viernes, 18 de octubre de 2024

17 octubre 2024 (4) El Faro de Vigo (opinión))

 

17 octubre 2024 



Condenan a once años de prisión al exmiembro del Grapo que disparó a un joven en un parque de Vigo

El exgrapo Manuel Baña Gil que disparó a un joven, sin alcanzarle, en un parque de Vigo el 14 de septiembre de 2023, ha sido condenado a once años de cárcel. La Sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, lo ha considerado autor de un asesinato en grado de tentativa y de un delito de tenencia ilícita de armas por el ataque que se produjo en Castrelos, según recoge la sentencia que ha facilitado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Víctima y agresor habían tenido altercados previos por discusiones en relación a sus perros. El procesado debe abonar una indemnización de 3.804 euros al agredido por los días que estuvo de baja y el daño moral que le causó.

En la sentencia, que no es firme, puesto que contra ella cabe recurso, los magistrados explican que el ex integrante de la banda terrorista disparó a la víctima «con la clara intención de matarla» y que «trató de asegurar el resultado excluyendo toda defensa y consiguiente riesgo para su persona».

Los jueces sostienen en la sentencia que, cuando se encontraron en el parque, el procesado, «casi sin aviso», sacó «una pistola con la que apuntar y disparar». También destacan que el afectado «en modo alguno podía prever una reacción tan desproporcionada».

En el primer momento en el que exhibió el arma, según el fallo, «ambos estaban a unos dos o tres metros de distancia, pero el acusado tuvo algún problema para montar el arma, lo que le dio tiempo a la víctima a correr a refugiarse detrás del árbol». Los jueces señalan que «la escapatoria de la víctima sólo pudo tener lugar por esos problemas» del autor de los disparos.

Inciden, igualmente, en que el hecho de haber empleado una pistola y haber apuntado hacia el joven, al tiempo que disparaba hacia su parte posterior, es claramente acreditativo del ánimo de matarlo.

«El disparo lo efectuó el acusado no con intención de asustar o impresionar a la víctima, sino para alcanzarla y matarla», insiste el tribunal en una resolución en que concluye que el afectado «solo se libró porque se hallaba guarecido detrás del árbol pero, incluso así, la bala iba en su dirección e impactó lateralmente en el árbol que se encontraba entre él y el acusado».

La defensa argumentó que podía haberse acercado para volver a dispararle, ya que aún había balas en el cargador, pero los magistrados entienden que en el vídeo grabado por la víctima «se aprecia cómo el acusado acechaba del otro lado del árbol para obtener una nueva línea de disparo, por lo que no es que no quisiera rematar su obra, sino que tuvo dificultades para ello».

Además de la pena de cárcel, la Sala le ha impuesto diez años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a una distancia inferior de 200 metros del domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar en el que se encuentre la víctima, así como la de comunicarse personalmente o por cualquier otro medio con ella, durante 10 años.

Opinión:

Esta información me la ha enviado una víctima de la banda terrorista ETA que vive en Galicia y me da la oportunidad de recordar algo que me ocurrió hace unas semanas en el despacho de UAVAT.

Entre nuestras muchas labores de asistencia también se cuenta la de información sobre cualquier tema, relacionado con el terrorismo y sus víctimas, que nos pueda llegar. En lo que llevamos de año ya han sido más de 60 solicitudes de visita (bien individual o como grupos) que han venido para adquirir información sobre cualquier cuestión relacionada con víctimas o con atentados terroristas, especialmente ocurridos en Catalunya, aunque también consultan sobre atentados en otros puntos del Estado, con lo cual los derivo a otras entidades para que puedan obtener información real y contrastada a sus solicitudes.

Pues bien, hablando con tres futuros estudiantes de criminología, aparecieron las siglas GRAPO cuando consultaron los archivos, las sentencias y los mapas que tenemos en el despacho.

No conocían quien fue (o son, que todavía no lo tengo muy claro) la banda terrorista GRAPO. La visita, con una duración pactada de dos horas, se transformó en más de seis (pizzas incluidas).

Creo que el resto de la historia ya se lo puede imaginar… próximamente tengo que ir a dar una conferencia a su clase.

 

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