viernes, 15 de marzo de 2013

15 marzo 2013 (12.03.13) Diario Jaen (opinion)

12 marzo 2013


Nueve años después del más grave atentado de la historia de España



El noveno aniversario del más trágico atentado terrorista de la historia de España ha estado marcado, de nuevo, por la falta de unidad de las asociaciones de víctimas a la hora de conmemorar la efeméride. Los homenajes a los fallecidos en los trenes de Madrid el 11 de marzo de 2004 se han realizado en escenarios diferentes, aunque con el sentimiento en común de que todavía quedan demasiadas heridas por cerrar. No solo personales, desde el lado más humano de la tragedia, sino también desde una perspectiva más política y social, con posturas absolutamente irreconciliables entre partidos.
Se da la triste circunstancia, además, de que la actualidad de este año ha dejado relegado casi a un segundo plano una ceremonia de primer orden, ensombrecida por los avatares del caso Bárcenas y el ambiente generalizado de casos de corrupción que sobresaltan a los españoles casi a diario. Así lo puso de manifiesto la presidenta de la AVT, María Ángeles Pedraza, que lamentó que haya diarios de tirada nacional “que no recojan ni una reseña del aniversario”. En otra línea, más crítica con el Ejecutivo, Pilar Manjón, de la asociación 11-M afectados del terrorismo, denunció el abandono “vergonzante, injustificable y sectario” y criticó que la deuda de la democracia con ellos “nunca estará saldada”.
Quizá nueve años no den todavía la perspectiva suficiente para poder cerrar el círculo y dejar el asunto claro para todos, sea cual sea su inclinación política, pero sí que es fundamental trabajar sin excusas para que los próximos aniversarios no sean un nuevo ejemplo de desunión. Tal y como se denunció ayer, hay que reclamar decisión y valentía para lograr el esclarecimiento total. Por el bien de las víctimas, que son las únicas a las que se debe el mayor de los respetos y a las que hay que arropar para que jamás puedan volver a decir que se sienten solas. No se pueden cerrar los ojos a algo que conmocionó como nada nunca antes había hecho a los ciudadanos de bien de este país.

Opinión:

Ciertamente hay noticias que duelen pero duelen más todavía cuando se desconocen las razones por las que ocurre lo que ocurre. Hablar de actos conjuntos entre entidades que tienen opiniones tan contrapuestas es hablar de un, al menos ahora, imposible acuerdo. Pero hay que plantearse las cosas seriamente: ¿cómo puede haber alguien que se dedique, día tras día, a maniobrar en contra de una sentencia y al mismo tiempo se dedique a exigir respeto por la justicia? ¿Cómo puede ser que alguien diga que tiene “x” miles de víctimas en una asociación y nadie, ni la propia Administración, se preocupe de cotejar los datos? ¿Es cierto que en algunas entidades se inscribe hasta el nieto de una víctima con la que nunca coincidió en vida? ¿A alguien le preocupa saber si esos nombres y apellidos de un listado tienen su “reconocimiento oficial” como víctimas del terrorismo? ¿Tienen un número de expediente?
Claro que hay que lograr el esclarecimiento total de todo lo que nos ocurre en la vida, pero por esa misma razón también, quien no esté de acuerdo con el “esclarecimiento” de lo que sea, debería aportar pruebas de sus sospechas y no simplemente dejar caer comentarios esperando que otros hagan el trabajo.
Y en cuanto a que existan diarios de tirada nacional que no hayan cubierto una noticia, sólo debo recordar que desde 1990 hasta hace muy poco tiempo, una de mis labores fue dedicartme a organizar actos en memoria de las víctimas del terrorismo coincidiendo con mi atentado, el de los almacenes Hipercor, que salvando el del Hotel Corona de Aragón (noticia estos días) es el más sangriento cometido por la banda terrorista ETA. Un breve repaso de las hemerotecas demostrará que ni esos actos, ni los organizados en homenaje a las víctimas del Cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona) ni ningún otro acto merecieron el interés de los medios de tirada nacional… pero eso nunca me sirvió de excusa para quejarme. Ni a mi ni a las víctimas que colaboraban conmigo.
Me gustaría saber cuál es la verdadera razón por la que algunos hacen las cosas…





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