lunes, 10 de octubre de 2011

28 noviembre 1996 La Razón (revista AVT)


28 noviembre 1996
L’amic Robert ha impartit conferències en diferents Universitats de tota Catalunya i fins i tot en altres a la resta de l’Estat. Una de aquestes va ser la realitzada a la Facultat de Psicologia i Ciències de l’Educació de Tarragona el dijous 28 de novembre. A la revista “La razón” número 28 ens expliquen com va anar. Es important recordar que ja en aquestes dates en Robert tenia la immillorable col·laboració de la psicòloga Sara Bosch com a responsable de l’àrea psicològica de la delegació a Catalunya de l’antiga AVT.

De la mateixa manera es de sentit comú que qui hagi de parlar del dolor sofert per ser víctima de un atemptat hagi tingut que patir-lo de veritat i no pas parlar pel que altres els hagin explicat presentant unes opinions fruit de una excel·lent imaginació. Per això en Robert ha estat sempre el millor exemple per parlar del que significa, en tots els sentits, ser víctima del terrorisme. Pel que ell mateix va patir i per portar des de 1989 en contacte personal, individual i directe amb centenars de víctimes a las que ha vist patir dia rere dia les conseqüències del patiment sofert.

Sara Bosch, psicóloga de la AVT, en Tarragona

“El apoyo familiar es fundamental para superar el trauma de un atentado”
Roberto Manrique (AVT): “La víctima no sólo lo es del acto terrorista, sino también de la Administración

La psicóloga de la Asociación Víctimas del Terrorismo Sara Bosch explicó en una mesa redonda que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología de Tarragona, que el apoyo de la familia es fundamental para que una víctima supere el trauma producido por un atentado terrorista.

En esta mesa redonda también participaron los psicólogos Avelina Peliato, especialista en atender a víctimas de catástrofes; María Sánchez, miembro de la Comisión de Cooperación de Psicólogos sin Fronteras y Juan Jiménez Ortiz, experto en tratar a afectados por accidentes de tráfico. Asimismo estuvo presente el delegado de la AVT en Cataluña Roberto Manrique.

“Después de la familia es importante la ayuda de los amigos y tener un grupo de afiliación” indicó Sara Bosch. La solidaridad de la sociedad en general, entre la que se encuentran los medios de comunicación, así como el apoyo del Estado, son igualmente condiciones indispensables para que los afectados por un atentado consigan canalizar los sentimientos de agresividad, según la psicóloga.

Sara Bosch explicó lo que se conoce como “trastorno por estrés postraumático” –personas que sufren sucesos aversivos, inusuales y bruscos, cuyas secuelas son más graves si son hechos provocados por el hombre, como es el caso de un atentado terrorista- destacó la necesidad de que la víctima reciba asistencia profesional inmediatamente después a lo acontecido. Asimismo indicó cuales son los primeros síntomas que siguen tras una experiencia de este tipo: reacciones de agresividad, de huida o evitación, paralización o silencio absoluto de los afectados.

“Es frecuente, explicó, que la víctima reviva constantemente la situación sufrida de forma involuntaria, que sienta miedo, depresión, ansiedad, así como alteraciones de carácter afectivo, problemas para conciliar el sueño y trastornos en la alimentación”. Otras veces “tiende a sentirse culpable, a pensar que podría haber hecho algo más por evitar ese hecho doloroso”, añadió.

La psicóloga, que trata habitualmente con afectados por actos terroristas residentes en Cataluña, afirmó que en algunos casos el trabajo en grupo es muy efectivo. “También se puede ayudar a algunos pacientes a canalizar su agresividad si trabajan de forma constructiva por algo que crean justo”.

Roberto Manrique, que resultó herido en el atentado etarra contra los almacenes Hipercor de Barcelona, dio testimonio de los sentimientos que experimenta la víctima tras un acto terrorista. Así dijo que los afectados “estamos totalmente desatendidos”. Después del atentado señaló: “acude el típico político de turno a hacerse la foto de rigor y te promete el oro y el moro, pero transcurridos unos días ves que todo es mentira, que no recibes ninguna ayuda”.

Para Manrique esto es mucho más hiriente “cuando compruebas que no sólo no te dan lo que prometieron, sino que al que te hizo el daño se le trata mejor que a ti mismo”. Por lo que concluyó que “la víctima no sólo lo es del atentado sino también de la Administración”.





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