidios, secuestros, delitos económicos, financieros o informáticos, según consta en su currículo y confirman varias fuentes oficiales y judiciales. Jamás confiesa que el hábil y frío experto en telecomunicaciones, teléfonos espías, localización de llamadas, intervención de comunicaciones, recuperación de SMS o móviles activadores de explosivos es, en realidad, el ultra que a los 33 años, casado y con tres hijos, dio “un paseo a Yolanda González por una España grande, libre y única”, tal y como reivindicó el asesinato el Batallón Vasco Español, antecesor de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Desde su aparición, el 24 de mayo de 1978, los comandos paralelos del Batallón Vasco Español asesinaron a 12 personas en atentados dentro y fuera de España. La diferencia entre este y otros crímenes del grupo parapolicial es que la víctima no tenía nada que ver con ETA.
ARMAS Y EXPLOSIVOS

La escuela-bomba: En el registro de la escuela de electrónica de Hellín, en Madrid, donde el militante de Fuerza Nueva impartía clases desde hacía 11 años, la policía encontró las armas del crimen, una pistola Walther y una Star, un subfusil marca Comando, un bolígrafo pistola y abundante munición, entre otro material.
El comandante Ramón García Jiménez, exdirector del departamento de ingeniería, electrónica e informática del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, explica así el trabajo de Hellín para este Cuerpo: “Nos asesoraba en cómo resolver y orientar algunos casos forenses. Nosotros no abarcamos todos los campos. Le pedíamos apoyo sobre cómo rescatar información de teléfonos móviles en casos judicializados que estaban bajo nuestra custodia y control. También colaboraba, y me imagino que sigue colaborando, en la formación de nuestros hombres. Es uno de los técnicos civiles más formados y va más adelantado en determinados campos de investigación”.
¿Sabe usted algo del pasado de este colaborador? “No conozco el pasado de este señor, solo sé que ha respondido siempre a todo lo que le hemos pedido”, responde el comandante García, destinado en el Ministerio del Interior.
El renacido Luis Enrique Hellín participó en 2008 en un seminario sobre nuevas tecnologías en la lucha contra el delito del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales (IUICP) que dirigía José Antonio García Sánchez-Molero, subdirector del organismo y entonces coronel jefe del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil. Virginia Galero, directora del IUICP, asegura que a Hellín se le invitó por “su especialidad”, y añade que el curso perseguía mejorar los medios de la policía científica y del servicio de criminalística de la Guardia Civil. Este instituto mixto depende de la Universidad de Alcalá y de la Secretaría de Estado para la Seguridad del Ministerio del Interior.

EL JUICIO Y LA CONDENA

Asesinato con alevosía: El juicio contra los asesinos de Yolanda González levantó una gran expectación. Emilio Hellín fue condenado a 43 años de prisión. En la fotografía, sus abogados Fernando Muñoz Perea, Dimas Sanz y José Luis Díaz Echegaray, en la puerta de la Audiencia Nacional. Foto: Bernardo Pérez
El coordinador de este seminario y subdirector del IUICP, José Miguel Otero, comisario jefe de la Unidad central de Investigación Científica y Técnica de la Comisaría General de Policía Científica, asegura no conocer a Hellín y afirma no recordarlo. “Vendría invitado por otros miembros del instituto”, dice. Junto a Hellín participaron también en la formación de policías y guardias civiles el juez Eloy Velasco, hoy en la Audiencia Nacional, y Matías Bevilaqua, un informático detenido recientemente e imputado en la trama de compra y venta de datos confidenciales desarticulada por la policía en la que hay implicados varios detectives. El hacker asegura que aquel programa fue “del más alto nivel” y apostilla que la empresa de Hellín trabaja “muy bien”. El exconvicto ha impartido numerosos cursos y talleres de formación en la Dirección General de la Guardia Civil sobre “teléfonos espías”, obtención de evidencias en Mac, iPhone e iPod, e interpretación de datos binarios obtenidos de teléfonos móviles. Su último trabajo conocido es el rastreo de llamadas en el caso José Bretón, los dos niños supuestamente asesinados por su padre en Córdoba.

PROTEGIDO EN PARAGUAY

La fuga: En 1987, Hellín aprovechó un permiso para huir a Paraguay, donde recibió protección de Stroessner. Abajo, la casa en la que residió. En la fotografía de arriba, con el ministro de Justicia de Paraguay, Hugo Estigarribia. Fue extraditado en 1990. Fotos: Reuters / J. García
El asesinato de Yolanda González en 1980 conmocionó a todo el país. La joven nació en Deusto (Vizcaya) en el seno de una familia trabajadora. Era la mayor de tres hermanos y obtenía notas brillantes en el colegio público donde estudió el bachiller. A los 16 años se afilió a las juventudes socialistas. Comprometida con sus ideas repartía de madrugada propaganda revolucionaria a las puertas de fábricas como en las que trabajaba su padre, un emigrante burgalés y soldador metalúrgico en Nife.

LA ANTESALA DE LA LIBERTAD

Polémicos permisos: En la imagen, Emilio Hellín sale de la cárcel de Jaén en septiembre de 1993 para disfrutar de siete días de libertad. Había cumplido la cuarta parta de la condena y su permiso fue muy criticado a causa de sus antecedentes: una evasión y dos intentos de fuga.
Del cuello de Yolanda colgaba una cruz Lauburu regalada por el comité de empresa de una factoría vasca. A los 18 años se trasladó a Madrid para estudiar electrónica en el centro de Formación Profesional de Vallecas. Vivía en un modesto piso en la calle del Tembleque, en el barrio de Aluche, y limpiaba casas particulares para no pedir ayuda a sus padres. “Era una persona lista, con una gran fuerza vital y entusiasta de las cosas y las personas. Siempre pensando en ayudar a los demás”, recuerda ahora Alejandro Arizcun, de 61 años, su novio de entonces y hoy profesor de Historia de la Economía en una universidad pública.
La vida de Yolanda en Madrid giraba entre sus clases en Vallecas, su trabajo de limpiadora y la sede del PST, una escisión del PSOE. Durante la segunda quincena de enero de 1980 participó en una huelga general de enseñanza, según reflejan fotografías en las que aparece a la cabeza de las manifestaciones estudiantiles. El viernes 1 de febrero de 1980, los militantes de Fuerza Nueva Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez, estudiante de Químicas, se presentaron en el domicilio de Yolanda, en el número 101 de Tembleque, con la intención de secuestrarla e interrogarla. No estaba, por lo que volvieron sobre las doce de la noche. En la calle contaban con el apoyo de otros dos militantes de Fuerza Nueva, Félix Pérez Ajero y José Ricardo Prieto, y del policía nacional Juan Carlos Rodas, que les aguardaban en un turismo. La joven intentó impedirles el paso, pero no lo logró. La redujeron con violencia, registraron el piso y la obligaron a acompañarles hasta el coche de Hellín. Se dirigieron por la carretera de Alcorcón hacia San Martín de Valdeiglesias, a las afueras de Madrid. En el trayecto, gritos, insultos y preguntas sobre un supuesto comando de ETA que no existía salvo en la imaginación de los dos matones. Acusaciones a las que Yolanda, que acababa de cumplir 19 años, no podía responder. En un descampado frío y solitario, Hellín obligó a la joven a descender de su coche y le disparó dos tiros en la cabeza a menos de un metro de distancia. Abad, de orden de Emilio, la remató en el suelo. Su disparo impactó en un brazo. “Cuando vi caer a Yolanda, quedé atontado y no me di cuenta de que disparaba”, relató el primero a preguntas del fiscal durante la celebración del juicio. La versión de Abad, en la que implicó a su compañero y dio todo lujo de detalles sobre el secuestro y asesinato, fue idéntica a la del fiscal.

Días después, el agente que colaboró en el crimen confesó el asesinato al comisario Francisco de Asís. Hellín descansaba en Vitoria alojado en la casa de un amigo, inspector de policía. El ultra se jactaba de sus contactos en la Brigada Operativa de la policía. Además, tenía un hermano en la Guardia Civil, y entonces los vínculos entre miembros de la ultraderecha y los sectores más reaccionarios de las Fuerzas de Seguridad del Estado eran frecuentes.
El 7 de febrero, Hellín y Abad fueron detenidos y confesaron el asesinato. Ambos aseguraron que lo hicieron en venganza por el asesinato de seis guardias civiles en el País Vasco y porque sospechaban que Yolanda militaba en ETA. En el registro de la escuela de electrónica de Emilio, en la que impartía clases desde hacía 11 años, en el número 1 de la calle de San Roque, se descubrió un arsenal de armas y explosivos. Con una gran antena, un Scanner VHF y un receptor captaban las emisoras de la policía y de la Guardia Civil. Era el material del denominado Grupo 41 de Fuerza Nueva, que dirigía Hellín, destinado a otros atentados.

Hellín no se resignó a cumplir los 43 años de condena (asesinato con alevosía, delito de depósito de armas y seis delitos de falsificación de documentos de identidad). Meses después de su ingreso en prisión preventiva se escapó de la cárcel de Alcalá de Henares en compañía de 10 presos comunes, aunque fue detenido horas después. Fue clasificado como interno especialmente peligroso y trasladado a Herrera de la Mancha, la cárcel más segura del país. Pero no cejó en su empeño y lo intentó de nuevo cuando le llevaron a la prisión de Cartagena, y lo logró al aprovechar un polémico permiso de seis días de libertad concedido el 20 de febrero de 1987 por el juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid José Donato cuando estaba en la cárcel de Zamora. Hellín huyó a Paraguay con su mujer y sus tres hijos. Y de nuevo volvió a su pasión: la informática y la inteligencia. Creó el Centro de Estudios Profesionales de Asunción, dedicado a las clases de informática, y trabajó para los servicios secretos policiales y militares paraguayos formando a agentes en la instalación de micrófonos y rastreo de llamadas. Cambiaba de domicilio y utilizaba solo su segundo apellido hasta que fue descubierto por un reportero de la revista Interviú que denunció su paradero. En julio de 1989, la Interpol lo detuvo y el 21 de septiembre de 1990 fue entregado a España y devuelto a su celda de la prisión de Zamora. Su aventura en Paraguay bajo la protección del régimen de Alfredo Stroessner duró tres años. El dictador había invitado a su toma de posesión en Asunción a Blas Piñar, dirigente de Fuerza Nueva, y a León Cordón, entre otros ultras.

CAMBIO DE NOMBRE

De Emilio a Luis Enrique: Tal y como consta en su acta de nacimiento Emilio Hellín Moro cambió su nombre por el de Luis Enrique mediante un auto dictado por el Registro Civil de Madrid de fecha 22 de enero de 1996, poco después de salir de la cárcel. El ultraderechista nació el 8 de abril de 1947 en Torre de Miguel Sesmero, un pueblo de Badajoz. En el DNI de Luis Enrique Hellín Moro figura la misma fecha de nacimiento y en la misma localidad.
Los padres y hermanos de Yolanda González ignoraban la nueva vida del asesino de su hija. Eugenio tiene 79 años y Lidia, 72. Siguen viviendo en Deusto y no han conseguido olvidar. Asier, de 39 años, el hermano pequeño, no oculta su malestar. “Estoy perplejo. Es indignante que este hombre realice esa actividad. No sé si se habrá arrepentido; todo el mundo tiene derecho a una nueva oportunidad, pero, si lo hace con una nueva identidad, solo ratifica el tipo de personaje que es. Está claro que en este país las personas vinculadas a la extrema derecha gozan de privilegios”. Alejandro Arizcun, el novio de Yolanda, responde atónito con una palabra: “Tremendo”. Y añade: “Lo que usted me cuenta demuestra los lazos que Hellín tenía entonces con los cuerpos policiales y que todavía mantiene vivos. Nunca se investigó a fondo la implicación de algunos policías en el asesinato”.
Tras la visita del periodista a su oficina en Madrid, Luis Enrique Hellín ha suprimido de su biografía en Linkedin la g de su “abuelo inglés”. En su currículo de perito todavía queda una huella muy profunda de su oscuro pasado: asesor en telecomunicaciones e informática (1988-1989) del comandante en jefe de Estado Mayor del Ejército y del director general de la Policía Nacional de Paraguay. ¿Nadie en la Guardia Civil y la policía sabe quién es este experto forense informático que colabora en investigaciones criminales y forma a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado?

24 febrero 2013 El Pais


24 febrero 2013


Covite reelige como presidenta a Consuelo Ordóñez en medio de la divisiónSu rival, Jorge Mota, anuncia que impugnará la asamblea

Guerra abierta y denuncias cruzadas entre las víctimas en el País Vasco


El colectivo vasco de víctimas del terrorismo (Covite) ha reelegido como su presidenta a Consuelo Ordóñez, hermana del concejal popular Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, en una crispada asamblea tras la que su rival, Jorge Mota, ha anunciado que impugnará ante los tribunales la elección.
Ordóñez ha obtenido en la asamblea, celebrada a puerta cerrada durante casi cuatro horas en un hotel donostiarra, un total de 186 votos, frente a los 147 de Mota. Este último, hermano del funcionario de prisiones Ángel Mota, asesinado en 1990, considera que la mayoría de los apoyos cosechados por su oponente "no tienen validez", porque "no se ajustan" a los estatutos del colectivo, extremo que Ordóñez rechaza. 
Covite llegó el pasado 27 de enero a su asamblea en medio de una profunda división y denuncias  cruzadas. La cita acabó entonces sin acuerdo y aplazando las votaciones ante la "gran cantidad" de solicitudes de admisión presentadas por ambas candidaturas.
Desde entonces, Ordóñez ha presentado 134 nuevas altas de socios, buena parte de los cuales cuestiona su rival. Mota asegura que de ellos 63 no son familiares hasta segundo grado de consanguinidad de asesinados por la banda y otros 25 son amenazados. Además, 71 que cumplen con los requisitos residen fuera de Euskadi.
Mota interpreta que solo pueden ser admitidas en Covite las víctimas que reúnen las condiciones legales para ser consideradas como tales, que fija en tener hasta el segundo grado de consanguinidad y, en el caso de los amenazados, que hayan sufrido secuelas psicológicas y hayan sido indemnizados por Interior con sentencia firme.
Ordóñez ha declarado tras su reelección que la cuestión crucial de las desavenencias en las votaciones ha sido la de los amenazados, que, a su juicio, deben ser admitidos en Covite porque "están reconocidos" en la última ley. "Que quieren impugnar por el tema de los amenazados, que lo hagan, pero el artículo 5 de la nueva ley de Víctimas hace un reconocimiento expreso a los amenazados", ha sostenido.
A su juicio, todos los socios nuevos admitidos cumplen con los criterios de Covite, que "lleva años peleando por el reconocimiento de víctimas que hasta la fecha no han sido reconocidas como tales".
Mota también ha criticado que la mayoría de las personas que han votado a Ordóñez no vivan en Euskadi, cuando Covite es el colectivo de víctimas de esta comunidad autónoma. La presidenta le ha respondido que ella es vasca, pero se ha tenido que ir por "la campaña de persecución" que ha sufrido. Otros socios viven fuera de Euskadi precisamente por destacarse en su lucha contra ETA, ha añadido.
 "Yo me dejo la vida por los amenazados", ha afirmado Ordóñez, para añadir que ellos son "los grandes desconocidos, por los que ningún Gobierno ha tomado ninguna acción, no se han contabilizado, ni se habla de ellos, no tienen derechos, ni nada".
La junta directiva de la asociación celebró ayer una reunión para analizar las solicitudes de admisión en la que se llegó a un acuerdo para que fueran aceptados los amenazados que cumplen los "criterios establecidos hasta la fecha" para ser socios de Covite. La decisión cosechó cinco votos en contra y otros tantos a favor y fue el voto de la calidad de la propia Ordóñez como presidenta el que desequilibró la balanza.
Mota considera que Ordóñez ha seguido así una "estrategia para aferrarse a la presidencia" y ha lamentado, al igual que la presidenta reelegida, la "penosa imagen" dada por la asociación. De hecho, varios de los presentes han abandonado la reunión tras las votaciones visiblemente crispados y profiriendo insultos.
De los 186 votos conseguidos por Ordóñez, 12 han sido de asistentes a la reunión, mientras 174 procedían del voto delegado. En el caso de Mota, 44 han sido de personas presentes en la asamblea y otros 103 de delegados.
El candidato derrotado ha anunciado que impugnará ante los tribunales el quórum de la asamblea antes del plazo máximo de 40 días, esperando que "la cuestión se dirima cuanto antes", y ha reclamado que se revoque la decisión adoptada ayer por la junta. La asamblea no ha querido rechazar las solicitudes admitidas por este órgano.

23 febrero 2013 (2) El Correo

23 febrero 2013

La izquierda abertzale asiste por primera vez al homenaje a una víctima de ETA

El Parlamento vasco celebró una ofrenda floral en memoria de Fernando Buesa y su escolta, a la que acudió Laura Mintegi.




La izquierda abertzale participó ayer, por primera vez, en un homenaje en el Parlamento vasco a víctimas de ETA. La Cámara celebró una ofrenda floral en memoria del socialista Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez, cuando se cumplían trece años de su asesinato a manos de la banda terrorista. Al acto, que transcurrió en silencio, acudieron representantes de todos los grupos, a excepción de UPyD, que rechazó sumarse al consenso general ante la presencia en la ceremonia de EH Bildu.

La coalición, en un gesto político insólito, estuvo representada en el homenaje a Buesa por una de sus principales cabezas visibles, su portavoz parlamentaria, Laura Mintegi, así como por Belén Arrondo y distintos miembros de EA, Aralar y Alternatiba. Ahí residió, precisamente, la novedad. Y es que, hasta ahora, la izquierda abertzale había delegado en sus compañeros de coalición la asistencia a esta clase de actos. Quienes optaron por quedarse en su despacho fueron los pesos pesados de la antigua Batasuna, como es el caso de Maribi Ugarteburu, Marian Beitialarrangoitia y Unai Urruzuno. Las dos primeras podrían formar parte, además, de la dirección de la nueva Sortu.
Martin Garitano asistió a la última entrega de los premios Joxe Mari Korta, en honor al empresario asesinado por ETA, y lo hizo en calidad de diputado general de Gipuzkoa. Garitano aprovechó entonces el evento para señalar que todas las instituciones tienen que asumir el «nuevo tiempo» abierto tras el cese de la actividad armada por parte de la banda y reconocer «el sufrimiento de todas las víctimas, de todas las partes».

El homenaje en el Parlamento vasco surgió ‘in extremis’. La junta de portavoces acordó el pasado martes realizar un receso en la sesión de ayer, el pleno de control al Gobierno, con el fin de que los diputados que así lo desearan pudieran acudir a la tradicional ofrenda floral convocada a las doce del mediodía por la Fundación Buesa en los Jardines de la Libertad, donde se erige el monolito en memoria de ambas víctimas y en el que participaron sus allegados.

La coalición abertzale estaba dispuesta a recordar, y reconocer con ello, a Buesa y su escolta. Sin embargo, descartó asistir a este acto para no «incomodar» a las familias. Al parecer, la decisión de EH Bildu se basó no tanto en el posible malestar que podría generar su presencia en los allegados del que fuera parlamentario por el PSE, sino en los de Jorge Díez. La viuda de Buesa, Natividad Rodríguez, y su hija Sara coincidieron en afirmar, tanto la víspera como ayer mismo,que no les importaba que representantes de la izquierda abertzale acudieran al acto, destacando su carácter abierto.

Propuesta de EH Bildu

La propuesta de organizar una ofrenda floral en el Parlamento partió en este sentido de EH Bildu. La coalición se puso en contacto con el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, para trasladarle su disposición a sumarse al acto en memoria por ambas víctimas si la institución legislativa realizaba algún tipo de homenaje. Los socialistas, que pusieron en valor el gesto de la izquierda abertzale, apoyaron la iniciativa, que fue sometida a debate el mismo jueves –un día antes de la celebración de la efeméride– en la junta de portavoces. Todos los partidos, salvo UPyD, dieron su visto bueno, si bien el PP se mostró a posteriori muy crítico con la coalición. Arantza Quiroga lamentó que EH Bildu acudiera a la ofrenda floral «sin condenar a ETA» para «hacer borrón y cuenta nueva».
Pese a los reproches, los populares participaron en el acto, como también lo hicieron el lehendakari, Iñigo Urkullu, y sus consejeros –presentes dado que la Cámara acogió la sesión de control al Gobierno–. No así el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro.

El homenaje destacó por su sencillez y la ausencia de discursos. Ningún partido hizo declaración alguna. La presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, colocó un centro de flores con una banda en recuerdo de las víctimas a los pies de la escultura por los damnificados que se erige en la entrada de la institución legislativa. Pastor hizo lo propio con un ramo de rosas rojas –uno de los símbolos del PSE, en el que militaba Buesa–. A continuación, los asistentes guardaron un minuto de silencio, que se rompió con una salva de aplausos. También de Mintegi, que se ubicó en primera fila, entre el portavoz socialista y su homólogo jeltzale, Joseba Egibar.

Acto seguido, la mayoría de los asistentes abandonaron la Cámara y se dirigieron a pie hacia la zona universitaria de Vitoria, donde se produjo el atentado y donde se celebró el homenaje familiar. A las 16.30 horas del 22 de febrero de 2000, Buesa caminaba desde su domicilio hasta su oficina junto a su escolta, cuando a su paso estalló un coche bomba que les provocó la muerte a ambos. La potente explosión se oyó en gran parte de la ciudad, también en el Parlamento vasco.

«Actitudes arrogantes»

El acto en los Jardines de la Libertad congregó a una nutrida representación institucional y política de todas las sensibilidades. Al homenaje organizado por la Fundación Buesa –habitualmente lo solía organizar el PSE– sí acudió el parlamentario de UPyD. No lo hicieron, sin embargo, ninguno de los miembros de la izquierda abertzale. En nombre de EH Bildu asistieron miembros de EA, Aralar y Alternatiba. Tampoco se sumó al mismo el lehendakari, que debía atender una citación judicial a esa hora. La coalición sopesó hasta el último momento la posibilidad de que Mintegi participara también en el homenaje familiar a raíz de las declaraciones que había realizado la hija de Buesa, pese a que se mostró especialmente crítica con la izquierda abertzale, de quienes lamentó seguir «viendo en muchos de ellos signos de complicidad con la violencia y actitudes arrogantes que distan mucho del arrepentimiento». Ahora bien, Sara Buesa consideró «positiva» no solo su participación en la ofrenda floral del Parlamento vasco, sino también –aunque no se dio el caso– si hubiesen acudido al acto junto al monolito por las víctimas. «Tienen todavía un importante recorrido por hacer», apostilló la hija del parlamentario asesinado.

Además de la numerosa representación de la Cámara, también acudieron a la ofrenda floral la directora de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno central, Sonia Ramos; la directora vasca de Derechos Humanos, Mónica Hernando, que acudió en compañía del coordinador de víctimas, Txema Urkijo; o Pilar Manjón, de la asociación 11-M. A escasos metros del monolito, y en un discreto segundo plano, decenas de ciudadanos anónimos quisieron recordar también a Fernando Buesa y Jorge Díez en el aniversario de su asesinato.


domingo, 24 de febrero de 2013

23 febrero 2013 El Periódico de Catalunya (opinion)

23 febrero 2013


La obra ciclista de Iniesta
 EVA GIMÉNEZ burla su minusvalía y se va a la Titan Desert patrocinada por la estrella del Barça para dar a conocer la extraña dolencia de su hijo



Cuenta Eva Giménez que, hace poco más de un año, el actor y también titán , Santi Millán, pasó por el hospital del Vall d’Hebron, donde Nacho, el hijo de Eva, el famoso niño de Tapones para Nacho , estaba ingresado para una de las habituales revisiones a las que se somete por culpa de la enfermedad de Dent, una extraña dolencia genética que impide a su cuerpo recuperar las proteínas que pierde por la orina.

Eva le explicó a Santi que había creado una asociación llamada Asdent (asdent.es) para reunir fondos con el fin de investigar un medicamento para combatir la enfermedad de Nacho, tan rara que en España solo afecta a cuatro o cinco chavales más. «¿Y cuánto cuesta esta investigación?» . «Pues 500.000 euros» , respondió ella. «Pues como no hagas algo sonado difícilmente reunirás esta cifra» . Y allí, en el centro hospitalario, Millán le sugirió a Eva que se apuntara a la Titan Desert, la mas cruel de las carreras en bicicleta de montaña, seis días en Marruecos; dunas, arena, el Sáhara, el Atlas, el calor, la sed, el cansancio, la dureza...

«Hacía años que no me subía a una bicicleta, al margen de las de color rosa con un cestito. Para mí era algo más que un reto, porque al margen de la enfermedad de mi hijo de tres años (Eva tiene otras dos hijas sanas, María y Marta), en 1999 me diagnosticaron una esclerosis múltiple. Llegué a ir en silla de ruedas, luego dos muletas, una y al final conseguí andar con normalidad, aunque tengo la pierna izquierda sin fuerzas. En la bici solo me sirve de apoyo, hago todo el esfuerzo con la otra parte de mi cuerpo. Pero, por fortuna, tengo la enfermedad controlada» .

Comenzaba el operativo. Se iniciaron los entrenamientos, principalmente en bicicleta de carretera. Reunió a dos atletas, Pep Sánchez y Christian Méndez, «porque no me atrevo a ir sola; ellos me acompañarán y, si es necesario, hasta me empujarán en Marruecos» . Ya tenía equipo. Y, por azar, Christian en su gimnasio, le comentó a una chica que se preparaba para acudir a la Titan Desert con un fin solidario.

Un jugador y unas bodegas

«Christian no sabía nada, pero resultó que la chica era familiar muy directo de Iniesta. Se lo comentó a Andrés y él dijo había que hacer algo. La misma chica le pidió mi móvil a Christian y, al poco, me llamó una persona, en nombre de Iniesta. La noticia no pudo ser más magnífica: Andrés nos iba a patrocinar, a hacerse cargo de los gastos de acudir a Marruecos. Llevaremos como nombre en el pecho Bodegas Iniesta, sus vinos de Fuentealbilla y el próximo mes, él nos acompañará en la presentación oficial del equipo» , explica Eva, feliz por la iniciativa de la estrella azulgrana, el mecenas del proyecto, en el que, aparte de Millán, también colabora Pedro Delgado, quien da consejos a Eva de cómo ir en bici, cómo aprovechar mejor el esfuerzo y casi, casi cómo ser una campeona, a su estilo, como lo fue él en los 80.

«Hago unos 300 kilómetros a la semana, principalmente en bicicleta de carretera. Ya he aprendido a utilizar los pedales automáticos y, por desgracia, a pelearme también con algún automovilista inconsciente» . El reto es, siguiendo el consejo de Santi, dar a conocer nuestra asociación. «Hasta ahora solo hemos reunido 60.000 euros, que son insuficiente para costear la investigación de un fármaco adecuado para combatir la enfermedad de Dent. Desde que se sabe que preparo la Titan Desert tenemos 600 visitas semanales a nuestra web, pequeñas donaciones, que espero vayan en aumento conforme se acerca la carrera o durante la disputa de la misma» . La organización de la ronda marroquí también la va ayudar al igual que la firma Gaes, a través de su proyecto solidario, y las tienda Olimpia. « Hasta siete patrocinadores, al margen de Iniesta, colaboran con el proyecto », añade Eva.

Y, mientras tanto, no olvida recoger tapones. En tres meses y medio ya ha conseguido 33 toneladas. «Hemos creado en diversos lugares de todo el país hasta 230 puntos de recogida, con voluntarios que nos ayudan. La tonelada de tapones se paga a 200 euros. Tengo un pequeño local lleno de tapones y todas las semanas pasa un camión a recogerlos. Solo espero lograr más fondos gracias a mis pedaladas» . Sin duda, será la heroína de la Titan 2013 (del 28 de abril al 3 de mayo). Y la culminación de la obra ciclista y solidaria de don Andrés .

Opinión:

Me une una amistad muy sincera con Eva y David, David y Eva... desde que en el año 2003 solicite ayuda desde un programa de radio y se ofrecieron desinteresadamente a colaborar conmigo para conseguir fondos económicos para la ACVOT. La historia de aquella obra de teatro junto a José Luis y Carme y el enfrentamiento y la consecuente movida con la SGAE ya me mostraron a un matrimonio con ganas de luchar por lo que creçian justo y solidario..
Lo que jamás podría haberme imaginado (y menos desde aquella cena en el McDonald’s de Malgrat de Mar) era que tiempo después Eva y David, David y Eva necesitarían que fuera yo quien les echara una mano en un proyecto vital, absolutamente vital.
Y en ello estoy junto a mi familia poniendo nuestro granito de arena para ayudarles a ellos, a Maria y a Marta y especialmente a Nacho. Para dar a conocer la lucha de esta pareja que son un ejemplo para mi y mi familia y para aquellos que les conocen. Por esta razon utilizo mi humilde blog para promocionar todo cuanto ellos hagan con el convencimiento de que son grandes personas y grandes amigos. Amigos que me confiaron (con absoluta confidencialidad) que uno de los tres mejores futbolistas del mundo queria colaborar con ellos y con su proyecto. Andres, muchas gracias.
Asi que ya lo sabeis, si quereis colaborar con una causa muy justa y muy importante, adelante.

sábado, 23 de febrero de 2013

21 febrero 2013 (2) eldiario.es

21 febrero 2013




Hija de Buesa ve en el desmarque de la violencia de izquierda abertzale un "cálculo político" para lograr legalización

Insiste en que es necesario exigir a este sector político que reconozca públicamente que "lo que hizo estuvo mal"

Sara Buesa, la hija del dirigente socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA en 2000, ha denunciado que la izquierda abertzale no ha realizado "la autocrítica necesaria" y que todo apunta a que su desmarque de la violencia responde a un mero "cálculo político para conseguir la legalización". Además, tras lamentar la "legitimación" que la antigua Batasuna hizo del terrorismo, ha afirmado que es necesario exigir a dicho sector político que diga que "lo que hizo estuvo mal".
Buesa ha lanzado este mensaje durante el homenaje celebrado este jueves en Vitoria al exdirigente socialista y su escolta Jorge Díez, asesinados por ETA con una bomba el 22 de febrero de 2000. A esta ceremonia se le añadirán este viernes otros dos homenajes a ambas víctimas de la organización terrorista. En uno de ellos, el convocado por el Parlamento vasco, estará presente EH Bildu, en la que será la primera ocasión en que la izquierda abertzale asista a una ceremonia en memoria de víctimas del terrorismo organizada por el Parlamento vasco.
En declaraciones a los medios de comunicación antes de comenzar el acto, Buesa ha hecho referencia a las declaraciones de la coalición en las que afirmaba que la familia se podría "incomodar" con su presencia en la ofrenda floral, para aclarar que no se sentirían "ofendidos" con su presencia porque no les "incomoda la presencia de nadie", ya que "cualquier ciudadano está invitado y ellos también". "Por nosotros no habría ningún problema", ha reiterado.
Ya durante su discurso y tras recordar que ETA ha cesado en su actividad violenta, ha defendido que "aún queda un importante recorrido por hacer" y ha apostado por "conseguir entre todos deslegitimar clara y definitivamente la violencia en la vida social y política de Euskadi". "Necesitamos hacer pedagogía educativa y social y afianzar unos valores sólidos para asentar una verdadera convivencia", ha insistido.
En este sentido, ha criticado a quienes creen que es necesario pasar página y apuestan por construir el futuro sobre el olvido y se ha preguntado qué ha cambiado desde el anuncio de la banda, para reconocer a continuación que "obviamente ha habido un cambio radical en las vidas de muchas personas", ya que "hasta hace poco más de un año, miles de ciudadanos necesitaban ser escoltados para no ser asesinados o eran extorsionados o amenazados". "Afortunadamente, esa situación en este momento es un mal recuerdo", ha indicado.
Sin embargo, ha subrayado que "ETA no se ha disuelto y trata de seguir imponiendo una presencia, cada vez más irrelevante, pero intolerable desde un punto de vista democrático" y ha insistido en que "no se ha producido la reflexión y autocrítica necesarias por parte de ese sector social y político que legitimó la violencia terrorista". "Seguimos viendo en muchos de ellos signos de complicidad con la violencia y actitudes arrogantes, que distan mucho del arrepentimiento", ha lamentado.
En concreto, ha explicado que siente una "profunda decepción" al constatar que "no se ha producido un cambio sustancial en el discurso de la llamada izquierda abertzale", lo que "nos hace pensar que su desmarque de la violencia no se sustentaba en un reconocimiento sincero, sino en una estrategia medida y un cálculo político para conseguir la legalización".
"A muchos ciudadanos, y desde luego a las víctimas, nos duele comprobar que, pese a no haber dado los pasos necesarios, esta opción política ha recibido un importante apoyo social", ha señalado, antes de advertir de que "los victimarios y su entorno político no van a hacer un reconocimiento del daño causado injustamente, si nadie se lo exige".

Reconocimiento por la sociedad

Para la hija del dirigente socialista asesinado por ETA, es necesario exigir a la izquierda abertzale "que reconozcan públicamente que lo que hicieron estuvo mal, no por ellos, por que se sientan arrepentidos; tampoco por las víctimas, cuyo daño ya es irreparable; sino por toda la sociedad".
"Se habla de reconocer a las víctimas, pero el hacerlo supone necesariamente reconocer la responsabilidad de sus victimarios. El reconocimiento del daño causado, y de la responsabilidad en ese daño, es absolutamente imprescindible. Es el primer escalón, sin el cuál no podremos construir nunca una convivencia en Euskadi", ha defendido.
Asimismo, ha reiterado que han vivido "hechos muy graves" por lo que "el olvido y el borrón y cuenta nueva son inaceptables", ya que "un ejercicio de amnesia colectiva nos llevaría a la impunidad". "No revisar qué nos llevó a que en el seno de la sociedad vasca anidara el fanatismo asesino, mantendría vivo ese germen de la violencia, que podría rebrotar en un futuro", ha advertido.
Entre los asistentes al acto ha acudido representantes de todos los partidos con representación parlamentaria, excepto EH Bildu, así como numerosos representantes de las víctimas del terrorismo como Pilar Manjón Gutiérrez, de la Asociación 11-M o los familiares del empresario Inaxio Uria.
Por parte del Gobierno vasco, estaban la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, el consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, y el secretario general de Paz y Convivencia del Ejecutivo vasco, Jonan Fernández. También han acudido representantes institucionales como la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, o el diputado general de Álava, Javier de Andrés,