martes, 29 de octubre de 2013

27 octubre 2013 (3) El Mundo del Siglo XXI (agradecimiento)

27 octubre 2013

La lista de la vergüenza
Entrevista con Sara Bosch, psicóloga del SIOVT


Del etarra Santi Potros, con sus 22 asesinados, a Pedro Luis Gallego Fernández, el violador del ascensor, o uno de los asesinos de Alcàsser... A continuación, la lista de la vergüenza, ordenada de más a menos años de condena.

SANTIAGO ARRÓSPIDE SARASOLA, "SANTI POTROS" (ASESINO). 3.122 años. 33 muertos. 26 años en prisión.
Por la masacre de Hipercor y la Plaza de la República Dominicana, en Madrid, el 14 de junio de 1986, tras la que murieron 12 guardias civiles.

RAIMUNDO PLATA (VÍCTIMA). Herido.
"Lo que ha sucedido me parece indignante, humillante... Creo que los máximos responsables son los políticos que negociaron primero y ahora están cumpliendo todos los apartados de una hoja de ruta a favor de ETA. Todo lo que sucede ya fue negociado por Zapatero y ahora se está llevando a la práctica por Rajoy".

ROBERTO MANRIQUE. Víctima.
"Se hace difícil entender que los terroristas salgan tras pocos años. Pero comprendo que, a nivel jurídico, no hay objeción: las leyes son las que son", dice este superviviente en Hipercor, de 51 años, casado y con dos hijos, y empleado en un bufete de abogados. "Desde 1989, fecha de la sentencia, sabía que esto acabaría pasando. Me duele como víctima, el tratamiento jurídico. Pero si aplaudía la ilegalización del entorno abertzale, ahora no puedo criticar esta decisión. Es la ley que tenemos".

ANTONIO TROITIÑO ARRANZ. 2.700 años. 22 muertos. 25 años en prisión.
Su primer asesinato lo cometió en 1983 al matar a un carnicero en Irún. Pertenecía al comando Madrid, uno de los más sanguinarios de ETA. Entre otros, asesinó al teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez, en Madrid, el 17 de junio de 1986.

CARLOS VESTEIRO. Hijo del fallecido.
"Siento asco, repugnancia, indignación. Considero que todo ha sido un pitorreo en contra de las víctimas. De todas maneras, no me ha pillado de sorpresa. Nos han hecho un daño enorme. En mi caso han conseguido que no pueda cerrar nunca la herida por el asesinato de mi padre. Permanentemente se vuelve a abrir. Por ejemplo, cuando la farsa de la huelga de hambre de De Juana Chaos. Luego, su fuga de la justicia. Ahora, la excarcelación de asesinos múltiples. No lo voy a perdonar en la vida".

JUAN JOSÉ ZUBIETA ZUBELDIA. 1.851 años. 10 muertos. 21 años en prisión.
Participó en el atentado contra la casa cuartel de Vic, Barcelona, donde murieron 10 personas, cuatro de ellas niños. También estuvo presente en el secuestro del industrial Adolfo Villoslada, liberado a los 84 días, tras el pago de casi 350 millones de pesetas a la banda.

ÀNGELS RIBÓ. Hermana de una asesinada.
"Siento una impotencia total. No considero personas a los terroristas. Saldrán a la calle sin mostrar arrepentimiento", clama la enfermera, cuya hermana, Núria, y su cuñado guardia civil murieron en el atentado, dejando una hija huérfana, de la que Àngels se ocupó. "A mí nadie me ha pedido mi opinión. Ni siquiera me han informado".

J. CARLOS ARRUTI AZPITARTE. 1.285 años. 14 muertos. 24 años en prisión.
Condenado por más de 20 delitos, entre ellos por el asesinato del subcomisario Pedro Ortiz; por el atentado contra la casa cuartel de LLodio; por el asesinato del general retirado Luis de Azcarraga, (condenado a 39 años); y por el asesinato de dos guardias civiles.

ÁLVARO AZCÁRRAGA. Hijo del general.
"El cumplimiento de cárcel que han tenido estos asesinos me parece escasísimo. La culpa la tenemos los españoles por votar a estos políticos. En estos momentos hay un partido que, para mí, tiene la máxima responsabilidad de lo que está sucediendo. Ese partido es el PSOE".

DOMINGO TROITIÑO ARRANZ. 919 años. 21 muertos. 26 años en prisión.
Autor del atentado con bomba en el Hipercor de Barcelona, el 19 de junio de 1987. Es el más sangriento de la historia de ETA: 21 muertes y 45 heridos. También participó en el atentado del cuartel de la Guardia Civil de la calle Navàs de Barcelona, en 1987, en el que murió Juan Fructuoso, la primera víctima civil de ETA en Cataluña.

JESÚS FRUCTUOSO. Hermano de Juan.
"Ni Troitiño ni los demás han pasado el tiempo suficiente presos", dice. "Acato la ley, pero estoy cabreado y tengo que aguantarme porque no puedo hacer nada".

MERCEDES ERNAGA ESNOZ. 794 años. 21 muertos. 24 años en prisión.
Por participar en el atentado contra el Hipercor de Barcelona. Le cayeron además otros 142 años de cárcel por un atentado perpetrado también en 1987 en el puerto de esa ciudad en el que falleció un guardia civil.

MARGA LABAD. Víctima de Hipercor.
"Me siento manipulada... Los partidos usan a las víctimas en su propio interés. Es una vergüenza. No deberían hacerse leyes con tantas fisuras", dice Marga, divorciada y madre de una hija. Sufre agorafobia. "Se ha creado una alarma innecesaria para las víctimas de terrorismo, pues los verdaderos presos preocupantes que saldrán a la calle son criminales, no terroristas", concluye ella, que también es víctima de violencia de género, violación y abusos deshonestos.

IÑAKI URDAIN ZIRIZA. 492 años, dos muertos. 28 años en prisión.
Por dos asesinatos, un secuestro y otros delitos de terrorismo. El etarra es culpable de asesinar a un guardia civil y un agente de la Policía Nacional, a José Antonio Aguirrezabalaga de la Granja, y de secuestrar al empresario Jaime Caballero.

LUIS AGUIRREZABALAGA. Hermano de José Antonio.
"Yo soy partidario de echar el cerrojazo", dice. "Aunque sea muy doloroso y difícil para las víctimas. Tenemos que mirar hacia adelante".

INMACULADA NOBLE GOICOECHEA. 397 años. Ocho muertos. 26 años en prisión.
Pertenecía al comando Madrid que asesinó al comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas el 17 de junio de 1986.

MARTÍN SÁENZ DE YNESTRILLAS. Hijo.
"En España se ha cometido la torpeza, gobierno tras gobierno, del PP y del PSOE, de negociar con ETA. Al final, todos hemos sido derrotados por los asesinos. La sentencia de Estrasburgo es la certificación de esa derrota. ETA ha dejado de matar porque ya no le hace falta. Están consiguiendo sus objetivos políticos por la debilidad del régimen político español. La segunda falacia de esta historia es cuando se responsabiliza al Tribunal de Estrasburgo de lo que ha sucedido y se afirma que su decisión está al margen de la política. No es verdad".

PEDRO LUIS GALLEGO FERNÁNDEZ. 273 años. Dos muertes. 16 años en prisión.
Además de dos asesinatos, pesan sobre él 18 violaciones. Mató a Leticia Lebrato y a Marta Obregón en 1996 y 1992, respectivamente.

PABLO LEBRATO. Padre de Leticia.
"Que todo el mundo se abroche bien los cinturones, porque este tío, además de violador, es un asesino", denuncia Lebrato. "A mi hija no consiguió violarla, la asesinó".

GUILLERMO VÁZQUEZ BAUTISTA. 253 años. Tres muertos. 23 años en prisión.
Miembro de los GRAPO, mató a los guardia civiles Isaac Rodrigo Ranilla y José Mª Sánchez Melero, en Gijón, el 28 de diciembre de 1989. Dos años después, asesinó al coronel Manuel López Muñoz, en Valladolid.

Mª ÁNGELES LÓPEZ. Viuda de Melero.
"Esto es una traición... El Gobierno nos ha utilizado como moneda de cambio con los terroristas".

MANUEL LORENZO VÁZQUEZ Y MANUEL JESÚS VELA. 212 años. 4 muertos. 19 años en prisión.
Los dos policías nacionales se personaron en la casa del empresario del granito David Fernández, en Nigrán (Pontevedra) y tras exigirle dinero y tenerlos retenidos varias horas, asesinaron al propio David, a su mujer Pilar, a su hija Marta y a la asistenta, Ana Isabel, el 31 de enero de 1994.

PEDRO FERNÁNDEZ. Hijo de la familia.
"Nos sentimos fatal", dice Fernández. "Sobre todo que haya decidido esto un tribunal que se llama de los derechos humanos, nos hace gracia que se preocupen de los derechos de los asesinos y no de las víctimas. De momento no hemos recibido ninguna notificación de cuándo saldrán en libertad".

MIGUEL RICART TÁRREGA. 186 años. Tres muertes. 20 años en prisión.
Por el secuestro, violación y asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, conocidas como las niñas de Alcàsser, el 13 de noviembre de 1992. Ricart es el único condenado por este triple crimen, ya que el otro autor de los hechos, Antonio Anglés, continúa en paradero desconocido.

ROSA FOLCH. Madre de Desirée Hernández.
"Los derechos humanos los tenían las niñas, mi hija y sus amigas tenían derechos, no estos asesinos", asegura Rosa, quien adelanta que seguirá luchando en los tribunales para que el asesino de su hija no salga de prisión.

NICOLÁS FRANCISCO RODRÍGUEZ. 114 años. Dos muertos. 24 años en prisión.
Asesinó al jefe de la Policía Municipal de San Sebastián, Miguel Garciarena Baraibar, el 27 de noviembre de 1980. También mató al abogado José Mª López de Orueta.

JOSÉ ANTONIO DÍAZ. Chófer del policía, también herido en el atentado.
"Creo en la justicia, pero al Tribunal de Derechos Humanos, que ahora permite que los terroristas salgan a la calle, hay que decirle que las víctimas también tenemos derechos humanos".

JOSEFA RODRÍGUEZ PORCA. 83 años. Un muerto. 24 en prisión.
Miembro del Exército Guerrilleiro do Pobo Galego, asesinó al guardia civil Benedicto García Ruzo, en Irixoa, A Coruña, en 1989. En el mismo atentado quedó gravemente herido el también guardia civil Antonio Pérez Freire, a manos del terrorista Manuel Quintans, colega de Porca.

MARÍA LUISA MOSQUERA. Viuda de Freire.
"Los terroristas salen de las cárceles, pero nuestros muertos se quedan en los cementerios. Es algo horrible", dice Luisa, que el viernes reconocía que se había pasado la semana en cama, "destrozada". Nunca creí que llegaríamos a semejante injusticia, merecemos justicia y también respeto. Ya tenemos bastante con sobrevivir con la pena".

Mª JESÚS ROMERO VEGA. 75 años. Un muerto. 23 años en prisión.
Asesinó al médico José Ramón Fernández, en Zaragoza, el 27 de marzo de 1990. Lo hizo compinchada con su colega del GRAPO Guillermo Vázquez Bautista. Además, se le imputó la colaboración en otros delitos.

PEPA YANGÜELA. Viuda del doctor.
"Yo no quiero vivir de víctima, he intentado no odiar, he perdonado a los asesinos de mi esposo porque soy católica. Pero lo que está sucediendo me causa una tristeza espantosa. Acato la decisión de los jueces, pero en absoluto la comparto. Las leyes no han de ser sólo normas que hay que cumplir. Las leyes han de ser justas. Y la justicia ha de ser ciega, de lo contrario, ¿de qué hablamos cuando hablamos de democracia?".

LUIS Mª LIZARRALDE IZAGUIRRE. 74 años. Dos muertos. 19 años en prisión.
Asesinó al guardia civil Luis Miranda Blanco, hirió a su compañero José Paradero Garrote y colaboró en la muerte del concejal de UCD Ramón Baglieto, en 1980.

PILAR ELÍAS. Viuda de Baglieto.
"Esto es un disparate, no hay vergüenza", denuncia Elías. "¿Qué se han creído esos jueces de Europa, que ahora hablan de los derechos humanos de los terroristas? ¿Qué saben ellos de nuestro sufrimiento de tantos y tantos años? ¿Y qué va hace nuestro Gobierno, callar y acatar? ¿Dónde está la soberanía nacional? Es un escándalo".

FCO. JAVIER LUJAMBIO GALDEANO. 54 años. Dos muertos. 29 años en prisión.
Tras asesinar a los guardia civiles Francisco Ruiz Fernández y Francisco Puig Mestres, en Goizueta (Navarra), el 15 de mayo de 1980, protagonizó un asesinato frustrado.

ADELA P. MESTRE. Hermana de Francisco.
"Tengo encima una indignación tan grande que hasta las palabras no me salen. Estos señores han cometido una barbaridad dejando libres a toda esta gente. No tiene sentido que, después de haber hecho tanto mal, de haber destruido vidas y familias enteras, ahora salgan a la calle. Que me lo expliquen...".

LUIS Mª AZKARGORTA BELATEGI. 38 años. Un muerto. 28 años en prisión.
Asesinó al policía Félix Gallego Salmon en Vitoria, el 14 de septiembre de 1985. Fue condenado también por colaboración con banda armada.

FÉLIX GALLEGO. Hijo del asesinado.
"Todo lo que está pasando es fruto de un politiqueo barato que viene de hace tiempo. En España no hay soberanía nacional, se hace lo que mandan los de fuera. O al Gobierno no le interesa apoyarnos o no puede apoyarnos... Es insultante".
Con información de Marcos Sueiro

ETARRAS
Acaiturri Irazabal, Iñigo
Aguinagalde Urresterazu, Jon Koldo
Alza Hernández, Antonio
Amantes Arnaiz, Josu
Aracama Mendia, Iñaki
Arizmendi Oyarzabal, José
Artola Ibarreche, Joseba K.
Barandalla Iriarte, Bautista
Berganza Cendegui, Santos
Beristain Urbieta, José María
Bollada Álvarez, Jesús
Cadenas Lorente, Oscar
Churruca Madinabeitia, Lourdes
Del Olmo Vega, Fernando
Delgado Goñi, Juan Ignacio
Diaz De Heredia, Jesús
Díez Torre, Fernando
Echeverría Pascual, José I.
Erro Zazu, Ignacio
Extraeria Lete, Pedro
Fernández Castañares, Elías
Fernández De Larrinoa, Ignacio
Gabirondo Agote, Juan Mª
Garalde Bedialuneta, Isidro
García Del Molino, Antonio
Goldaraz Aldaya, Javier
Gómez López, Juan Francisco
González Endemaño, Jorge
González Rodríguez, Manuel
Hermosa Urra, Koldo
Ibáñez Diez, Raúl
Lasa Michelena, Juan Lorenzo
Legorburu Guerediaga, Juan José
López De Luzuriaga, Gotzone
López Ruiz, José Antonio
Martínez De La Fuente, José R.
Martínez Izaquirre, Javier
Martínez Sustatxa, Itziar
Mendiburo Iturrain, Ignacio
Mendinueta Flores, Jesús Mª
Michelena, Ander
Odriozola Aguirre, Pedro Juan
Onaindia Susaeta, Miren Josune
Orotegui Ochandorena, Ignacio
Pacho Martín, Inmaculada
Pérez Díaz, José María
Piriz López, Juan Manuel
Pujana Alberdi, Iñaki
Recarte Ibarra, Iñaki
Rezabal Zurutuza, Pedro Mª
Sagastume Arrieta, Miren Maitane
Sancho Biurrun, Joaquín
Solana Arrondo, Pedro Mª
Turrientes Ramírez, Miguel
Urain Larrañaga, Joaquín
Uribe Navarro, Ramón
Urquizu Ormazabal, Juan A.
Uzkudun Echenagusia, Josefa
Uzkudun Etxenagusia, María Josefa
Viguri Camino, José Ángel
Zabaleta Elosegui, José Javier
Zabarte Jainaga, José Félix
Zugadi García, Joseba

GRAPO.

Cela Seoane, Jesús
González Rodríguez, Concepción
León Lara, Encarnación
Oliveira Alonso, Olga
Simón Quintela, Jaime

GAL

Miquel Gutiérrez, Ismael

DELINCUENTES COMUNES.

Abal Iglesias, Arturo
Diop Seydi, Habit
García Ribado, Pablo Manuel
Mallo Martínez, Manuel
Romero Hernández, Pedro José
Sánchez Sánchez, José
Seco Martínez, Pedro Antonio
Valentín Tejero, Juan Manuel
Vasquez García, Abel De Jesús
Villalón Diez, Joaquín

SARA BOSCH, EXPSICOLOGA DEL SERVIVIO DE INFORMACION Y ORIENTACION A VICTIMAS DEL TERRORISMO DE LA GENERALITAT DE CATALUNYA

Sara Bosch (Barcelona, 1967) lleva 21 años asistiendo a víctimas "eternas", a víctimas de actos terroristas. En especial a las del atentado de Hipercor de 1987, el más sanguinario de ETA. Pero también a las del 11-M; a las del cuartel de la Guardia Civil de Vic; a los familiares del agente policial Miguel Gervilla —asesinado por un artefacto dirigido al periodista Luis del Olmo—; a abundantes damnificados por acciones terroristas en el País Vasco… Considerada una eminencia en psicología de emergencias, atención a víctimas de terrorismo y trastornos postraumáticos, Sara ha tratado a más de 400 familias integrantes de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas. En la semana en que el fallo de Estrasburgo anula la doctrina Parot y remueve el dolor de las víctimas, ella explica a Crónica que la decisión afectará a todas las víctimas. "Todos ellos van a sentirse mal. Todos. Porque se trata de reacciones emocionales previsibles humanas y legítimas. Pero cada uno lo afrontará como ha venido haciéndolo todos estos años. Con el mismo estilo".
A diferencia de las víctimas de otros hechos traumáticos, las del terrorismo cargan con el tema político. Con frecuencia, pasan de recibir "un alto grado de apoyo y de solidaridad de manera inmediata a, tarde o temprano, ser vistos como ciudadanos reivindicativos que intentan que sus derechos sean atendidos por encima de los de otros". Bosch mantiene una relación tan buena con las víctimas de Hipercor [22 muertos y 45 heridos] que la consideran, más que una psicóloga, una amiga de la familia. Estos días, ella sufre al contemplar cómo "recaen" como moscas.

—¿Cómo se sienten?
—Conviven con cuatro sentimientos que se enlazan y se retroalimentan: dolor, miedo, sentimiento de injusticia y de abandono.
La nueva exposición al dolor aumenta su pena. "Por eso, las palabras memoria, dignidad y justicia siempre les han sonado fuertes".

—¿Cómo reaccionan ante el fallo?
—Consideran que la Justicia debe contemplar el dolor. Al ser imposible un resarcimiento, ponen sus esperanzas en ella: en que quienes han destrozado sus vidas o el futuro que forjaban reciban, al menos, la pena máxima. […] Reaccionan con miedo ante la salida de un terrorista. La diferencia es que ahora salen contentos. Ufanos. Con la chulería del etarra. Un hecho así les muestra que la Justicia y lo justo no es lo mismo.
Lo que los etarras viven como una victoria supone una derrota para las víctimas. Así es como lo viven. "Para las víctimas, la reciente sentencia es más que una ley que hay que acatar, respetar y aceptar. Lo ven como un triunfo de los terroristas. Un triunfo para el que, además, usan el Estado de Derecho que aborrecen. Un pulso ganado por los etarras". Pedimos a la experta que elabore un manual de apoyo a las víctimas, un decálogo de psicología útil adaptado al "dolor" y la "impotencia" que sienten ante la sentencia de Estrasburgo.

1. EXPRESAR SENTIMIENTOS. Las víctimas de una acción terrorista no sólo sienten dolor y miedo, pues "los sentimientos de injusticia y de abandono siempre están presentes". Sus reacciones emocionales iniciales "serán muy intensas y pueden vivir este hecho como un daño directo añadido al que ya tienen". Bosch les recomienda "expresar sus sentimientos (y no sólo su opinión) a personas que puedan entenderles".

2. HUIR DE FINES POLÍTICOS. Con frecuencia, las víctimas muestran rechazo a ser utilizadas con motivación política y electoral. La psicóloga les recuerda que "lo que vivieron fue un acto criminal injustificable por ninguna ideología democrática".

3. ESPERAR PROTECCIÓN DEL ESTADO. "Esperan ser protegidas y resarcidas por un Estado de Derecho. Dado que la evolución legislativa ha sido considerable en estos años, pueden seguir haciéndolo", apunta Bosch, conocedora del vuelco emocional que, para una víctima, puede suponer ver a un etarra celebrando una decisión judicial. "Cada vez que tantos ciudadanos homenajean a terroristas, cada vez que celebran algo con un brindis, están triunfando sobre nuestro sistema, ése que han intentado desmoronar con su horror. A la vez, las víctimas pierden en dignidad y sube su dolor".

4. LA SENTENCIA NO ES UN TRIUNFO DEL TERRORISMO. A las cuatro emociones de dolor, miedo, sentimiento de injusticia y de abandono, se suman ahora las de rabia e impotencia. "Porque cada vez que los etarras ganan, las víctimas pueden sentir que pierden", insiste la psicóloga. "Pero si una víctima siente que la noticia de esta semana ha sido un triunfo de los terroristas, quizás le ayude pensar que ni ella ni sus familiares pretendieron ganar ninguna lucha: su objetivo es el fin del terrorismo", afirma Bosch, que recuerda que "la noticia no es comparable a la de un nuevo atentado".

5. ACTIVIDADES AGRADABLES. Frente a decisiones como la de Estrasburgo, es frecuente que una víctima no sólo recuerde, "sino que también reexperimente". Por esa razón, lo conveniente es que "procure hacer cosas que sabe que le ayudarán a recuperarse". Y es que, como en otras ocasiones en las que se ha avivado el dolor, "estos días van a ser más difíciles para la víctima".

6. RECHAZAR PENSAMIENTOS NEGATIVOS. "Es conveniente que identifiquen los pensamientos que, más allá de que sean justos, les hacen sentirse peor. Después, deben optar por los que más le ayuden a seguir adelante", receta la psicóloga. "Lo dirán de una manera u otra, pero [tras la sentencia] su sentimiento es de pérdida de algo ganado. Y se volverán a sentir abandonados por un sistema que da la razón a los terroristas. Aunque sea en una sentencia y en la más pura y estricta legalidad, las víctimas no pueden en general ver más allá de eso". Y las que sí pueden, ¿cómo lo logran? "Lo consiguen porque no han dejado su dolor, su sentir o el futuro de sus vidas en manos de las decisiones de jueces o políticos. Porque han optado por no depender de eso. Y, pese a que será un mazazo y una soberana decepción, pensarán que la ley es la ley".

7. NO AISLARSE. "Caminar a solas o hacer alguna actividad individual es recomendable. Pero es necesario que comprueben que eso no les aleja demasiado de aquellos que están a su lado. La familia podría resentirse también", indica Bosch.

8. MANTENER LA RUTINA. La especialista insta a las víctimas a que no abandonen ahora sus actividades cotidianas. "Que no abandonen su rutina, porque, a pesar de lo que sientan, es preferible que procuren mantener su normalidad de vida".

9. PEDIR AYUDA. En ocasiones, las víctimas rechazan ayuda psicológica y psiquiátrica a pesar de que puedan necesitarla con urgencia. "Si la noticia les hace sentirse demasiado afectados, que recuerden que hay personas y profesionales que quieren y pueden ayudarles".

10. RECORDAR QUE NO ESTÁN SOLOS. Sara ha comprobado en primera persona que estas personas "han quedado enormemente agradecidas con la solidaridad que han recibido". Y la psicóloga les recuerda a las víctimas: "Millones de personas entienden y comparten lo que estáis sintiendo ahora. Aunque no las conozcas".

Opinión

desde este blog quiero poner de manifiesto mi admiración y mi gratitud hacia Sara Bosch, con quien llevo trabajando en la asistencia a víctimas del terrorismo desde 1993, cuando una joven Sara, con la carrera recién terminada, se ofreció a colaborar conmigo y con José María Fuster-Fabra. Seguimos juntos, primero en la antigua AVT, mas tarde en la ACVOT (asociación catalana) y finalmente en el SIOVT (Servei de Informació i Orientació a Victimes del Terrorisme del Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya).
Desde julio de 2011 seguimos trabajando juntos, sin descanso y sin recursos ni ayudas por parte de nadie. Es lo que hay.

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