12 agosto 2018
Las 17 horas clave entre las explosiones de
Alcanar y el atentado de la
Rambla
Desde la explosión en la “fábrica” de la célula en el
Montsià a los atropellos de Barcelona transcurrió prácticamente un día
Pasadas las 23 horas
del día 16 de agosto del 2017 se produjo la explosión dela casa de
Alcanar donde la célula yihadista preparaba una enorme cantidad de
explosivos para perpetrar varios atentados. A las 16.45 del día siguiente, el
17 de agosto, ocurrió el atropello masivo de la Rambla , con 14 muertos.
Entre uno y otro episodio transcurrieron casi 17 horas, y es uno de los puntos
polémicos en torno a lo ocurrido. Este es el relato de aquellas horas
extraído de los atestados remitidos por los Mossos d’Esquadra a la Audiencia Nacional.
En un
oficio de la Policía
de la Generalitat
enviado al magistrado se señala que sobre las 23.15 horas del día 16 se
recibieron las primeras llamadas a los servicios de emergencias, informando de
una explosión en el inmueble número 9 de la calle F, en la urbanización
Montecarlo de Alcanar. Desde el primer momento se comprobó que la vivienda
había quedado reducida a escombros, y de la magnitud de la deflagración se daba
cuenta en la siguiente frase: “Resulta significativo que la nube en forma de
hongo que se produjo tras la explosión fuera visible a kilómetros de
distancia”.
A las 23.39
llegaron al lugar las primeras dotaciones de bomberos, que minutos después
encontraron con vida a una persona, posteriormente identificada como Mohamed
Houli. Además, entre los restos de la casa, a las 00.15 horas, se localizaron
varias garrafas de líquidos inflamables, sin que en ese momento se pudiera
determinar de qué productos se trataba.
A las 00.25 se
personaron en la zona dos agentes de la Comisaría d’Informació (antiterrorista) de
los Mossos, que vieron que delante del edificio derrumbado había un Peugeot
306, que según las bases de datos era propiedad de Houssein Abouyaaqoub, con
domicilio en Ripoll. En su interior encontraron dos bombonas de butano vacías,
y otras tres más igualmente sin contenido en el maletero. Asimismo, había allí
una moto marca Kawasaki que era de Mohamed Hichami, también vecino de Ripoll.
Ambos fueron posteriormente abatidos en Cambrils.
Poco después, a
las 00.26, los bomberos encontraron una veintena de bombonas de butano y un
número indeterminado de botellas de oxígeno. Cinco minutos más tarde afloró una
tablet con la pantalla rota y se trasladó al herido al hospital Verge de la Cinta de Tortosa, donde
quedó bajo vigilancia. Sobre las 2 de la madrugada, los dos policías
encontraron en el interior de la parcela tres garrafas de color azul que
estaban vacías, y cuya etiqueta decía que eran de acetona.
Siguiendo
con el minutado de los Mossos, la juez de guardia de Amposta y la comitiva
judicial llegó a Alcanar a las 2.47 porque se habían encontrado también restos
humanos y a las 3.50 se personó la funeraria, que recogió los cadáveres y los
trasladó al Instituto Médico Forense de Tortosa.
Debido a los indicios
que estaban apareciendo, a las 00.36 se avisó a los Tedax (la unidad de
desactivación de explosivos) de los Mossos, que comunicaron que irían a la
mañana siguiente. Dos miembros de esta especialidad llegaron a la casa a las
8.05 de la mañana del día 17, según los atestados que obran en la causa. Comenzaron
la tarea de inspección a las 9.45, tras entrevistarse con el jefe del
dispositivo y las unidades que estaban interviniendo en la zona.
En aquellos momentos,
la hipótesis que se barajó, de acuerdo siempre con los detallado por la Policía de la Generalitat , es que se
trató de una explosión de gas, motivada por la chispa de un frigorífico que se
recuperó entre los cascotes, en el punto inicial de la deflagración. Houli, en
el hospital, había contado que rellenaban botellas de butano para revenderlas.
En paralelo, los Tedax habían hallado entre los restos dos latas en las que se
podía leer disolvente, por lo cual se pensó que se trataba de un laboratorio
para el refinado de drogas. No sospecharon que se estuvieran produciendo
explosivos.
En la mañana del
17 siguieron las tareas de desescombro y se encontraron gran cantidad de
bombonas de butano y garrafas de acetona. Ya por la tarde, los equipos
recogieron un documento de instituciones penitenciarias a nombre de Aldelbaky
es Satty, el imán de Ripoll y líder del grupo. En el primer atestado de los
Mossos se significa que no constaban antecedentes policiales de esta persona,
cosa que atribuyeron a un error propiciado por la precipitación de los
acontecimientos que ocurrieron posteriormente.
Otra
cuestión que se refleja en los informes es que los Mossos buscaron a los
propietarios de los vehículos aparcados en Alcanar. A las 14.15 del día 17 un
agente llamó al móvil de Houssein Abouyaaqoub, quien dijo que el Peugeot lo
conducía su hermano, del que no sabía nada. En otro número contestó otro
hermano, que informó que el coche era conducido por Younes pero que no le
localizaba.
A las
16.45, Younes Abouyaaqoub enfilaba la parte alta de la Rambla al volante de una
furgoneta de alquiler, atropellando a todas las personas que pudo durante 600 metros . Mató a 14
personas, además de dejar tras de sí más de un centenar de heridos.
Casi
en paralelo a que se iniciaran los atropellos, a las 16.51 según los datos que
han ofrecido los Mossos al juez, mientras continuaban con las tareas de
desescombro en Alcanar, se produjo una segunda explosión, que causó heridas a
once policías (uno grave y diez leves), a cuatro bomberos, también leves, y a
un operario que había sido contratado para acudir con su excavadora a retirar cascotes,
que padeció lesiones leves y cuyo medio de trabajo quedó prácticamente
destruido por la deflagración. Entonces acudió al lugar el jefe del área de los
Tedax y es cuando los Mossos ya creen que se trata de una casa donde se
fabricaban explosivos para un atentado yihadista.
Al final de los
trabajos de desescombro se contabilizaron 104 bombonas de butano vacías, y por
las investigaciones se conoció que el grupo había comprado 350 litros de acetona y 300 litros de peróxido
de hidrógeno, los precursores para producir un explosivo llamado TATP, con el
quepretendían cargar tres furgonetas, amén de material eléctrico para
detonadores. También se habían provisto de chalecos explosivos y granadas
caseras. La explosión de Alcanar les hizo cambiar de planes. De no haberse
producido, nos hubiera abocado a un escenario dantesco, hoy por hoy
inimaginable.
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