viernes, 30 de enero de 2015

30 enero 2015 (4) ABC (opinión)

30 enero 2015 


GAC: Las siglas del anarquismo que ha querido sembrar el terror en España

Los Grupos Anarquistas Coordinados, desarticulados por las fuerzas de seguridad, funcionaban como una “federación” de pequeñas bandas terroristas a las que se atribuyen nueve atentados



El GAC. Son las siglas de Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), el entramado que había germinado y crecido en España como franquicia de la internacional terrorista FAI-FRI. Las fuerzas de seguridad han dado por desarticulada una estructura que, pese a su corta vida —los GAC se promocionaron públicamente en círculos radicales en 2012— lograron en los últimos años perpetrar nueve atentados en nuestro país con cuantiosos daños materiales, pero con una corta lista de víctimas: una herida leve por la bomba que estalló en la Basílica del Pilar y un empleado de correos, herido también, al hacerle explosión una carta-bomba que iba dirigida contra un sacerdote de un colegio religioso de la Comunidad de Madrid. Lo primero ocurrió en octubre de 2012; el estallido “in itinere” de la carta-bomba, en enero de 2013.

En el intervalo entre ambos atentados habían sido detenidos por la Policía los acusados de colocar la bomba en la Basílica zaragozana. La operación policial contra ellos se desarrolló en noviembre. Fueron arrestados en Barcelona. De los tres detenidos, dos están en prisión acusados de ser los autores materiales: son los anarquistas radicales chilenos Francisco Javier Solar (“Cariñoso”) y Mónica Andrea Caballero (“Moniquita”), quienes tras haber logrado esquivar a la Justicia de su país acabaron fijando su residencia en España.

Barcelona, el epicentro de operaciones

Barcelona era su base de operaciones, y también la del GAC. “Moniquita” y “Cariñoso” encabezaban su autodenominado Grupo Insurreccionalista Mateo Morral, el mismo que ya había colocado tiempo antes una bomba en la madrileña catedral de La Almudena que no llegó a estallar porque fue detectada y desactivada. Los mismos a los que, al ser detenidos, la Policía les encontró documentación que apuntaba a que estaban preparando también otro atentado similar contra la Basílica de Montserrat.

Los dos chilenos, desde la prisión, han logrado hacer llegar en diversas ocasiones comunicados llamando a mantener la lucha, animando al “combate”. “Desde donde se esté: ni un minuto de silencio y una vida de combate”, decían en una carta que difundieron en internet webs de ultraizquierda el pasado otoño.

Poco después de esa llamada al “combate”, las fuerzas de seguridad activaban la operación Pandora, que se saldó el 12 de diciembre pasado con la detención e imputación de 11 personas, siete mujeres y cuatro hombres, la mayoría españoles, pero también una persona de nacionalidad italiana, otra uruguaya y una más con doble nacionalidad italo-austriaca.

La operación incluyó catorce registros en domicilios y centros de activismo radical ultraizquierdista. Todos en Barcelona y su entorno, salvo uno que tuvo lugar en Madrid, porque uno de los arrestados se había ido a vivir a la capital de España.

Federación de grupos terroristas

Ahora, los Mossos d'Esquadra han hecho públicos algunos detalles de las investigaciones que condujeron a todas esas detenciones, en una operación dirigida desde la Audiencia Nacional, la misma que desde noviembre de 2013 lleva las diligencias por las detenciones tras el atentado contra la Basílica del Pilar.

Los Mossos aseguran que los GAC están desarticulados, erradicados. Esta franquicia española de la internacional anarco-terrorista FAI-FRA no era una banda unitaria en sí misma, sino una suerte de federación de grupos terroristas anarquistas. Uno de ellos sería el Grupo Insurreccionalista Mateo Morral; otros, entre los que se repartían los once imputados por la operación Pandora del pasado diciembre.

Lo que los investigadores tienen claro es que contaban con estructura organizada, con coordinación y objetivos comunes. Habían interiorizado los objetivos de la FAI-FRI y se habían estructurado entre todos ellos “con finalidad terrorista de carácter anarquista violento”.

Sus acciones se remontan varios años atrás pero, según la investigación policial, fue en aumento desde que los GAC se presentaron públicamente en 2012 desde plataformas radicales de ultraizquierda.

Lista de atentados en España

El balance final son 14 imputados a los que se responsabiliza en distinto grado de la comisión de nueve atentados. Además del de la Basílica del Pilar y del intento de explosión en La Almudena, se les imputan también tres atentados coordinados en una sucursal de CaixaBank en el barrio barcelonés de El Clot, el envío por correo desde Barcelona de una carta-bomba dirigida al arzobispo de Pamplona y otra más, la que le estalló al empleado de Correos.

Asimismo, se los vincula con dos atentados simultáneos contra una sucursal de CaixaBank del barrio barcelonés de Sarriá y una en instalaciones del BBVA de Madrid, y el envío de dos cartas-bomba enviadas desde Barcelona a empresas italianas radicadas en Cataluña y Valencia.



Opinión:

Ruego que lo que a continuación voy a escribir se entienda desde el punto de vista legal de la cuestión. Si la legislación actual reconoce como “terroristas” las actividades cometidas por grupos de ideología anarquista, debo ceñirme a la legislación vigente.
Recuerdo esto porque en el estudio que presenté en diciembre de 2010 sobre la historia del terrorismo en Cataluña me basé en la legislación que recoge como terrorismo los hechos perpetrados desde 1960. En ese estudio aparecían actos realizados por grupos catalogados como anarquistas de los que se desconoce si han sido juzgados... y caso de haberlo sido, si lo fueron como actos terroristas.
Así pues, más trabajo. Diría que mas trabajo para las administraciones pero si éstas te dicen que “qiuen quiera algo que venga a vernos” o “el terrorisme no es prioritari per la Generalitat”, quizás tendrá que hacer esta labor el mismo de siempre.
¿Adivinan a quién me refiero?





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