lunes, 3 de octubre de 2022

30 septiembre 2022 Diario Vasco (opinión)

30 septiembre 2022 



«Las víctimas son las grandes paganas de la disolución»

‘Héroes de la retirada’ propone aprovechar la justicia restaurativa «para que por lo menos las familias de los asesinados sepan qué ocurrió.

Podría ser un gesto por parte de los ‘polimilis’»

‘Héroes de la retirada’ (Ed. Tecnos) nace con motivo del 40 aniversario de la rueda de prensa en la que ETA-pm anuncia su disolución, tal día como hoy de 1982. Uno de los coordinadores del libro, el historiador Gaizka Fernández Soldevilla, considera que «merecía la pena dar a conocer este proceso porque casi nadie se acuerda de lo que fue ETA político militar ni de su final». Reconoce que las víctimas –los ‘polimilis’ cometieron 28 asesinatos–, «son las grandes paganas de este proceso de disolución».

–El libro arranca con el encuentro ‘secreto’ de Juan José Rosón y Mario Onaindia dos años antes de la fecha de la disolución, en un restaurante en Madrid, en el que también estuvo su viuda, María Rosa Boix, sentada cerca en otra mesa. ¿Qué le ha revelado?

 –Los dos testigos principales de ese encuentro están muertos y yo no pensaba que sería posible reconstruir el encuentro, pero la buena suerte es que la viuda de Rosón tiene muy buena memoria. Estuve con ella alrededor de dos horas y se acordaba perfectamente de que su marido le pidió que estuviese presente en una mesa en el restaurante donde comieron, pero de una manera discreta, porque la consideraba su talismán de buena suerte y para el ministro el encuentro con Onaindia era tan importante como para llevarla. Su testimonio nos permite reconstruir el hecho, saber que había sintonía entre ellos desde el principio y que esa buena relación personal se va a desarrollar con el tiempo y es la base de todo el proceso.

–¿Le contó la reacción de Rosón después de la cita?

–Nos dijo que siguieron teniendo reuniones más o menos secretas antes de que ninguno de los dos lo contase a sus respectivos equipos, ni Rosón al Gobierno ni Onaindia a Euskadiko Ezkerra.

–¿Qué es lo que les lleva a pensar en la disolución?

 –Hay varias razones. Cuando entrevisté a los ‘polimilis’ cada uno tenía sus motivaciones. Una muy importante era el Estatuto de Autonomía por el que habían hecho campaña. Cuando se aprueba dicen: ‘¿Por qué vamos a seguir si ya hemos logrado lo que queríamos?’. También hay un agotamiento del modelo de relación, EE quiere hacer política normal y los ‘polimilis’ son un lastre.

–¿En algún momento hacen autocrítica de los asesinatos que habían cometido?

–En ese momento no, en el 82 no hay ningún arrepentimiento. Solo se les exige dejar las armas y renunciar a la lucha armada, pero no arrepentirse. La gente de HB les llama arrepentidos, pero no lo hacen. Pero es cierto que con el tiempo muchos de esos ‘polimilis’ sí van a hacer una reflexión crítica. Tanto es así que muchos de ellos acabarán en Gesto por la Paz o impulsando la parte política del Pacto de Ajuria Enea. Muchos han militando más tiempo contra ETA que dentro ella.

–Entre 1982 y 1985 se concedieron 44 indultos, pero pasaron casi desapercibidos. ¿Se ocultan deliberadamente?

–Nadie le prestó atención. Hasta el 85 hay entre 250 y 300 etarras reinsertados. El proceso sale adelante porque no hay prácticamente voces críticas de manera pública y porque se hace todo de una manera muy discreta. No hay homenajes cuando los etarras vuelven a casa y, además, los ‘polimilis’ tampoco exigen un protagonismo político, la mayoría se van a casa, tienen pequeños trabajos, pero no van a tener cargos públicos de importancia.

–¿Cómo regresan a casa?

–No hay ningún tipo de investigación, ni de exigencia real de saber si han cometido crímenes de sangre o no, se hace la vista gorda colectiva, como si no hubiese pasado nada.

–Los ‘polimilis’ cometen 28 asesinatos. ¿Alguno de ellos ha colaborado para esclarecerlos?

–No lo han hecho. A los ‘polimilis’ ni siquiera se les pidió colaborar con la justicia y no ayudaron a resolver ningún crimen. De hecho, la mayoría de ellos están sin esclarecer. No se sabe quién fue ni qué ocurrió, quitando el de Berazadi que sí ha habido algún ‘polimili’ que ha hablado. Gema Varona, en su capítulo, propone aprovechar en estos casos la justicia restaurativa, para que por lo menos las familias de las víctimas sepan lo que les ocurrió. Después de 40 años podrían ayudar a las familias que quieran saber qué pasó. Podría ser un gesto por su parte. En aquellos años a las víctimas no se les preguntó, ni se les dejó hablar, no tenían voz ni voto, solo veían la impunidad de los victimarios y son las grandes paganas de esta historia, pagaron un altísimo precio. Como sociedad es algo que debemos compensar.

–¿Qué conclusión se saca del proceso 40 años después?

–Una muy clara: que fue una medida excepcional, una amnistía encubierta, que fue el último fruto de los grandes consensos de la transición. Que tuvo el éxito de permitir que 250 etarras volviesen a casa y sobre todo que las víctimas potenciales de esos etarras salvasen la vida. Además, la oportunidad que se le da a los ‘polimilis’ en el 82 se le da al resto de bandas. Los miembros de ETA-m podían haber vuelto a casa, tener una amnistía y nos podíamos haber ahorrado 480 asesinatos. Pero no quisieron aprovechar esa oportunidad histórica porque creían que matando más gente iban a lograr sus objetivos.

Opinión:

Excelente información que nos relata aquellos años oscuros y convulsos de la banda terrorista ETA y las diferentes ramificaciones y los diferentes criterios que anidaban en su interior.

Aún y así, me gustaría aportar una pequeña aclaración: dice el titular que «las víctimas son las grandes paganas de la disolución» y yo, sinceramente. No me considero “pagano” de nada.

En realidad, si me considero algo, es sencillamente parte de un pequeño colectivo que hemos colaborado en todo cuanto fue necesario para conseguir que nadie más sufriera el dolor que ya habíamos sufrido nosotros. Y eso, hablando totalmente en serio, no se parece ser “pagano” de nada sino más bien, ser responsable (en mayor o menor medida) de haber conseguido el objetivo.

Y, por otra parte, solo decir que habría sido mucho mejor leer este tipo de información allá por finales de siglo o en la primera década del actual… pero entiendo que la banda terrorista ETA aún estaba activa y no se daban las circunstancias “sociales” y mediáticas para ello.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario