lunes, 27 de abril de 2015

26 abril 2015 elconfidencial.com (opinión)

26 abril 2015 


Interior recorta los efectivos anti-ETA de la Guardia Civil ante la agonía final de la banda

El Ministerio de Interior ha acelerado la reestructuración de las plantillas de las Fuerzas de Seguridad del Estado para adaptarlas al escenario desencadenado por el proceso de disolución de ETA





El Ministerio del Interior ha acelerado la reestructuración de las Fuerzas de Seguridad del Estado para adaptarlas al escenario que ha abierto el final irreversible de ETA. Según fuentes cercanas al Instituto Armado, la Dirección General de la Guardia Civil está acometiendo una profunda reorganización de los servicios de información dedicados a la lucha contra la banda terrorista para reducir su número de efectivos y reforzar los departamentos que afrontan en estos momentos la mayor carga de trabajo.
Parte de los agentes de la lucha contra ETA están siendo trasvasados a los grupos que lideran la lucha contra el terrorismo yihadista. Ese movimiento comenzó tras los atentados del 11 de marzo de 2004 y se aceleró después de que la banda anunciara el cese definitivo de su actividad en octubre de 2011. Pero, según fuentes cercanas al cuerpo, los traslados se han intensificado en las últimas semanas ante la percepción de que el final de la organización terrorista es definitivo, aunque su cúpula siga en la clandestinidad y aún no haya entregado todo su arsenal.

Cambios en las oficinas

Un portavoz de la Dirección General de la Guardia Civil asegura que se trata de un “proceso lógico, que entra dentro de lo normal” por el final de la violencia de ETA. Por motivos de seguridad, prefiere no poner cifras a esos movimientos de personal pero, según ha podido saber El Confidencial, los cambios han provocado incluso una redistribución de las diferentes unidades en las dependencias que ocupa el servicio de información del cuerpo, cuya ubicación también se mantiene en secreto.
La reestructuración no sólo tiene su origen en el declive de ETA. El proceso coincide con un grave repunte del fenómeno yihadista en los países occidentales por la propaganda masiva que irradia el Estado Islámico desde sus santuarios en Irak y Siria. La mayoría de las últimas grandes operaciones antiterroristas protagonizadas por la Guardia Civil han tenido como objetivo la desarticulación de células islamistas. La última de ellas se produjo hace un mes con la detención de cuatro miembros de una misma familia de Badalona (Barcelona) que planeaban unirse al Estado Islámico. Por el contrario, la última gran redada del Instituto Armado contra miembros de la estructura operativa de ETA tuvo lugar hace casi dos años, en mayo de 2013, con el arresto en Francia de seis integrantes del aparato logístico.

Refuerzo de la comandancias

La reducción del número de agentes de la lucha contra ETA también se está canalizando mediante traslados voluntarios a las comandancias regionales. Según las fuentes consultadas, se está facilitando el movimiento de agentes desde los servicios centrales a las unidades de información que la Guardia Civil tiene en cada una de las comunidades autónomas para abordar las amenazas desde un enfoque más local.
En la mayoría de los casos, estas salidas están sirviendo para que guardias que han pasado toda su carrera profesional combatiendo a la banda terrorista fuera de sus lugares de origen puedan regresar a su tierra sin dejar de pertenecer al servicio de información.
La reorganización no cuestiona la presencia del Instituto Armado en el País Vasco. Aunque el número de guardias en esa demarcación ha disminuido durante esta legislatura, Interior ya ha advertido de que la salida de la Guardia Civil no está sobre la mesa en el escenario post-ETA. De hecho, hace unas semanas inició los trámites para realizar obras de mejora por valor de 705.000 euros en el estratégico cuartel de Intxaurrondo, situado a las afueras de San Sebastián.

Opinión:

Parece que ya se reconoce que la banda terrorista ETA está en su agonía final. Vencida. Y no será por la colaboración de ciertos representantes políticos ni tan siquiera de algunos supuestos “representantes de las” víctimas.
Ha sido por el excelente trabajo de las FCSE y de la inmensa paciencia y dignidad mostrada por la también inmensa mayoría de la población. Y también porque los propios terroristas que tanto daño han causado saben que destrozar la vida y el futuro al resto de ciudadanos no conduce a nada bueno.
Pero quisiera hacer mención a un tema que quizás quede en el olvido. Si ahora se va a reforzar la lucha antiterrorista contra el yihaidismo… ¿alguien recordará que existen muchas grabaciones anteriores al 11M que esperan ser traducidas? ¿Habrá fondos económicos para traductores? ¿los habrá para mejorar el utillaje y la infraestructura que merece la investigación de este problema mundial?








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