jueves, 6 de julio de 2017

04 julio 2017 La Vanguardia

04 julio 2017 



Pilar Cebrián: "Para los terroristas yihadistas, la recompensa sobrenatural justifica cualquier acción"

La periodista denuncia que mandatarios de Europa y EEUU utilicen el pretexto de la seguridad y la lucha contra el terrorismo para no garantizar los derechos de los refugiados
La periodista Pilar Cebrián ha asegurado que la fe irracional, la visión nihilista del presente y el factor 'post morten' son características propias del terrorismo yihadista, cuya ideología salafista está enmarcada en el progreso de la sociedad a través de la regresión.
"La religión y el dogma son la base de esta ideología que propone un sistema político autoritario, basado en la sharia, la ley islámica, que se muestra como solución al fracaso de la modernidad, el capitalismo, el liberalismo y el postcolonialismo. Unos valores que pueden ser más poderosos que el de otras ideologías seculares o nacionalistas porque la recompensa sobrenatural justifica cualquier tipo de acción", añade Cebrián.
La periodista ha realizado estas declaraciones con motivo de su participación en el 'XII Curso internacional sobre terrorismo yihadista: contención y expansión de la amenaza', en el que ha impartido la ponencia 'La campaña internacional contra el Daesh en Siria e Irak'.
Ha explicado que la visión de los yihadistas del mundo es "polarizada y extremista". Para ellos, el primer enemigo de este tipo de ideología son los gobiernos musulmanes que no aplican la visión salafista-yihadista, puesto que también los regímenes salafistas son el enemigo para los salafistas-yihadistas, ya que discrepan en cantidad de principios. Si bien, los países occidentales que mantienen estos gobiernos con su apoyo también deber ser considerados adversarios. Es por ello que Europa, según estos principios, es un objetivo.
Según ha manifestado la periodista afincada en Turquía, los yihadistas acusan a los gobiernos europeos de establecer alianzas con los gobiernos musulmanes de "tiranos infieles", los principales enemigos de la yihad. "Como consecuencia, acusan a Europa de apoyar las campañas militares en las que mueren civiles musulmanes, como la operación aérea de la Coalición Internacional en Siria e Irak, o de la venta de armas a los regímenes infieles como Arabia Saudí u otras monarquías del golfo", asevera.
Sin embargo, con los atentados también se persiguen fines políticos o sociales beneficiosos para los grupos yihadistas. Y es que, a su juicio, en un contexto de crisis migratoria como la que atraviesa Europa, "estos grupos saben que perpetrar atentados polarizará a la población y disminuirá las opciones de convivencia y tolerancia entre la comunidad migrante y la local".
Acciones que incluso irán en detrimento de los derechos de los migrantes y refugiados, por cuestiones de seguridad. Lo que generará un descontento y frustración entre esta comunidad migrante, de religión musulmana, que aumentará la capacidad de reclutamiento yihadista", ha apuntado Pilar.
Asimismo, ha advertido de que algunos mandatarios de Europa o Estados Unidos utilicen el pretexto de la seguridad y la lucha contra el terrorismo para no cumplir con sus obligaciones, como son garantizar los derechos de los refugiados, mirando hacia otro lado.
Con respecto a la posición que deben tomar los ciudadanos y gobiernos ante este tipo de situaciones, Pilar ha apostado por invertir esfuerzos en políticas de integración, convivencia y tolerancia para no recortar en derechos por cuestiones de seguridad.
También ha considerado que los gobiernos deberían evitar llegar a acuerdos con los países que no respetan los derechos humanos y hacer un esfuerzo por presionar a esos gobiernos que, con sus políticas injustas, discriminatorias y dictatoriales están generando insurgencias y oleadas migratorias.
En este sentido, ha puesto como ejemplo la venta de armas a países como Arabia Saudí, que utiliza este armamento contra los Houthis en Yemen, o los millonarios acuerdos de construcción con monarquías que se rigen por "uno de los sistemas jurídicos menos democráticos de la actualidad, la sharia, Arabia Saudí. Unas políticas de paz que podrían contribuir a estabilizar las zonas que son fuente de guerras, extremismo y movimientos migratorios", ha apuntado la periodista.
Aunque por cercanía, parece que los atentados que ocurren en el mismo corazón de Europa son los más importantes, en otros lugares como en Irak, concretamente en Mosul, la situación es grave, puesto que según ha explicado Pilar, la población civil se siente víctima de la extorsión practicada por las insurgencias yihadistas como el Daesh que, entre otras cosas, obligaba al pago de impuestos ante la inacción del Ejército iraquí, "pero también de la corrupción estatal que ha caracterizado a las fuerzas de seguridad iraquíes durante años.
Esta realidad fue la que motivó la acogida de la población civil a Daesh en lugares como Mosul en junio de 2014, cuando la gente estaba cansada del abuso de las fuerzas de seguridad contra la población suní.
Sin embargo, tras la derrota definitiva de Daesh en la ciudad vieja de Mosul, la periodista ha afirmado que será inevitable la reaparición de células durmientes del grupo yihadista, ya que "algunos exadeptos se están infiltrando en Mosul o en otras ciudades iraquíes con documentación falsa, según me explica una habitante de Mosul este y reportan algunos medios internacionales".
Así, explica que, en un contexto multiétnico y de conflicto sectario como en Irak, es difícil la filtración total de miembros de Daesh porque no existe la división entre miembros y no miembros, sino que existe toda una escala de grises entre familiares de adeptos, simpatizantes, salafistas que no comulgan con Daesh pero que comparten ideología, habitantes del territorio de Daesh que, aunque no han cometido ningún crimen y no deben ser castigados, son vulnerables a un proceso de radicalización futuro en un contexto de insatisfacción o injusticia.

Para finalizar, Cebrián ha sostenido que Internet es un "acelerante y una plataforma para la difusión de la propaganda yihadista y su ideario", al tiempo que ha admitido que "hasta que no haya un mayor control de lo que ha denominado 'espacios remotos'", es decir, lugares que se escapan del control estatal, como Internet, y también los territorios en guerra que no están bajo ningún control y que son utilizados por estos grupos para entrenar y desarrollar su estrategia, "no se podrá terminar con la amenaza del terrorismo yihadista".

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