viernes, 25 de octubre de 2013

24 octubre 2013 (23.10.13) (2) El Pais (opinion)

24 octubre 2013 (23.10.2013)


Tener el valor de hacer pedagogía
Luis R. Aizpeolea







No deja de sorprender el dramatismo con que se ha acogido en este país la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina Parot que supone su práctica anulación. Primero porque ya se daba por hecho que así iba a ser cuando en julio de 2012 la pequeña Sala del tribunal dio la razón a la demanda de la etarra Inés del Río, que recurrió una aplicación retroactiva de la ley por la que fue condenada. Y segundo, porque cuando se debatió en el tribunal Constitucional español cinco contra siete magistrados presentaron enmiendas particulares contra dicha doctrina.

El Gobierno tiene alguna responsabilidad en ello porque, en vez de asumir lo inevitable y hacer pedagogía, hizo una campaña para evitar que la Gran Sala de Estrasburgo ratificara lo adelantado por la pequeña. Enfatizó que algunos de los etarras afectados estaban condenados por asesinatos múltiples y que en la lista había violadores que provocan un gran rechazo social. Lo resumió en el lema de que no debe valer lo mismo un asesinato que 23. La consecuencia de este discurso ha sido que surjan voces que le reclaman que se salte la sentencia de Estrasburgo, entre ellas la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

Es necesario tener en cuenta los sentimientos de las víctimas ante una sentencia que puede suponer la excarcelación de decenas de etarras. Pero el Gobierno podía haber aprovechado estos meses y hacer pedagogía. Así, los etarras que pueden ser excarcelados han cumplido una media de 25 años de condena y algunos son arrepentidos. Tampoco ha enfatizado el Gobierno que, a diferencia de cuando se aprobó la doctrina Parot en 2006, ETA cesó definitivamente hace dos años y lleva cuatro sin asesinar. Y no parece haber peligro de que los excarcelados reincidan.

También sería bueno que el Gobierno rebatiera con mas énfasis que la anulación de la doctrina Parot supone la derrota de la democracia y la victoria de ETA, como ayer dijeron algunos críticos de la sentencia. Hay que recordar que ETA ha cesado el terrorismo sin lograr ninguno de sus objetivos políticos –derecho a la autodeterminación y unión de Navarra y el País Vasco- y que si la izquierda abertzale ha regresado a las instituciones ha sido tras asumir en sus estatutos el rechazo al terrorismo de ETA de modo expreso, lo que el Gobierno no suele recordar.

Asimismo, sería bueno que el Gobierno y los partidos tuvieran el valor de decir que la venganza no conduce más que a la frustración. Que el Estado de Derecho debe propiciar la reinserción de los presos, como reza la Constitución, y mirar con la altura de miras de la Transición para que el odio no se transmita a otras generaciones, como lo piden los partidos vascos,incluidos militantes del PP. Pero auqí hay miedo a hacer pedagogía.

Pero, por encima de todo, las sentencias están para cumplirlas. Y la del Tribunal de estrasburgo forma parte del sistema judicial español, algo que conviene recordar ante las voces que hablan de “injerencias extranjeras”. Habrá que recodar que en junio de 2009 el mismo Tribunal de Estrasburgo avaló la Ley de Partidos, que había ilegalizado a la izquierda abertzale. Lo que demuestra su imparcialidad. Es más. Posiblemente, sea más imparcial que todos nosotros –tribunales, partidos, asociaciones...- a los que, a fin de cuentas, la presión del terrorismo ha condicionado de modo determinante nuestras vidas.

Opinión:

Solo quiero añadir un dato mas al artículo de Luis. En 1994, un reducido grupo de víctimas (en la antigua AVT) nos recorrimos miles de kilómetros de la geografía española para recabar firmas por la campaña “a favor del cumplimento íntegro de las condenas impuestas a terroristas”. Conseguimos 1.100.000 firmas y ello llevó a nuestro equipo de abogados (por cierto, gracias a la nueva dirección que aterrizó en 2002 no queda ninguno de aquella época), decía que aquel equipo de abogados preparó la modificación del Código Penal de 1995.
No fue necesaria ninguna manifestación, no hizo falta pasar de ser una asociación asistencial a ser lo mas parecido a un lobby político... sólo hizo falta gente preparada para trabajar, para explicar lo que el Código Penal de 1973 ofrecía, para atender a cada uno de los ciudadanos que acudían curiosos a las mesas solicitando información.
Estos días me he encontrado con ciudadanos que firmaron entonces y que desde aquel lejano 1994 conocen la legislación y se sienten aliviados al saber que colaboraron con aquel cambio legal
Tan aliviados que les duele, les molesta o directamente les jode que ahora otros vayan por ahí “vendiendo motos” sin recordar aquel trabajo arduo.

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