jueves, 19 de mayo de 2016

19 mayo 2016 El Periódico de Catalunya (artículo)

19 mayo 2016



Robert Manrique
Excoordinador del Servei de Informació i Orientació a Víctimes del Terrorisme (SIOVT).

Conquistar la palabra

Pese al inolvidable dolor sufrido, entre todos hemos logrado que ETA dejara de destrozar familias y utilizara el diálogo

Como era de esperar, la visita de Arnaldo Otegi al Parlament de Catalunya ha sido motivo de controversia entre los que han organizado la visita y quienes no están de acuerdo con su presencia en el lugar donde se utiliza la palabra. Y, como siempre, leemos titulares que hablan de que «las víctimas exigen, protestan, manifiestan...». El colectivo de víctimas del terrorismo es tan numeroso que coexisten en él diferentes opiniones, incluso dentro de una misma familia. Cabe recordar también que, excepto en casos concretos, la banda terrorista ETA ni conocía ni preguntaba cuáles podían ser las opciones ideológicas o políticas de sus víctimas. Partiendo de esa base, seguro que habrán víctimas a favor o en contra de la visita de Otegi. Y habrán otras que ni siquiera opinen.

Tras 28 años en el mundo relacionado con víctimas del terrorismo he constatado que esa diversidad de criterios es la norma, aunque parece que a algunos no les interesa entenderlo. Pero a la mayoría de víctimas nos une un objetivo común: todo aquello que, siendo legal, consiga que nadie más sufra lo que otros ya hemos sufrido antes. Recuerdo que tras el anuncio del cese definitivo del terrorismo etarra un padre con un hijo asesinado llegó a decir: «Incluso entendería que muchas cosas no se contaran si el final del camino fuera que no haya ninguna víctima más del terrorismo».

Durante años exigimos, pedimos o solicitamos a ETA que dejara de destrozar familias y que utilizara la palabra. Pese al inolvidable dolor sufrido, entre todos lo hemos conseguido. Durante años unas pocas víctimas hemos discutido con abogados de HB diciéndoles a la cara lo que pensábamos, pero sin amenazas ni coacciones. Soy de los que piensan que antes de opinar hay que conocer, y que haber sufrido un atentado terrorista no aporta un plus de veracidad o de infalibilidad sobre el resto de la población. El problema es que hay quien opina en nombre de 'las' víctimas sin antes preguntarnos lo que pensamos y, para colmo, algunos lo hacen desde la nómina o la lista electoral de un partido político.

Con permiso de la ley

Para mí, que Otegi haya venido al Parlament no ha sido un tema agradable, pero entiendo que la legislación lo permite. Si hace cinco años nos hubieran dicho que ETA dejaría de atentar y que quien entonces los excusaba más tarde se dedicaría a hablar, ¿nos habríamos negado?

Una víctima me decía que Otegi, antes de ir al Parlament, podía haber ido al monumento a las víctimas del terrorismo y recordar(nos) poniendo un ramo de flores. Le he dicho que no lo descarte que eso pueda ocurrir algún día. En el 2006 el lendakariIbarretxe envió una carta en esos términos y en noviembre del 2012 Pernando Barrena (Batasuna) hizo, ante un grupo de víctimas, una declaración enla Universitat de Barcelona donde lamentaba «el daño que de manera no deseada hayamos podido añadir por medio de nuestra posición política o que desde la labor de portavocía hayamos podido ocasionar».

Me dicen que una de las consecuencias que ha traído la visita de Otegi ha sido un encuentro del Partido Popular con 'las' víctimas. Desconozco lo que se habrá hablado pero estoy seguro de que no habrán tocado un tema espinoso: asegurar que se está con'las' víctimas catalanas mientras el Ministerio de Interior denegó en el 2014 una mísera subvención para localizar a más de 250 víctimas en Catalunya. Eso es, cuando menos, tan incoherente como hablar del dolor que no se ha sufrido.


Pero eso ya es otro tema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario