27 noviembre 2024
Condenan
a la etarra García Montero a 26 años de cárcel por el asesinato de José María
Korta
Además,
tendrá que pagar 300.000 euros de indemnización a la viuda e hijos del
empresario guipuzcoano
El
8 de agosto de 2000, el empresario José María Korta fue asesinado en un
atentado con coche bomba cuando salía de su empresa en el polígono industrial
de Zumaia (Gipuzkoa).
Este
miércoles, la Audiencia Nacional ha condenado a 26 años y nueve meses de cárcel
a la exjefa de ETA Ainhoa García Montero, 'Laia', por el asesinato del
empresario guipuzcoano.
En
la sentencia dictada por los magistrados de la Sección Cuarta, condenan a
García Montero a 25 años de prisión por un delito de homicidio terrorista y a
un año y nueve meses por un delito de falsedad documental. Además, se le impone
el pago de una indemnización a la viuda e hijos de 300.000 euros.
García
Montero reconoció los hechos
Tal
y como recoge EFE, según el relato de hechos probados reconocidos por la propia
acusada, formaba parte en aquellas fechas del comando BURUNTZA/ZARTAKO de ETA,
y en unión de otras personas, decidió dar muerte a José María Korta Uranga,
propietario de la empresa Korta y presidente de la Asociación de empresarios de
Gipuzkoa.
La
información sobre el empresario, indica la resolución, se la había facilitado
la organización terrorista.
Sobre
las 12.15 horas del 8 de agosto de 2000, cuando Korta salió de su empresa y
subió a su turismo, la acusada y otra persona ya condenada por estos hechos,
empleando un radio mando, hicieron detonar el explosivo que habían colocado en
un coche aparcado en paralelo al de la víctima, lo que le causó la muerte.
Para
el Tribunal, la prueba practicada en la vista pone de manifiesto la
participación de García Montero en el atentado terrorista, teniendo en cuenta
el informe policial de Inteligencia, "de todo punto minucioso y
concienzudo en el examen de los elementos tenidos en cuenta,
interrelacionándolos" y dada la admisión de la acusada de su implicación
en los hechos.
En
el juicio, al ser preguntada por la presidenta del tribunal Teresa Palacios si
reconocía los hechos, la acusada se limitó a responder afirmativamente en
euskera.
Al
reconocer los hechos, el fiscal modificó su petición de pena de 30 años de
cárcel a los 26 años y nueve meses a los que ha sido condenada.
Según
informaron entonces a EFE fuentes jurídicas, al aceptar esta condena evitaba
llegar al límite de los 30 años de cárcel, lo que le permitiría descontarse las
penas a las que fue condenada en Francia, donde fue detenida, tal y como
establece la reciente reforma legal que beneficiará a los presos con condenas
previas en otros países de la UE.
Según
el escrito de acusación de la Fiscalía, para perpetrar este atentado García
Montero y trasladaron un Fiat Tipo robado hasta el aparcamiento que estaba
frente a la empresa y lo aparcaron en paralelo a un coche que solía utilizar la
víctima.
García
Montero y su compañero, según la sentencia, fueron los encargados de cambiar
las matrículas por otras falsificadas y de colocar "un artefacto compuesto
por entre 15 a 20 kilos de gelatina explosiva o dinamita tipo goma" dentro
de una tartera en el maletero.
Ya
condenada por participar en otros atentados
Por
este atentado, la Audiencia Nacional ya condenó en 2003 a Ibon Etxezarreta y
Patxi Xabier Makazaga a 25 y 27 años de cárcel, respectivamente.
García
Montero fue arrestada en mayo de 2003 en Saintes, en el suroeste de Francia, y
ha recibido condenas tanto en España como en Francia.
Entre
ellas figura una condena de 22 años de prisión por acceder a armas y explosivos
que se usaron en atentados como en el que murieron el ertzaina Mikel Uribe y el
exgobernador civil de Gipuzkoa Juan María Jauregi.
Opinión:
Quizás a alguien se le escape esta noticia, especialmente a
aquellos que juegan a desinformar repitiendo el mantra de que no se persigue a
los miembros de la banda terrorista ETA por cuestiones políticas o de intereses
partidistas.
Pues va a ser que no… se les juzga y se les condena… aplicando
una legislación basada en la sacrosanta Constitución española.
Del ismo modo que habría que volver a explicar que no son
los políticos los que “sueltan” a los terroristas sino los jueces de vigilancia
penitenciaria.
Pero hablar sobre esto es mejor dejarlo para otro momento.
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