martes, 14 de noviembre de 2017

11 noviembre 2017 (3) eldiario.es (opinión)

11 noviembre 2017



Jonan Fernandez

"Es fundamental que Sortu haga una reflexión crítica del pasado sobre el terrorismo de ETA"
"Cada vez está más cerca el final de este desencuentro con el PP en materia de memoria. La necesidad de que todos los grupos políticos compartan un espacio de reflexión se va a imponer", cree el secretario de Convivencia del Ejecutivo vasco, Jonan Fernández
"El preso de ETA que quiera mejorar su situación, avanzar en un proceso de reinserción, tiene que manifestar de alguna manera su distanciamiento crítico con el delito cometido", advierte
"Lamentablemente, en los últimos años, las políticas de reinserción en el Estado han estado abandonadas", critica Fernández
"En el mundo de ETA hay resistencia a dar pasos para su disolución, porque desde 2011 se podían haber dado muchos pasos y mucho antes", señala

El secretario general de Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno vasco, Jonan Fernández (Tolosa, 1962), denuncia que en la etapa del Ejecutivo del PP "lamentablemente, las políticas de reinserción en el Estado han estado abandonadas". Aunque también es claro a la hora de exigir a Sortu que es "fundamental que haga autocrítica" por su negativa a condenar el terrorismo y de reclamar a los presos de ETA que manifiesten de "alguna manera su distanciamiento crítico con el delito cometido" para que sea posible mejorar la situación carcelaria de los 330 reclusos etarras y una nueva política penitenciaria.
Reconoce que no tienen relación con el Ministerio del Interior -aunque el trabajo entre las direcciones de víctimas de ambos gobiernos sí funciona y está engrasado- y considera que es necesario buscar una coordinación con el Memorial de Víctimas del Terrorismo para evitar "no construir memorias en paralelo. Y ese riesgo, existe", admite.
El programa Adi Adian, las víctimas en las aulas, ha sido el protagonista por parte del Gobierno de esta edición del Día de la Memoria. 
Nos parece muy interesante saber cómo viven los jóvenes que no han vivido todas las historias traumáticas que han ocurrido en Euskadi en todo esto de la memoria y cómo les ha afectado a los que han escuchado las experiencia de las víctimas.
Esta es la generación que va a cerrar el ciclo violento en Euskadi y nos hemos encontrado con algunos estudios que revelan un alto desconocimiento de hechos como los GAL, el asesinato de Miguel Ángel Blanco, los asesinatos de Lasa y Zabala o la matanza de Hipercor.
El otro día hacíamos un ejercicio claro: un chaval o chavala que haya cumplido este viernes Día de la Memoria 18 años tenía 11 años en el último atentado de ETA, el del gendarme francés. Se está haciendo un trabajo importante de deslegitimación de la violencia en la escuela y con los testimonios de víctimas se refuerza de manera muy vivencial. Los chavales y chavalas que han pasado por el programa tienen un recuerdo muy fuerte de lo escuchado.
Y es muy necesario porque todavía pasan cosas en los institutos vascos de enaltecimiento de etarras, es verdad que de manera esporádica, pero que revelan la persistencia de una subcultura de la violencia.
Son muy puntuales, la verdad. La norma es lo contrario. Y cuando ha aparecido algún hecho aislado de este tipo el sistema educativo ha intervenido, ha trabajado con discreción, sin hacer ruido en los medios. A día de hoy, no hay un problema.
En el Día de la Memoria, el único en el calendario en el que no ha habido un atentado terrorista, hemos vuelto a constatar a división política. El PP, que ya veremos si finalmente aterriza en la ponencia parlamentaria de convivencia, lo ha celebrado de nuevo por su cuenta.
Es una dificultad. Da la impresión de que cada vez está más cerca el final de este desencuentro con el PP en materia de memoria.
¿Lo dice más como deseo o porque lo cree así?
Creo que es así. Desde que ETA anuncia el fin del terrorismo han pasado seis años, hemos asistido al desarme y vamos a asistir pronto a la disolución de ETA, a su desaparición -no sé cómo lo llamarán- y la necesidad de que todos los grupos políticos compartan un espacio de reflexión se va a imponer. Es deseo y pronóstico.
Le quiero recordar que el último intento en ese sentido le costó la cabeza a la entonces presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga. El PP de Alfonso Alonso no ha movido ni una coma en ese discurso férreo en materia de memoria y convivencia.
Así es. En el discurso público no se observan cambios a corto plazo, pero por otra parte también está la importancia de la mirada a la sociedad. Y el PP no es ajeno a lo que piensa la sociedad y su electorado. El Memorial de Víctimas del Terrorismo ha hecho una encuesta recientemente en la que muestra que hasta su electorado apoya el acercamiento de personas presas. Lo pongo solo como ejemplo. El sentido común social va a empujar desde todos los puntos de vista a un punto de encuentro.
La realidad es que, pese a que la convivencia es una pieza fundamental de su Plan de Convivencia 2017-2020, la realidad es que políticamente sigue encallado.
Hay dificultades, no cabe duda. Hay muchos elementos de avance, pero hay dos o tres puntos en los que todavía los nudos no se han desatado, y uno de ellos es el reto de constituir un espacio de reflexión en el que participen todas las familias políticas. Otro es el de la desaparición de ETA, la reflexión crítica sobre el pasado y la política penitenciaria. Son temas pendientes.
Luego los abordaremos. Pero antes quiero decirle que leído el plan, tienen una capacidad de fabricar 'palabros' tremenda: hablan por ejemplo de "convivencia conciliada".
En este país, hay mucha prevención a utilizar el concepto reconciliación, en todos los partidos. En otros lugares, muchos teóricos piensan que son dos cosas diferentes: la convivencia y la reconciliación; la convivencia sería, de alguna manera, la consecuencia de la reconciliación. Pero bueno, como hay esa dificultad pues usamos otros: normalización de la convivencia, convivencia conciliada, encuentro social... La idea es la misma: poder llegar a convivir con respeto a las diferencias y al pluralismo y en libertad.
Ha hablado antes de la necesidad de una mirada crítica al pasado, del daño injusto causado. Es una asignatura pendiente de Sortu, aunque algún paso tímido ha dado. Algo fundamental para ver cómo cerramos el ciclo de la violencia.
Me parece fundamental que hagan un reflexión crítica del pasado que deje claro que cualquier forma de terrorismo o violencia, también el de ETA, no tuvo sentido, fue injusto, utilícese el término que se quiera, pero que quede clara su deslegitimación. Y ahí la ponencia parlamentaria, si es capaz de elaborar una reflexión sobre el pasado compartida por todos, será un punto de inflexión. Esa reflexión será la base de una pedagogía del 'nunca más'. Y la base del despliegue de un trabajo educativo, universitario, etc. 
¿Y por qué tiene aún esa pesada mochila el mundo de la izquierda abertzale que nunca condenó a ETA? Incluso con ese argumento de Arnaldo Otegi cuando dice: "si no lo condené entonces, no lo voy a hacer ahora".
Algún pequeño paso se ha dado en esa línea, pero hacen falta más. Es muy especulativo decir el porqué. Pero incluso pensando en el futuro de los presos, desde ese punto de vista es también necesaria esa reflexión crítica. El preso de ETA que quiera mejorar su situación, avanzar en un proceso de reinserción, tiene que manifestar de alguna manera su distanciamiento crítico con el delito cometido. Y eso lo puede hacer en solitario, en la soledad de su celda, o lo puede hacer amparándose en una reflexión colectiva del mundo en el que participó.
¿Activar eso en ese mundo político no contribuiría precisamente a desanudar ese nudo?
Contribuiría y ayudaría, sin duda. Estamos esperando a que los presos empiecen a hacer sus peticiones de desarrollo de las vías legales penitenciarias. De momento no las hay, según nos cuenta el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro. Es algo extraño.
Lo decidieron en junio, ademas como colectivo, pero tampoco eso llega... El otro día nos desayunamos con un comunicado del EPPK [colectivo de presos de ETA] en el que solo nos cuentan a quiénes han elegido como líderes. ¿Por qué han variado de nuevo los tiempos? Todo se retrasa.
Habrá razones, pero es muy difícil entender la dilatación en los plazos. Realmente, la primera vez que el colectivo de presos dijo algo sobre esto fue en diciembre de 2013. Y estamos ya a finales de 2017. Es difícil de entender.
El lehendakari Urkullu, cuando recibe a los familiares de presos, se lo preguntará, ¿no?
En ese tipo de encuentros, el entorno familiar de los presos lo que dice es que eso es cosa de ellos, de los reclusos, que ellos están en lucha por las cuestiones humanitarias, etc. Lo lógico sería avanzar con claridad y rapidez en el desarrollo de las vías legales penitenciarias y también en la disolución de ETA y la reflexión crítica del pasado. Cuanto antes se hagan, mejor; y cuanto más tarde, peor.
¿Y ETA es la única que no lo ve, que poner en el congelador su disolución solo perjudica a sus presos?
(Silencio) La inmensa mayoría ve la importancia de estos pasos. En el mundo de ETA hay resistencia a dar estos pasos porque desde 2011 se podían haber dado muchos pasos y mucho antes. Un ejemplo es el tema del desarme: al final el modelo de desarme por el que se optó es muy parecido al que en diciembre de 2014 propuso el Gobierno vasco y entonces se nos descalificó. No sabemos por qué se producen esos retrasos, pero perjudican y hacen más costosa la tarea de reconstruir la convivencia.
Y lo de la disolución de ETA es igual, ¿por qué ahora se retrasa todo a casi el Aberri Eguna del año que viene?
Y hay que recordar que las primeras filtraciones que nacen de ese mundo sobre los pasos importantes que iba a dar ETA y los presos son del verano de 2013. No conocemos las razones claras que expliquen estos retrasos. No voy a especular.
¿Qué relación tienen ahora con el Gobierno central, con el Ministerio del Interior? No solo en esta materia, también en el Memorial de Víctimas, ley de abusos policiales, etc.
Hay canales de comunicación y, principalmente, en materia de víctimas hay colaboración a nivel de Dirección de Víctimas de ambos gobiernos, para resolver por ejemplo expedientes concretos. Eso está engrasado. Y en el Memorial y política penitenciaria, pues siendo un poco diplomático, diré que es mejorable. En materia de memoria es muy importante que haya más coordinación entre el Centro Memorial y Gogora.
¿Hay suspicacias por ambas partes, tiranteces, formas diversas de ver el trabajo sobre la memoria?
Vamos a tomar la iniciativa desde Gogora y desde mi Secretaria para mejorar la coordinación con la dirección del Centro Memorial de Víctimas. Iremos con un planteamiento muy abierto: lo lógico es que colaboremos más, nos coordinemos mejor, evitar duplicidades, ver dónde podemos colaborar. ¿Por qué no vamos a poder organizar unas jornadas conjuntamente o un seminario o exposición? Y luego hay que reflexionar conjuntamente, tal vez entre gobiernos, sobre la importancia de no construir memorias en paralelo. Y ese riesgo, existe.
¿Cree que el Memorial de Víctimas del Terrorismo que dirige Florencio Domínguez está activando personas y trabajos con el objetivo de plasmar una memoria distinta a la del Ejecutivo vasco?
No me refiero a eso. Digo que no hagamos política de memoria que hagan construcciones en paralelo, sin vías de comunicación entre ellas. Que haya un pluralismo a la hora de abordar la memoria es normal, pero debe haber elementos el común, iniciativas y reflexiones conjuntas.
Eso sería más fácil si tuvieran ustedes una buena relación con el ministro del Interior, por ejemplo.
Sin duda.
Pero no es el caso.
Bueno, no sabemos si la tenemos buena o mala porque no la tenemos... pero bueno, tenemos comunicación y esperemos que vaya a mejor.
¿Y con la dirección de Instituciones Penitenciarias y con Ángel Yuste?
Hay comunicación para explorar casos humanitarios, pero no hay un trabajo estructurado.
¿Por qué? No sabemos lo que le ha contestado Rajoy a Urkullu cuando el lehendakari le plantea lo de acercar a los presos a cárceles que estén a menos de 250 kilómetros de Euskadi, por ejemplo.
Ahora nos estamos encontrando también con que no hay nada más que Catalunya en la política. Pero es evidente que tenemos diferentes perspectivas en materia de política penitenciaria entre ambos gobiernos. Rajoy dice que no modificará su política con los presos hasta que ETA se disuelva, nosotros exigimos la disolución de ETA, pero creemos que hay cuestiones de tipo humanitario que se pueden hacer en cualquier momento. Principalmente porque el alejamiento de presos perjudica fundamentalmente no a los presos, sino a sus familias. Es de sentido común tenerlos a un distancia cercana a sus domicilios. Y con los presos enfermos exactamente igual. Pero no encontramos la posibilidad de compartir soluciones entre ambos gobiernos. Para el año que viene vamos a aprobar un decreto, en colaboración con el Departamento vasco de Justicia, para favorecer la reinserción. Y queremos buscar una cierta complicidad con el Gobierno español y que el mundo de ETA estuviese dispuesto a hacer un recorrido así. Ayudaría tener la transferencia de Prisiones, claro.
Acabamos de conocer esta semana la decisi´`on del juez de Vigilancia Penitenciaria sobre los últimos presos arrepentidos de ETA de la vía Nanclares. ¿Qué le parece la resolución de esos cuatro casos?
Es una buena noticia porque desarrolla el principio constitucional de reinserción. Lamentablemente, en los últimos años, las políticas de reinserción en el Estado han estado abandonadas.
No me gustaría acabar la entrevista sin tocar dos tema: el recurso de la Abogacía del Estado a la ley de Abusos Policiales y su suspensión de parte del articulado por el Constitucional  y la política con los migrantes y los corredores humanitarios.
En el caso de las víctimas de abusos policiales vamos a activar la comisión porque la ley está vigente en aquellos artículos que no han sido suspendidos.
Hombre, han suspendido el corazón de la ley ¿No va a generar eso más frustración si finalmente esos expedientes no tiene paraguas legal?
No desarrollarla sí que supondría una frustración total para las víctimas. Vamos a ser muy claros con la víctimas para no generar una expectativa falsa y decirles qué recorrido podemos hacer. La comisión puede recibir las peticiones, entrevistar a las víctimas y con los casos que tengan una resolución judicial o administrativa la comisión puede llegar a dictaminar.
¿Dictaminar y reparar a la víctima? ¿Está seguro de eso?
Sí, sí, porque el auto del Constitucional levantó la suspensión de una serie de artículos y lo que viene a decir es que si una víctima presenta en su petición algún tipo de resolución que acredita lo que ocurrió, es posible dictaminar.
El problema con estas víctimas, aparte del olvido al que habían sido sometidas, precisamente es que carecían de esas resoluciones, y esa labor la hacía la comisión de valoración.
Ya hubo en el anterior decreto un número, muy limitado de víctimas es verdad, que pudo acreditar resolución. Y un porcentaje podrá hacerlo ahora también.
Los migrantes, no nos olvidemos.
Los corredores humanitarios. Aquí tenemos un poco de frustración porque tenemos una sociedad civil e instituciones dispuesta a hacer un esfuerzo importante en materia de acogida de personas refugiadas, pero los Estados están incumpliendo sus compromisos. Intentamos por todos los medios abrir puertas, y la vía de los corredores humanitarios es interesante, pero necesitamos el aval del Gobierno español porque solos no podemos hacerlo.

Opinión:

Para tener conocimiento sobre un tema hay que tener experiencia y datos, pero sobre todo experiencia, porque los datos hay quien se los puede cocinar a su gusto (y si no que llamen a Indra...).
Pero en cuanto al tema de la opinión de “las” víctimas habría un método muy sencillo para conocer lo que pensamos... que la administración enviara una encuesta a “las” víctimas para consultar nuestra opinión.
Aunque está claro que para eso la administración debería tener muy claro ANTES de hacer nada varios puntos: ¿qué es REALMENTE terrorismo? O  ¿quién es REALMENTE víctima del terrorismo?

Y si hicieran eso se descubrirían tantas trampas y tantos vividores que se venden al mejor postor que, seguramente, nunca se atreverán a preguntar a “las” víctimas lo que pensamos... hasta tendrían que localizar a muchas que hasta la fecha están en paradero desconocido y eso, seguramente también, malograría la imagen de la propia administración...

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