miércoles, 5 de febrero de 2020

01 febrero 2020 ABC (opinión)

01 febrero 2020



«El PSOE predica diálogo y a mí me mandan un burofax para echarme»
La exdirectora de la Oficina de Víctimas del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, narra a ABC el trato recibido

El PSOE ha roto con uno de sus símbolos, otro más, en el País Vasco. Maixabel Lasa es viuda de Juan Mari Jáuregui, exgobernador civil de Guipúzcoa asesinado por ETA el 29 de julio del año 2000. Fue durante una década la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco, con Ibarretxe y con Patxi López. Ahora, tras más de treinta años de militancia socialista se marcha del partido que fue también de su marido. Se ha dado de baja tras amenazarle el aparato de Ferraz con su expulsión. El motivo: haber arropado a su amigo y colaborador durante tantos años, Txema Urkijo, en un acto de su candidatura a las elecciones generales por Más País, el partido de Iñigo Errejón. Lasa se va «defraudada».
La frialdad del partido con quien lo ha significado todo en el universo de las víctimas del terrorismo en el País Vasco es despiadada. Le intimidaron por burofax. Y lo peor es que ningún dirigente del PSOE le ha llamado aún para disculparse.
Lasa relata a ABC la secuencia: «El lunes recibo un burofax que viene de Ferraz 70, informándome de que con fecha 27 de noviembre la comisión ejecutiva provincial del PSE de Guipúzcoa dio traslado a la comisión ejecutiva federal de la solicitud de apertura de expediente y adopción de la medida de expulsión provisional. Dicha solicitud viene motivada por haber manifestado públicamente su apoyo electoral a la candidatura de Más País en las elecciones»... En ese momento, ella coge el teléfono para trasladar a la sede central su «decisión irrevocable de ruptura de militancia», que inició en los años ochenta. «Me daban plazos para recurrir. Les dije que, visto esto, no».
Es un final tan áspero que siente «que en vez de un partido fuera una multinacional», comenta con amargura. Ningún dirigente del PSOE, ni siquiera del PSE, le ha dado explicaciones. Solo el exalcalde de San Sebastián y diputado Odón Elorza, y un cargo local como Denis Itxaso, diputado foral le han enviado su pesar. La dirección provincial, a través de Eneko Andueza, exhibió ayer su rigidez: los estatutos lo son para todos.
El pecado de Maixabel: haber apoyado a un amigo, al que ni siquiera votó. «Fui por amistad. Ni siquiera le pude votar porque yo vivo en Guipúzcoa -en donde Más País no concurrió- y él se presentaba por Vizcaya. Yo voté al PSE». Urkijo, su estrecho colaborador en el Gobierno vasco y compañero de mil batallas, le pidió acompañarle en su puesta de largo.
Nunca pensó en que acudir a un acto de Más País, aunque fuera por simpatía personal, le traería represalias del aparato que dirige Ferraz. «Me siento defraudada. Escucho al PSOE que habla mucho de diálogo, predican diálogo. Y me echan por ir a un acto de un partido que apoyó la investidura de Sánchez», comenta incrédula. «Es alucinante. Mucho diálogo pero a mí me echan por un burofax».
Ayer por la tarde, Lasa estaba recopilando la avalancha de mensajes y whatsapps que ha recibido, dándole aliento ante semejante trato. Le reconfortan. «Descorazonan las formas. ¿Qué confianza tienen en mi persona después de tantos años?». Claro que después de todo lo que ella ha vivido estos años, ya ni se lamenta. «Los que han pretendido abrirme un expediente, mis compañeros, estarán muy contentos... Yo no estoy para esas cosas. Siempre he sido un verso suelo. A estas alturas de la vida no necesito el respaldo de nadie».
Lasa discute la severidad del trato contra una militante de base. «Tuvieron mejor oportunidad cuando estuve en el Gobierno de Ibarretxe y el PSE estaba en la oposición», comenta. E ironiza con la disciplina del grupo. «Hay muchos dirigentes que dicen barbaridades en televisión cada día, que critican al partido, y siguen estando ahí», señala poniendo el dedo en la llaga del viejo PSOE hoy gobernado por Sánchez, Ábalos y Lastra.
Elegante, prefiere no entrar a valorar qué le está pasando al socialismo para enemistarse con sus apellidos históricos que ETA asesinó... El último fue por razones bien distintas. José María Múgica, hijo de Fernando Múgica, rompió el carnet del partido tras desayunarse en el «Diario Vasco» la foto de la líder del PSE, Idoia Mendia, cocinando con Otegui... Denunció Múgica, como denuncian tantos otros socialistas, que el partido haya naturalizado las alianzas estratégicas con Bildu pese a no haber roto nunca con su pasado justificando la violencia. Mendia presentaba ayer su libro, «Del fin del terrorismo a la convivencia», en Bilbao y habló de la necesaria «pluralidad». Estaban casi todos, incluidos Patxi López, Rodolfo Ares... Nadie se acordó de Maixabel.
Andueza, secretario del PSE guipuzcoano, que tan alto puso el listón asegurando que la aplicación del estatuto es estricta para todos, lanzó una campaña en Twitter animando a «alfiliarse» al partido. El gancho: la famosa foto que corre por ahí donde parece que sale el personaje televisivo Alf...

Opinión:

Conozco a Maixabel desde que ocurrió el atentado en el que fue asesinado su esposo y tuve el honor de conocer perfectamente su labor como Directora de la Oficina de Atención a Víctimas en el Gobierno Vasco.

También al resto de sus colaboradores. Gente con una empatía y una independencia ideológica enorme. Está claro que el PSE ha cometido un error, empezando por la expulsión y demostrando que lo de pensar por libre en según qué estamentos no tiene cabida.

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