martes, 20 de marzo de 2012

19 marzo 2012 (2) Deia (opinion)

19 març 2012 

lo califican de "intervención administrativa"

Interior prohíbe a presos de ETA y GRAPO firmar sus cartas personales como "presos políticos" 

Los funcionarios obligan al recluso a eliminar esta expresión que suelen incluir en el remite de sus comunicaciones 


Los presos que cumplen condena en el Estado español por delitos relacionados  con el terrorismo tienen prohibido firmar con la expresión de "preso  político" las cartas personales que envían al exterior.
Los  funcionarios que controlan las comunicaciones de los internos  devuelven las misivas cuando detectan esta expresión para que sea  eliminada o modificada si quieren que llegue a su destinatario, según  han informado  fuentes de la lucha antiterrorista.

El caso más común es que los presos incluyan esta expresión junto  a su nombre en el remite de los sobres que envían al exterior, aunque  los funcionarios tienen la potestad de leer también el contenido  íntegro de las cartas que escriben los presos condenados por delitos  relacionados con el terrorismo.
En las cárceles existen dos tipos de intervenciones: la judicial,  que la ordena un juez y no es comunicada al preso y la que afecta a  los presos relacionados con delitos terroristas, que se trata de una intervención  administrativa, según han precisado las mismas fuentes consultadas.  En este caso, los reclusos son informados de que la prisión va a  intervenir tanto sus cartas como las visitas que reciben en el centro  penitenciario.

La intervención administrativa afecta a los presos de ETA, los  GRAPO, terroristas islamistas y también a algunos capos del crimen  organizado. En caso de que un preso consideré vulnerados sus derechos  tiene la posibilidad de recurrir ante el juez de Vigilancia  Penitenciaria, si bien son pocos los casos en los que estos recursos  son admitidos, sobre todo a raíz de que se crease la figura del juez  Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, a  partir del cuál se unificó el criterio a este respecto.

Esta circunstancia ya ha generado las quejas entre algunos presos, según algunas de sus cartas a las que ha tenido acceso  Europa Press.  

"MEDIDA DE CENSURA" 

"Recientemente me impusieron una nueva prohibición, una más: a  partir de ahora no puedo escribir en los sobres de mis cartas la  firma "preso político", ni tampoco dibujar ninguna estrella roja, tal  y como venía haciendo hasta ahora. De lo contrario, dichas cartas  serán retenidas", denunciaba el pasado mes de diciembre el preso de  los GRAPO David Garaboa Bonillo, quien cumple condena en la cárcel de  Villena (Alicante).

Según critica este preso, "esta prohibición es una medida de  censura política dirigida exclusivamente contra los presos y presas  políticas" y añade que "algunos presos comunes, por una mezcla de  racismo e ignorancia, dibujan en su correspondencia esvásticas y  otros símbolos nazis, sin que esto suponga ningún problema para las  autoridades penitenciarias". 
"No sé exactamente a que viene ahora esta nueva prohibición",  insiste en su carta este preso terrorista quien advierte de que "a  pesar de todas las restricciones y medidas represivas que quieran  imponer, hay una realidad que jamás podrán silenciar". "Somos presos  y presas políticos* y seguiremos resistiendo!", zanja en esta misiva,  aunque son más las que denuncian la retención de las comunicaciones.
La motivación de Instituciones Penitenciarias es evitar la  legitimación del discurso y evitar diferencias entre los  presos relacionedos con delitos terroristas y el resto de internos. Precisamente el ministro  del Interior, Jorge Fernández Díaz se pronunció a este respecto de  manera contundente en su primera comparecencia en el Congreso de los  Diputados el pasado 31 de enero.
Fue en su respuesta al diputado de Amauir, Iker Urbina, en la  Comisión de Interior del Congreso de los Diputados donde el portavoz  abertzale utilizó esta expresión a la hora de pedir una  flexibilización de la política penitenciaria para los presos de ETA. 
"No les debemos nada, sólo faltaría que les debiésemos algo porque  dejan de matar y en cuanto a lo de presos políticos, España es una  democracia y no hay presos políticos y si hubiera estado usted ayer  conmemorando el 14 aniversario del asesinato de Alberto Jiménez  Becerril, estoy seguro de que se le caería la cara de vergüenza de  hablar de presos políticos. Dejaron a niños huérfanos", replicó el  ministro.

Opinión:

Absolutamente de acuerdo. Lo que me es difícil de entender es que durante años hubo un grupo de víctimas que siempre manifestamos nuestro desagrado o directamente nuestra repulsa a esa consideración de “presos políticos” y nos dieron leña por todos lados. Ahora se va insituir como verdad absoluta. Mas vale tarde que nunca...
Por eso, uno de los puntos positivos que encuentro en la carta que me envió el autor material de mi atentado es que en ningún momento se identifica bajo esa denominación. ¿Tanto les cuesta al resto de miembros de ETA seguir ese ejemplo y enfrentarse a la secta pensando por sí mismos?



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