16
diciembre 2025
El
11-M y las MEMORIAS del exrey Juan Carlos
En
la tarde-noche de uno de los días posteriores al 11 de marzo de 2004 estaba
solo en casa oyendo música cuando sonó el teléfono. Atendí la llamada. No
recuerdo las palabras exactas de la persona que me hablaba al otro lado de la
línea, pero se presentó como el rey Juan Carlos. En un primer momento me
pareció que podía ser una de esas bromas protagonizadas por humoristas que
suelen presentarse como famosos, pero rápidamente entendí que no era un
humorista o un suplantador, era el rey Juan Carlos para mostrarme sus
condolencias por la muerte de Daniel. Llamada que le agradecí.
Años
después, con motivo de uno de los actos conmemorativos del 11-M y mi condición de presidente de la Asociación
11-M Afectados del Terrorismo por entonces, tuve la ocasión de intercambiar con
él algunas breves palabras y recordarle aquella llamada. Está claro que alguien
le facilitó mi número de teléfono y me llamó a mí al igual que, supongo, llamó
a los demás familiares de los asesinados el 11-M. No voy a entrar en
interpretaciones ni conjeturas; son datos, hechos objetivables acontecidos.
Veintiún
años después, el ahora exrey Juan Carlos en su libro de Memorias –Quinta parte,
Capítulo 3 El Calvario del terrorismo, en las páginas 332 a la 334– alude al
11-M diciendo, entre otras cosas, lo siguiente: “España tampoco se libró del
terrorismo de Al Qaeda… La barbarie se había desatado en un momento singular.
Estábamos en plena campaña electoral y Mariano Rajoy se presentaba como sucesor
de José María Aznar, que contaba con un excelente historial económico. Frente a
ellos, un socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, inmerso en una situación
compleja. Aznar había destinado tropas españolas a Irak, lo que había
movilizado a un importante movimiento pacifista. Zapatero había prometido
retirarse del conflicto en caso de salir elegido. En un momento en que el
terror nos embargaba a todos, Aznar consideró a ETA responsable de estas
atrocidades, antes de que las reivindicara Al Qaeda. La izquierda acusó a la
derecha de utilizar la tragedia con fines electorales. Las emociones estaban a
flor de piel y los ánimos muy caldeados, y pululaban las sospechas de
manipulación. El 14 de marzo, las elecciones dieron por resultado algo
impensable la semana anterior: la derrota del PP y la victoria del PSOE, con el
voto a favor de los ecologistas, la extrema izquierda y los nacionalistas
catalanes. Sin aquel atentado, el resultado habría sido muy distinto.
El
exrey Juan Carlos afirma que “la victoria del PSOE contó con el voto a favor de
los ecologistas, la extrema izquierda y los nacionalistas catalanes”. Llamar
extrema izquierda a Izquierda Unida, Esquerra Republicana de Catalunya,
Coalición Canaria, El Bloque Nacionalista Galego y la Chunta Aragonesista es
faltar a la verdad o falta de conocimiento (o las dos cosas). Además,
Convergència y Unió (también nacionalista catalán) no votó a favor de la
investidura de Zapatero, se abstuvo, al igual que el Partido Nacionalista
Vasco, Eusko Alkartasuna y Nafarroa Bai.
Dice el exrey Juan Carlos que “La izquierda acusó a la derecha de utilizar la tragedia con fines electorales”, pero no dice que la derecha y sus medios de comunicación afines tergiversaron, manipularon la información y mintieron durante tres días (los que van del 11 al 14 de marzo) acusando a ETA sin pruebas con el fin de ganar las elecciones. Mentira de la que no se han retractado y que mantienen a día hoy.
Dice
también el exrey Juan Carlos que “sin aquel atentado, el resultado habría sido
muy distinto”. Lo que tampoco dice es que, si Aznar y su Gobierno del Partido
Popular no hubieran destinado tropas españolas a Irak, Al Qaeda no hubiese
amenazado con atentar en España por ese motivo. Y claro, Juan Carlos, claro,
todo habría sido muy distinto: ni tú habrías tenido que llamarme para mostrar
tus condolencias ni yo habría tenido que coincidir contigo en algún momento.






