miércoles, 13 de junio de 2012

13 junio 2012 elplural.com

13 junio 2012



Inminente encuentro entre una víctima del terrorismo y su verdugo

Roberto Manrique: “Algunas asociaciones de víctimas dicen que acercar presos es ilegal. Esto es mentira”



Será la primera entrevista de una víctima y el terrorista que le truncó la vida. El encuentro, gestionado por el Ministerio del Interior que dirige Jorge Fernández Díaz, es inminente. El encuentro se producirá en la prisión en la que cumple condena el etarra, Rafael Caride Simón. Sin embargo, el día de la cita es una incógnita. Roberto Manrique, víctima de la matanza de Hipercor, todavía no sabe cuándo se producirá el encuentro. “Voy con una mochila a cuestas. Llevo más de un año esperando desde que recibí la carta el 4 de mayo de 2011”.
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Desde ese día, Roberto Manrique uno de los más de 40 heridos de Hipercor espera la cita. Salvó la vida en el atentado más cruento de ETA: 45 heridos y 21 muertos. Han pasado 25 años desde aquel día en que los tres etarras que componían el comando Barcelona pusieron la bomba en un Ford Sierra en el aparcamiento del centro comercial. Manrique espera paciente. “Hace un año me llamaron de Lokarri para saber si estaba dispuesto a recibir una carta. Dije que sí” afirma, pero “la reunión la quiere Caride, no yo. Yo duermo bien sin hablar con él. Yo quiero verme con él para saber, para conocer el por qué” remacha.

“No sentimos odio”

“No tengo odio. Al igual que otras víctimas no sentimos odio” comenta pensando muy bien lo que dice. “Lo que quiero es que esto acabe y que nunca más nadie padezca lo que he padecido yo” afirma contundente. Roberto Manrique todavía se despierta muchos días con las imágenes del atentado que se produjo el 19 de junio de 1987. Durante estos años, ha hablado con muchas víctimas y ha dirigido una asociación de víctimas del terrorismo. “Algunas de estas asociaciones hablan y hablan sin contar con las víctimas. Ahora dicen que no quieren que se acerquen presos porque es ilegal. Esto es mentira. Ellos pueden estar en contra pero acercar presos está dentro de la ley”. E insiste “yo quiero que esto acabe, que nadie sufra lo que hemos sufrido mi familia y yo. Y si se hace dentro de la ley, mejor”.
La primera pregunta

El encuentro se producirá en breve. Manrique quiere saber. Dice que no le saludará, que no quiere contacto físico. Que primero quiere escuchar lo que tenga que decir su verdugo. Su primera pregunta será “por qué un gallego, un palentino y una navarra ponen una bomba en Cataluña siguiendo las órdenes de un vasco que vive en Francia”. Eso le corroe. No lo entiende. Ahora tiene la oportunidad de saber las razones y espera el perdón. “En la carta sólo se reconoce el dolor causado pero no habla de perdón. Esperaré a oírlo para saber que sensaciones tengo”. Afirma que “no le preguntaré por sus razones. Esas ya lo sé. Las dijeron en el juicio. Dijeron entonces que en todo conflicto hay víctimas militares y civiles”. Espera que esto haya cambiado porque Rafael Caride es un etarra partidario de la Vía Nanclares. Hace unos días Caride, junto a Urrusulo, criticó con dureza la manipulación de los presos “por los comisarios políticos que trabajan en despachos sin cerrojos”.
Con la mochila preparada

Manrique de momento espera con la mochila preparada. El Ministerio del Interior, a pesar del ruido mediático de algunas asociaciones de víctimas, “me ha dado una oportunidad que pienso aprovechar porque es absolutamente legal. Quiero que esto acabe”. Este es su mantra. Un mantra compartido por más de una víctima.



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