miércoles, 18 de octubre de 2017

14 octubre 2017 Deia (opinión)

14 octubre 2017 



Etxerat saca la dispersión a la calle
Gasteiz y Laudio acogerán una exposición donde se analiza la situación de los presos de ETA

Una exposición mostrará en las próximas semanas en Gasteiz y Laudio los efectos de la política de dispersión de los presos de ETA, desde la “sangría económica” que supone para sus familias hasta las “víctimas mortales” que causa. La asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, presentó ayer en Gasteiz esta exposición que estará en la plaza de la Provincia de la capital alavesa la próxima semana, entre los días 16 y 22, y después se trasladará a la plaza Aldai de Laudio, del 23 al 28 de octubre. La muestra, bajo el título Sacando a la luz la dispersión,contará con varios paneles y una pantalla en la que se escuchará el testimonio de quince familiares y amigos de presos de ETA.
El objetivo es dar testimonio del “sufrimiento que genera” la dispersión y “buscar el reconocimiento de las 16 víctimas mortales que ha causado”, según explicaron ayer en rueda de prensa dos portavoces de Etxerat, José Ángel Aramendi y Pilar González, que recalcaron que visibilizar esta situación es una labor “imprescindible” si se quieren superar las “consecuencias del conflicto” y avanzar hacia la normalización y la paz.
Los portavoces de Etxerat recordaron que han pasado 28 años desde que se puso en marcha la política de dispersión y seis desde que ETA anunció el abandono de la lucha armada y, sin embargo, “nada ha cambiado” para los familiares de estos reclusos. Así, afirmaron que una parte “considerable” de la sociedad desconoce su realidad, censuraron las “trabas” de instituciones, el “silencio” de medios y la “ignorancia” e incluso “desprecio de algunos partidos” hacia su trabajo, y señalaro que todavía hoy se sigue “criminalizando” su labor, especialmente por quienes aún “continúan aplicando, defendiendo y justificando” esta “brutal política penitenciaria”.
Por ello quieren hacer visible la realidad de una “política de excepción que sigue generando mucho sufrimiento” y animan a la ciudadanía, agentes políticos y sindicales a visitar la exposición para conocer de primera mano las “funestas” consecuencias del alejamiento de los presos.

Opinión:

Aunque sea una cuestión humana y hasta humanitaria la de entender que toda familia quiere estar cerca de sus miembros presos, siempre que aparecen estas cuestiones me viene a la mente una pregunta que me hago desde 1987… cuando esos hijos, maridos, hermanos miembros de la banda terrorista ETA (o de cualquier otra) estaban durante largos tiempos fuera del ámbito de su cercanía familiar preparando y perpetrando atentados en otros lugares ¿por qué las familias callaban y no decían nada? ¿Es que esas familias nunca se preguntaron donde estaban todo ese tiempo su aita, su ama, su anaia o su lehengusu?
Repito que personalmente me es indiferente en qué cárcel estén, si están cerca o lejos de su lugar de residencia “habitual”, si merecen o no recibir visitas de esos familiares a los que no les importó donde estaban cuando disfrutaban de pasear por la calle buscando su próximo objetivo… pero lo que no puedo aceptar son lecciones de humanidad ni mucho menos exigencias de derechos por parte de este tipo de gente…

Y no hay que olvidar que la legislación, previo cumplimiento de ciertos requisitos, les ofrece ventajas como el acercamiento… así pues, ya saben lo que tienen que hacer…

No hay comentarios:

Publicar un comentario