lunes, 13 de agosto de 2018

12 agosto 2018 (3) La Vanguardia

12 agosto 2018 



Las 17 horas clave entre las explosiones de Alcanar y el atentado de la Rambla

Desde la explosión en la “fábrica” de la célula en el Montsià a los atropellos de Barcelona transcurrió prácticamente un día


Pasadas las 23 horas del día 16 de agosto del 2017 se produjo la explosión dela casa de Alcanar donde la célula yihadista preparaba una enorme cantidad de explosivos para perpetrar varios atentados. A las 16.45 del día siguiente, el 17 de agosto, ocurrió el atropello masivo de la Rambla, con 14 muertos. Entre uno y otro episodio transcurrieron casi 17 horas, y es uno de los puntos polémicos en torno a lo ocurrido. Este es el relato de aquellas horas extraído de los atestados remitidos por los Mossos d’Esquadra a la Audiencia Nacional.
En un oficio de la Policía de la Generalitat enviado al magistrado se señala que sobre las 23.15 horas del día 16 se recibieron las primeras llamadas a los servicios de emergencias, informando de una explosión en el inmueble número 9 de la calle F, en la urbanización Montecarlo de Alcanar. Desde el primer momento se comprobó que la vivienda había quedado reducida a escombros, y de la magnitud de la deflagración se daba cuenta en la siguiente frase: “Resulta significativo que la nube en forma de hongo que se produjo tras la explosión fuera visible a kilómetros de distancia”.
A las 23.39 llegaron al lugar las primeras dotaciones de bomberos, que minutos después encontraron con vida a una persona, posteriormente identificada como Mohamed Houli. Además, entre los restos de la casa, a las 00.15 horas, se localizaron varias garrafas de líquidos inflamables, sin que en ese momento se pudiera determinar de qué productos se trataba.

A las 00.25 se personaron en la zona dos agentes de la Comisaría d’Informació (antiterrorista) de los Mossos, que vieron que delante del edificio derrumbado había un Peugeot 306, que según las bases de datos era propiedad de Houssein Abouyaaqoub, con domicilio en Ripoll. En su interior encontraron dos bombonas de butano vacías, y otras tres más igualmente sin contenido en el maletero. Asimismo, había allí una moto marca Kawasaki que era de Mohamed Hichami, también vecino de Ripoll. Ambos fueron posteriormente abatidos en Cambrils.
Poco después, a las 00.26, los bomberos encontraron una veintena de bombonas de butano y un número indeterminado de botellas de oxígeno. Cinco minutos más tarde afloró una tablet con la pantalla rota y se trasladó al herido al hospital Verge de la Cinta de Tortosa, donde quedó bajo vigilancia. Sobre las 2 de la madrugada, los dos policías encontraron en el interior de la parcela tres garrafas de color azul que estaban vacías, y cuya etiqueta decía que eran de acetona.

Siguiendo con el minutado de los Mossos, la juez de guardia de Amposta y la comitiva judicial llegó a Alcanar a las 2.47 porque se habían encontrado también restos humanos y a las 3.50 se personó la funeraria, que recogió los cadáveres y los trasladó al Instituto Médico Forense de Tortosa.
Debido a los indicios que estaban apareciendo, a las 00.36 se avisó a los Tedax (la unidad de desactivación de explosivos) de los Mossos, que comunicaron que irían a la mañana siguiente. Dos miembros de esta especialidad llegaron a la casa a las 8.05 de la mañana del día 17, según los atestados que obran en la causa. Comenzaron la tarea de inspección a las 9.45, tras entrevistarse con el jefe del dispositivo y las unidades que estaban interviniendo en la zona.

En aquellos momentos, la hipótesis que se barajó, de acuerdo siempre con los detallado por la Policía de la Generalitat, es que se trató de una explosión de gas, motivada por la chispa de un frigorífico que se recuperó entre los cascotes, en el punto inicial de la deflagración. Houli, en el hospital, había contado que rellenaban botellas de butano para revenderlas. En paralelo, los Tedax habían hallado entre los restos dos latas en las que se podía leer disolvente, por lo cual se pensó que se trataba de un laboratorio para el refinado de drogas. No sospecharon que se estuvieran produciendo explosivos.
En la mañana del 17 siguieron las tareas de desescombro y se encontraron gran cantidad de bombonas de butano y garrafas de acetona. Ya por la tarde, los equipos recogieron un documento de instituciones penitenciarias a nombre de Aldelbaky es Satty, el imán de Ripoll y líder del grupo. En el primer atestado de los Mossos se significa que no constaban antecedentes policiales de esta persona, cosa que atribuyeron a un error propiciado por la precipitación de los acontecimientos que ocurrieron posteriormente.
Otra cuestión que se refleja en los informes es que los Mossos buscaron a los propietarios de los vehículos aparcados en Alcanar. A las 14.15 del día 17 un agente llamó al móvil de Houssein Abouyaaqoub, quien dijo que el Peugeot lo conducía su hermano, del que no sabía nada. En otro número contestó otro hermano, que informó que el coche era conducido por Younes pero que no le localizaba.
A las 16.45, Younes Abouyaaqoub enfilaba la parte alta de la Rambla al volante de una furgoneta de alquiler, atropellando a todas las personas que pudo durante 600 metros. Mató a 14 personas, además de dejar tras de sí más de un centenar de heridos.
Casi en paralelo a que se iniciaran los atropellos, a las 16.51 según los datos que han ofrecido los Mossos al juez, mientras continuaban con las tareas de desescombro en Alcanar, se produjo una segunda explosión, que causó heridas a once policías (uno grave y diez leves), a cuatro bomberos, también leves, y a un operario que había sido contratado para acudir con su excavadora a retirar cascotes, que padeció lesiones leves y cuyo medio de trabajo quedó prácticamente destruido por la deflagración. Entonces acudió al lugar el jefe del área de los Tedax y es cuando los Mossos ya creen que se trata de una casa donde se fabricaban explosivos para un atentado yihadista.
Al final de los trabajos de desescombro se contabilizaron 104 bombonas de butano vacías, y por las investigaciones se conoció que el grupo había comprado 350 litros de acetona y 300 litros de peróxido de hidrógeno, los precursores para producir un explosivo llamado TATP, con el quepretendían cargar tres furgonetas, amén de material eléctrico para detonadores. También se habían provisto de chalecos explosivos y granadas caseras. La explosión de Alcanar les hizo cambiar de planes. De no haberse producido, nos hubiera abocado a un escenario dantesco, hoy por hoy inimaginable.


No hay comentarios:

Publicar un comentario