jueves, 1 de julio de 2021

01 julio 2021 Deia (opinión)

01 julio 2021

 


La Guardia Civil detiene a dos expresos por organizar los ‘ongietorris’

La Audiencia les imputa un delito de “enaltecimiento terrorista y humillación a las víctimas”

La Guardia Civil detuvo ayer a los exmilitantes de ETA Carlos Sáez de Eguilaz y Felipe San Epifanio, Pipe, exjefe del comando Barcelona, por su presunta relación con la organización y coordinación de los ongietorris a expresos de la banda armada.

Las detenciones fueron ordenadas por la dirección del Juzgado Central de instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional por un supuesto delito de “enaltecimiento terrorista y humillación a las víctimas”. Se enmarcan dentro de la operación Kabat, por la que la Guardia Civil apresó a otras cuatro personas en Gernika, Agurain, Tolosa y Zarautz en enero del año pasado por la organización de casi un centenar de recibimientos a exmiembros de ETA entre 2016 y 2019. Los dos arrestados ayer quedaron en libertad con cargos horas más tarde.

Según informó la Guardia Civil en un comunicado, “se utilizaron diversas asociaciones, instrumentalizadas y usadas a modo de pantalla” para ocultar el núcleo de los ongietorris. Posteriormente, estos recibimientos eran “llevados a cabo por terceras personas, siguiendo las directrices que partían del grupo que conformaban los detenidos”, concluyó.

Carlos Sáez de Aguilar fue condenado a 15 años de cárcel en Francia como miembro del aparato de extorsión de ETA. Fue detenido en 2003 junto a otros dos miembros de la banda en posesión de 72.000 euros procedentes del impuesto revolucionario y con documentación falsa.

Felipe San Epifanio, Pipe, fue jefe del comando Barcelona y dirigente de Herri Batasuna en los años noventa. Cumplió condena de más de 200 años por diversos atentados y salió en libertad en 2017 tras pasar 23 años en la cárcel.

Julen Arzuaga, parlamentario de EH Bildu, señaló que con las detenciones de Sáez de Aguilar y San Epifanio se intenta “golpear” a quienes trabajan por los derechos de los presos de la banda. “Es tiempo de vaciar las cárceles, no de llenarlas”, remarcó.

Arzuaga añadió que la Guardia Civil, que realizó las detenciones, y la Audiencia Nacional, que las ordenó, “no quieren, ni por asomo, asentar un escenario de convivencia y resolución”. “No se pueden normalizar operativos de estas características”, concluyó.

Por otro lado, la red ciudadana Sare se posicionó mediante un comunicado en el que denunció que las detenciones de los exmiembros de la banda armada trasladan “al pasado” y suponen un “espectáculo” que está “fuera de lugar y es totalmente innecesario”.

Sare se mostró en contra de los arrestos: “No puede convertirse en delito la alegría que puede producir entre familiares y amigos la libertad de una persona que ya ha cumplido su pena”.

Por último, abogó por “buscar el equilibrio entre esa alegría y el respeto a todas las víctimas, para poder convivir todos juntos”, tarea que corresponde “a todos”, “sin pisotear ni dejar atrás los derechos de nadie”

Opinión:

Sobre los recibimientos a los miembros de la banda terrorista ETA, dicen que “hay que buscar el equilibrio entre esa alegría y el respeto a todas las víctimas”.

Pues les ofrezco una solución muy sencilla. Hagan esos recibimientos en el comedor de la casa del terrorista en cuestión. Y si el terrorista no tiene casa, pueden hacerlo en el lugar privado y cerrado donde les apetezca aplaudir a los asesinos.

Pero si no lo hacen en la calle, adueñándose de un lugar que es de todos los ciudadanos, mejor que mejor. La calle es para hacer vida normal, pasear, hablar con los amigos y vecinos… pero no para aplaudir a estos personajes que se han dedicado a destrozar la vida al prójimo. Por ello, hagan esos recibimientos en un lugar privado y así nadie estará obligado a ver o sufrir esos momentos tan dolorosos para tanta gente anónima.

 

 

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