viernes, 27 de marzo de 2020

27 marzo 2020 Información Coronavirus

27 marzo 2020


La psicóloga infantil Rosa Jové, autora de 'Dormir sin lágrimas' o 'La crianza feliz', ofrece claves para actuar con los niños en el confinamiento

«Mucho se ha hablado estos días de cómo proceder los adultos en caso de confinamiento: que si mantenimiento de rutinas, horarios, ejercicios… y muchos creen que eso mismo es lo que necesitan los niños, y no siempre es así», afirma la psicóloga infantil Rosa Jové, autora de libros como Dormir sin lágrimas o La crianza feliz.  «Si usted es un padre preocupado por cómo afectará esto a su hijo, le tranquilizará saber que los niños tienen más facilidad que los adultos para superar las adversidades en su vida», continúa la experta, que ofrece consejos de actuación según los diferentes tramos de edad.

De 0 a 2 años:

«La rutina la marcan los padres, ya que, seguramente, les continuarán alimentando, acostando o bañando más o menos a la misma hora. Lo importante a estas edades no son las rutinas (sus padres van a hacerlo por ellos), sino que se lo pasen bien (que jueguen mucho y hagan actividades lúdicas) y que no se agobien. Intentemos, en la medida de lo posible, que jueguen al aire libre: si no hay jardín o terraza, puede ser en el balcón de casa o debajo de una ventana abierta, siempre con vigilancia. Lo único que van a entender de todo lo que pasa es que no pueden salir a la calle, intentemos minimizar ese aspecto. También es bueno contactar por videollamada con personas que vean normalmente (abuelos, canguro, etc.) pero sin forzar». 

De 3 a 6 años:

«Es bueno empezarles a contar lo que está sucediendo, porque se dan cuenta de grandes cambios y necesitan una explicación que les tranquilice. Tan importante es explicarles lo que sucede, como ser positivos y no dramatizar. Hay una diferencia entre ser positivo y mentir. No vamos a mentir, pero si explicarles el escenario más favorable en cada caso. Hay que adaptar el lenguaje a la edad del niño».
«Los padres seguro que siguen con las rutinas de sus hijos a estas edades, pero hay que ser flexibles porque los niños van a ver que sus padres no hacen lo mismo que siempre (¿quién en este momento lo hace?) y ellos también pueden hacer cambios en su día a día (ver algo más la tele, acostarse un poco más tarde...)».
«Que les dé el aire al menos un ratito al día (puede ser asomados en una ventana jugando al veo veo) para que sigan con el ritmo circadiano, y que hagan juegos en donde desarrollen su imaginación (pintar, bailar, cantar, disfrazarse…) porque un niño que trabaja su imaginación olvida las preocupaciones. No olvidemos, sobre todo, jugar con ellos. Siempre nos quejamos de que no tenemos tiempo para jugar con ellos, ahora es un buen momento».

De 7 a 12 años:

«Aquí ya es imperativo, no solo que estén informados de lo que sucede, sino de que sean proactivos y ellos se protejan, lavándose las manos y manteniendo la distancia social. Si aún no saben lo que es la distancia social, es importante explicárselo para que actúen en consecuencia».
«Los padres siguen marcando las rutinas, pero, como ya se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor, si los padres no cumplen sus propias rutinas, hay que mostrar más flexibilidad, o lo van a vivir como un agravio comparativo. Si los padres van al trabajo o teletrabajan en casa, podemos hacer que en esos momentos ellos también desarrollen algún tipo de trabajo de tipo escolar, pero si los padres no trabajan, mejor no obligarles. Ahora es el momento para aprender con las nuevas tecnologías o mediante proyectos, con los que se aprende igual o mejor, pero sin darse cuenta».
«Hay que intentar que estén ocupados con cosas que les gusten (sí, hasta con videojuegos) pero ir variando a lo largo del día, no siempre lo mismo. Es posible que en estos momentos se incremente la actividad con las pantallas, pero esto obedece a dos motivos: el primero es que todos hemos aumentado el uso de móviles, tablets, ordenadores, etc. no es algo exclusivo de los niños. El segundo motivo es que, en estos momentos e igual que los padres, es la forma de poder estar conectados con sus amigos porque a estas edades ya tienen vida social (muchos niños juegan online con los compañeros de clase o se escriben mensajes…). Son situaciones excepcionales que provocan conductas excepcionales, no hay que reñirles: ya volverán a la normalidad».

Rosa Mª Jové Montanyola 
(Lleida, 1961)
licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona, está especializada en psicología clínica infantil y juvenil y en psicopediatría (bebés de 0 a 3 años). Igualmente es licenciada en Historia y Geografía con especialización en antropología infantil y en psicopedagogía con experiencia de más de diecisiete años trabajando para el departamento de la Generalitat de ayuda a menores con problemas escolares y diversos trastornos, así como asesorando a padres y escuelas.
En sus libros ofrece consejos, reflexiones y sugerencias que ayudan a los padres a cuidar y entender a los hijos desde el nacimiento hasta los seis años, una etapa fundamental en la que se forja buena parte de la personalidad y se asientan las estructuras emocionales. El sueño es también uno de los componentes de una buena crianza, como lo demostró en su bestseller Dormir sin lágrimas que, con 48 ediciones publicadas desde su aparición en 2006, y también ha publicado con mucho éxito en La Esfera de los LibrosLa crianza feliz –27 ediciones–, Ni rabietas ni conflictos –18 ediciones–, y 365 ideas para una crianza feliz. La escuela másfeliz.
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Pero, además, es miembro fundador del grupo de psicólogos en emergencias y catástrofes de Cataluña, con más de treinta intervenciones, entre las que destacan las inundaciones de Biescas o los atentados del 11-M. Esa experiencia la ficcionó en Estado de schock, una crónica novelada de una intervención psicológica en emergencias. Y, precisamente, en esta actual crisis por la pandemia del coronavirus forma parte del grupo que está asistiendo psicológicamente a los sanitarios catalanes.

Opinión:

Primeramente agradecer a un buen amigo que me haya hecho llegar esta noticia que aúna la experiencia en atención a víctimas del terrorismo y la trágica situación que estamos sufriendo como es la pandemia del coronavirus.

Y decir que aparte de la excelente información que se menciona en la noticia de Esfera de los Libros es un honor haber tenido el privilegio de escribir el libro que se menciona en la noticia (Estado de schock) para colaborar con una de las mejores especialistas en la cuestión que nos ocupa.

Libro de lectura recomendable.

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