lunes, 24 de noviembre de 2014

24 noviembre 2014 (2) ABC (opinión)

24 noviembre 2014



ETA echa al pistolero Bilbao por pedir la vuelta a las armas

Su expulsión avala que la decisión de acabar con el terror es irreversible






ETA no tolera ningún tipo de disidencia que ponga en peligro la actual estrategia de  "apuesta por las vías exclusivamente políticas" y ha decidido expulsar del denominado «Colectivo de Presos Políticos Vascos» (EPPK) a Iñaki Bilbao Goikoetxea, «Txikito», recluido en Puerto III. Bilbao, un duro entre los duros, aprovechó los juicios ante la Audiencia Nacional para lanzar graves advertencias a los magistrados. Amenazó con «arrancar la piel a tiras» y «meter siete tiros» al juezAlfonso Guevara, mientras simulaba con la mano que realizaba los disparos. También emprendió una supuesta huelga de hambre, «hasta conseguir la independencia de Euskadi», que abandonó en menos de 48 horas.
La expulsión de este recluso y la preparación de nuevas purgas constituyen una prueba de que el cese definitivo de la actividad terrorista es definitivo, según expertos en la lucha antiterrorista consultados por ABC. La decisión de echar a Iñaki Bilbao, condenado por el asesinato del concejal socialista de Orio Juan Priede, entre otros muchos crímenes, fue adoptada recientemente en una junta de miembros del EPPK en la que se registraron varias abstenciones, reflejo de la creciente división en el colectivo de presos.
La disidencia de Ibil
«Txikito» se había desmarcado reiteradamente de la estrategia emprendida por el conjunto de la izquierda abertzale, incluida ETA, que propició el anuncio de «cese definitivo de su actividad armada». No es el único. El grupo disidente Ibil ha ido aglutinando apoyos, no solo entre las bases más irreductibles de ese sector, sino también entre los propios presos etarras, que han comprobado que tras la ausencia de atentados su situación se mantiene porque el Gobierno no está dispuesto a premiarles por el hecho de dejar de matar. Y para sofocar cualquier conato de deserción en bloque, los responsables del EPPK ya han decidido cortar la cizaña; esto es, no acoger a ningún recluso que se identifique con Ibil. Por ello, preparan nuevas depuraciones. Los cabecillas de ETA en las cárceles españolas son Xabier Alegría; Juan Antonio Olarra Guridi y Anabel Egües.
Es la primera vez que ETA expulsa a presos contrarios al cese de la violencia, cuando históricamente había ocurrido lo contrario y depuraba a aquellos que criticaban la «lucha armada». Se trata de un elemento relevante que demostraría que la decisión de la banda de acabar con el terrorismo, tomada hace poco más de tres años, es irreversible. Y de consecuencias imprevisibles, ya que el número de expulsiones servirá para medir el número de reclusos que discrepan de la ausencia de atentados ordenada por los jefes de la banda.

Opinión:

Habría que ser positivos y ver “la botella medio llena”. Si esta noticia la hubiéramos leído hace poco mas de tres años habríamos mirado la fecha para saber si era 28 de diciembre. Eso me lleva a pensar que hay muchas víctimas que trabajamos para que nadie más sufra lo que ya hemos sufrido nosotros... muchas, pero no todas, desgraciadamente.
También quiero recordar que un titular similar ya pudimos escucharlo algunas víctimas en la Universidad de Barcelona en las Jornadas de noviembre de 2012. Las dijo el portavoz de la izquierda abertzale y claro, al decirlas en Barcelona, no tuvo el mismo eco que si las hubiera dicho en Vitoria o en Madrid.

Y hoy es 24 de noviembre…

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