06 octubre 2024
Alvise
Pérez, Rubén Gisbert y Revuelta: los ultras controlan el relato y tratan de
lavar su imagen a costa de la DANA
"Esta
gente está aprovechando una desgracia humana para ganar presencia en redes,
sacar provecho económico y agitar el tablero de la política española",
denuncian los expertos.
"[Pedro
Sánchez] es el presidente de España con más tragedias a sus espaldas".
Esta es la conversación matutina entre dos chavales, un martes de noviembre en
el metro de Madrid. El que habla tendrá entre 20 y 25 años. El que escucha,
otros tantos. Cuando Aznar trató de vincular los atentados del 11M con ETA para
sacar rédito electoral, ninguno de los dos había nacido. La consigna crece al
calor de las redes sociales, pero no es nueva. La pandemia, el volcán de la
Palma, Filomena y, ahora, la DANA. Los ultras –una vez más– tratan de
instrumentalizar el dolor humano para sembrar odio y "desestabilizar"
al Gobierno.
Anna
López Ortega, doctora en ciencia política y experta en extremas derechas,
analiza el modus operandi de este tipo de perfiles: "Los ultras generan un
caldo de cultivo en sus redes y canales de comunicación para reforzar los
discursos que apelan a las emociones primarias, como el odio, la ira, la rabia.
Estos mensajes se viralizan y amplifican fácilmente en momentos de confusión y
catástrofe. La extrema derecha tiene como objetivo socavar los pilares del
Estado de derecho y, para conseguirlo, tiene que instalar antes el caos en la
ciudadanía. Luego, [sus líderes] venderán que son la alternativa". Alvise
Pérez, Javier Negre, Vito Quiles, Iker Jiménez, Pilas Baselga, Rubén Gisbert o
Wall Street Wolverine han participado activamente en esta campaña de bulos y
desinformación.
"[Pedro
Sánchez] es el presidente de España con más tragedias a sus espaldas".
Esta es la conversación matutina entre dos chavales, un martes de noviembre en
el metro de Madrid. El que habla tendrá entre 20 y 25 años. El que escucha,
otros tantos. Cuando Aznar trató de vincular los atentados del 11M con ETA para
sacar rédito electoral, ninguno de los dos había nacido. La consigna crece al
calor de las redes sociales, pero no es nueva. La pandemia, el volcán de la
Palma, Filomena y, ahora, la DANA. Los ultras –una vez más– tratan de
instrumentalizar el dolor humano para sembrar odio y "desestabilizar"
al Gobierno.
Anna
López Ortega, doctora en ciencia política y experta en extremas derechas,
analiza el modus operandi de este tipo de perfiles: "Los ultras generan un
caldo de cultivo en sus redes y canales de comunicación para reforzar los
discursos que apelan a las emociones primarias, como el odio, la ira, la rabia.
Estos mensajes se viralizan y amplifican fácilmente en momentos de confusión y
catástrofe. La extrema derecha tiene como objetivo socavar los pilares del
Estado de derecho y, para conseguirlo, tiene que instalar antes el caos en la
ciudadanía. Luego, [sus líderes] venderán que son la alternativa". Alvise
Pérez, Javier Negre, Vito Quiles, Iker Jiménez, Pilas Baselga, Rubén Gisbert o
Wall Street Wolverine han participado activamente en esta campaña de bulos y
desinformación.
La
DANA más devastadora del siglo ha dejado, al menos, 215 muertos y decenas de
desaparecidos en el País Valencià. El temporal dejó, además, solidaridad e
indignación a partes iguales; críticas y reproches; vecinos y voluntarios,
militares y neonazis, todos ellos recomponiendo la zona cero del desastre. Y,
como no, también dejó una tormenta de fake news. "Los instigadores siempre
son los mismos y siempre actúan de la misma manera. El auge de Vox coincide en
el tiempo con el aumento de los niveles de desinformación. Los simpatizantes de
la extrema derecha se erigen como los verdaderos proveedores de la
verdad", señala Marcelino Madrigal, experto en ciberseguridad y redes.
El
bulo de que había un importante número de personas fallecidas en el
aparcamiento subterráneo del Centro Comercial Bonaire, en Aldaia, ha circulado
durante todo el fin de semana por X –antes, Twitter–. "En el parking hay
muchos cuerpos, muchos cuerpos. Muchos", tuiteaba este domingo el
presentador de Cuatro Iker Jiménez. El agitador Rubén Gisbert, pillado
manchándose de barro antes de hacer una conexión en directo, llegó a difundir
que había "700 cuerpos" en los vehículos atrapados. Alvise Pérez,
Wall Street Wolverine, TheGrefg y Bertrand Ndongo, que suman un millón de
seguidores en X, amplificaron este mensaje. La Policía Nacional no ha
encontrado ninguna víctima mortal tras haber revisado el 99% de las
instalaciones.
Las
redes también le han atribuido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la
frase "si necesita ayuda, que la pida", en referencia al president de
la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, que lidera actualmente el operativo.
Pablo Motos y Arturo Pérez Reverte, que visitó este lunes El Hormiguero, no
dudaron en sumarse al bulo. El programa congregó este lunes a 2,7 millones de
espectadores. Las palabras, en realidad, no son del jefe del Ejecutivo. Lo que
dijo Sánchez durante su comparecencia del sábado 2 de noviembre fue,
textualmente: "El Gobierno central está listo para ayudar. Si necesita más
recursos, que los pida".
Carlos
Franganillo y el equipo de Informativos Telecinco también han tenido que
combatir las informaciones falsas que circulaban por Internet. Este fin de
semana, un usuario publicó un vídeo que acusaba de manipulación al programa,
diciendo que era "absolutamente mentira" que la UME estuviera en
Alfafar, colaborando en las tareas de limpieza y rescate, como decía su
reportera. El joven recogió cable tras el desmentido de Mediaset España, pero
decenas de influencers y youtubers habían compartido ya su denuncia. "La
diferencia con otros casos es que aquí hablamos de una catástrofe todavía en
curso. Los bulos tienen un impacto especialmente grave sobre los familiares y
vecinos, porque la tragedia no ha terminado, las fake news se difunden en
tiempo real", reconoce Carmela Ríos, periodista y experta en redes.
Los
bulos también han penetrado en la arena política. Mazón ha explicado este lunes
durante una entrevista para Herrera en Cope que la Generalitat "no
pide" un número determinado de efectivos de la UME, sino que reclama
"el mayor despliegue posible". Tres días antes, Mazón decía en una
comparecencia justo lo contrario: "Conforme vamos necesitando [recursos],
tenemos todos los canales abiertos. Este viernes vamos a recibir 500
[efectivos] más, mañana 1.500 más, están viniendo. Si dentro de cualquier
momento hacen falta más medios, se solicitan. Mi agradecimiento al ministro
[Marlaska, presente en la comparecencia] por su rápida respuesta". La
Aemet, la Confederación Hidrográfica del Júcar y la UME también han tenido que
desmentir acusaciones falsas que ponían en entredicho su profesionalidad.
La
visita de los reyes, Sánchez y Mazón a Paiporta, zona cero de la DANA, topó
este domingo con la indignación de los vecinos. El pueblo recibió a la comitiva
oficial entre gritos de "fuera" y "asesinos"; lanzando
objetos y bolas de barro. Sánchez, de hecho, tuvo que ser evacuado tras un
intento de agresión. Ese mismo día, organizaciones abiertamente nazis, como
Revuelta, Desokupa y Núcleo Nacional, trabajaban con material humanitario en la
localidad. Maribel Albalat, alcaldesa de Paiporta, confirma a Público que no
conocía a los instigadores del ataque y destaca: "Algunos iban
encapuchados".
Revuelta
y su lavado de imagen
La
extrema derecha sigue empeñada en convertir la tragedia de València en un
frente contra el Gobierno. Los grupos neonazis desplazados en la comunidad han
"glorificado" la violencia contra Pedro Sánchez y los monarcas.
Núcleo Nacional, Desokupa, Frente Obrero, Facta, España 2000 y Revuelta se han
dejado ver sobre el terreno. Esta última marca, financiada directamente por
Vox, también impulsó las protestas contra el Ejecutivo en noviembre del año
pasado, frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. "Esta gente aparece
en todos los sitios en los que puede obtener retorno, monetizar sus contenidos,
ganar presencia y, sobre todo, desestabilizar la democracia", insiste
Marcelino Madrigal.
Revuelta
ha conseguido acumular, precisamente, más de "1.000 toneladas de
ayuda" para los damnificados por la gota fría. "Es una forma de
reformular su imagen pública; una operación de solidaridad para presentarse
como algo distinto, como una empresa surgida de la sociedad civil. Revuelta no
utiliza logos reconocibles, ni identificables con la extrema derecha,
simplemente comunica su labor de recogida de donativos, por eso consigue
seducir a influencers y gente que de otra manera, no conectaría", precisa
Iago Moreno, sociólogo y experto en estrategia digital. Las fuentes consultadas
por este diario destacan el "respaldo logístico" que tiene la marca,
a diferencia, por ejemplo, de los movimientos sociales, que también colaboran,
pero sin publicidad y con menos recursos.
Estos
grupos no solo han celebrado los ataques contra el presidente del Gobierno,
sino que también han difundido fake news y teorías de la conspiración, además
de acusaciones falsas contra las personas migrantes y los colectivos
vulnerables, relacionándolos directamente con la "delincuencia" en
las zonas afectadas por la DANA. "La extrema derecha habla de los saqueos
en València; nosotros tenemos que hablar de su saqueo digital. Esta gente está
aprovechando una desgracia humana para ganar presencia en redes, sacar provecho
económico y agitar el tablero de la política española", denuncia Carmela
Ríos.
Los
expertos reconocen que en estos momentos la ciudadanía es más vulnerable y
"busca respuestas en cualquier canal", sin tener en cuenta el origen
de la información. "La violencia siempre empieza con palabras, en las
redes y los comentarios anónimos. El siguiente paso es la movilización en actos
públicos organizados, como la visita institucional a Paiporta. Si los ultras
logran su gesta [la agresión física], luego se vanaglorian, porque la falta de
condena y la complicidad de Vox, que en este caso proporcionó apoyo jurídico a
los agresores, legitiman su violencia", desliza Anna López Ortega. El
sociólogo Iago Moreno, preguntado por los próximos pasos del entramado ultra,
responde: "Tenemos que ver si todo esto se va a manguerazos, como el
barro, o si se queda entre nosotros. Ahí está lo verdaderamente
peligroso".