miércoles, 12 de octubre de 2011

10 noviembre 2003 Diario de Sesiones Parlamento Madrid

10 noviembre 2003
El 10 de novembre de 2003, l’AMIC Robert va fer la seva primera compareixença en el marc del Congrés dels Diputats. Fins aquell moment, havia estat l’antiga AVT l’encarregada de fer aquesta tasca però un cop creada l’ACVOT en Robert va accedir a unes responsabilitats molt mes compromeses de las que fins aleshores havia desenvolupat.

En aquella primera ocasió i com en aquella primera trobada el gener de 1991, gairebé 13 anys abans, en Robert va comptar amb l’excel·lent col·laboració del seu company José María Fuster-Fabra.

Tot va ser a conseqüència de la compareixença en la Comisió de Interior del Congrés dels Diputats a Madrid.


Aquesta es la transcripció, literal, de les seves paraules. Malgrat tot, volem fer especial esment en les paraules de l’advocat Fuster-Fabra. Tot un reconeixement públic a la tasca d’en Robert, el nostre AMIC, l’AMIC de molts i molts de nosaltres.

Listado de diarios de sesiones del congreso de los Diputados de España

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 864, de 10/11/2003

CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES


Año 2003 VII Legislatura Núm. 864
JUSTICIA E INTERIOR
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS LÓPEZ-MEDEL BÁSCONES
Sesión núm. 111  celebrada el lunes, 10 de noviembre de 2003
 
ORDEN DEL DÍA:
Celebración de las siguientes comparecencias: - Del señor Presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Manrique Ripoll), a solicitud del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) y del señor secretario de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Fuster Fabra). (Número de expediente 219/000548.) ... (Página 27318)

Se abre la sesión a las cuatro y diez minutos de la tarde.
CELEBRACIÓN DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:
DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN CATALANA DE VÍCTIMAS DE ORGANIZACIONES TERRORISTAS (MANRIQUE RIPOLL), A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN (CONVERGÈNCIA I UNIÓ) Y DEL SEÑOR SECRETARIO DE LA ASOCIACIÓN CATALANA DE VÍCTIMAS DE ORGANIZACIONES TERRORISTAS (FUSTER FABRA). (Número de expediente 219/000548.)

El señor PRESIDENTE: Celebramos otra sesión de la Comisión de Justicia e Interior con las comparecencias relacionadas con la subcomisión de las víctimas del terrorismo, y al igual que en la pasada sesión, concretamente el pasado lunes, por lo menos al inicio va a tener por objeto la comparecencia de personas pertenecientes a colectivos especialmente vinculados o afectados por el terrorismo.

Contamos, en primer lugar, entre nosotros con la presencia de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, concretamente con Roberto Manrique Ripoll como presidente de la misma, al cual acompaña José María Fuster Fabra, secretario de esa organización.
Habían solicitado intervenir conjuntamente y yo les pediría -ya se lo he dicho anteriormente pero lo quiero hacer público aquí-, teniendo en cuenta que es una sola asociación y que después van otras tres entidades que van a ser objeto de audiencia por parte de esta subcomisión, que sean lo más concisos posible, máxime teniendo en cuenta, como bien saben -y les explico en todo caso el procedimiento-, que después de su intervención habrá un turno de exposición por parte de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios que tendrá por objeto -así se ha solicitado desde el primer día y se cumplió de una manera muy escrupulosa, lo cual yo agradezco- no tanto hacer grandes discursos, sino hacer preguntas concretas, con lo cual advierto que ahí van a tener otra oportunidad de intervenir después de las preguntas que tuvieran a bien hacer los portavoces de los distintos grupos parlamentarios. Sin más doy la bienvenida a esta Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas y doy el uso de la palabra a don Roberto Manrique Ripoll.


El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN CATALANA DE VÍCTIMAS DE ORGANIZACIONES TERRORISTAS (Manrique Ripoll): Agradecemos que la clase política española haya decidido escuchar la voz de las víctimas del terrorismo porque entendemos que, desgraciadamente, quién mejor que las víctimas del terrorismo para poder explicar cuál es la situación, qué mejor que la voz de las personas que hemos sufrido directamente el terrorismo en nuestras familias o bien en nuestro propio cuerpo para explicar cuál es la situación real de las víctimas del terrorismo.
Yo me presento rápidamente. Como bien se comentaba hace un momento, mi nombre es Roberto Manrique. Yo resulté víctima herida en el atentado de Hipercor, donde trabajaba de carnicero, pero ahora estoy hablando en representación de los cientos y cientos de familias que están agrupadas en lo que actualmente es la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas y que durante 13 años de historia ha sido la delegación en Cataluña de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Quizás habría que explicar el porqué del cambio de denominación. No es simplemente una asociación de víctimas del terrorismo en Cataluña, sino que además le pusimos el nombre de Víctimas de Organizaciones Terroristas porque no solamente existen las víctimas de ETA. En Cataluña podríamos decir que tenemos el triste récord de tener víctimas de diferentes bandas terroristas, de ETA naturalmente, que por desgracia es la más conocida, pero deberíamos incluir también a las víctimas que hemos sufrido el atentado directamente en Cataluña por culpa de ETA o bien a las familias que, teniendo el atentado por culpa de ETA (Página 27319) fuera de Cataluña, ahora residen en la Comunidad catalana, y hablamos de más de cien familias que estamos residiendo allí. Luego hablaríamos de las víctimas del GRAPO, a quienes estamos representando también, y de esas bandas terroristas minoritarias, por suerte para este país, como pueden ser Terra Llura, el Exèrcit Roig Català d'Alliberament, el Exèrcit Popular Català, el Front d'Alliberament Català e inclusive grupos de ultraderecha, como el grupo Juventud Española en Pie. Para nosotros también son víctimas del terrorismo todos aquellos ciudadanos que resultan afectados, ya sea física o psicológicamente, por esas explosiones que desgraciadamente se están poniendo tan de moda últimamente en esos cajeros automáticos, en las empresas de ETT, que no tienen el reconocimiento oficial como víctimas del terrorismo, aunque entendemos que el hecho de que no haya una reivindicación oficial no significa que un atentado o una bomba en un cajero deje de ser un atentado terrorista.
Una vez comentado esto, como decía al principio, durante 13 años he tenido el placer, porque verdaderamente ha sido un placer, y es la primera vez que lo digo públicamente, de trabajar para las víctimas del terrorismo como delegado en Cataluña de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, y por circunstancias que no viene al caso explicar ahora, hemos decidido seguir adelante como asociación catalana, agrupando, repito, a cientos de familias víctimas de diferentes bandas terroristas, porque lo que nosotros queremos es dedicarnos, velar por las víctimas del terrorismo; es decir, aunque la víctima del terrorismo no puede tener la misma calidad de vida que el mismo día del atentado, que aprenda, que aprendamos a vivir con lo ocurrido, independientemente de ideologías políticas, de profesiones, de quién sea el autor e inclusive del año o la fecha del atentado en cuestión. A nosotros desgraciadamente los 13 años de experiencia nos han demostrado que para la víctima del terrorismo el atentado no acaba al día, a la semana o al mes siguiente, sino que es una cuestión de por vida. El hecho de que estemos aquí, reitero, es de agradecer porque escuchan la voz de las víctimas y estamos aquí representado tanto José María como yo a la totalidad de las víctimas que tenemos en Cataluña, independientemente también de quién sea la banda autora, la profesión o la ideología de la víctima.                            

Sería un placer poder decir que todo va bien, que estamos encantados de cómo está la cuestión, de que las víctimas del terrorismo estamos sobreviviendo a lo ocurrido y los familiares de las víctimas mortales están siendo atendidos. Esto sería un placer, pero no voy a venir a mentir aquí en el Congreso de los Diputados. Si algo se puede agradecer a las víctimas en España es que jamás ninguna víctima nos hayamos tomado la justicia por nuestra mano, cuestión que, a veces, es desconocida para el gran público. Considero también que el hecho de que las víctimas del terrorismo estemos aprendiendo a vivir con lo ocurrido y demuestra que somos un colectivo suficientemente, no sé si decir, pacífico o pacifista, que cada uno lo entienda como crea conveniente, pero si alguien desea terminar con el terrorismo somos las víctimas. Deseamos profunda y fervientemente que el terrorismo termine de una vez por todas. Lo que ocurre es que también nos gustaría que a la víctima del terrorismo no se la intentara utilizar de una forma maniquea, política, que las víctimas no sean más importantes un día que otro dependiendo de quien sea la víctima. En Cataluña no tenemos este problema. En Cataluña tan importante es una viuda de un atentado del GRAPO como una viuda de un atentado de ETA; tan importante es la vida de un guardia civil asesinado en Durango y que ahora vive en Sitges, o en cualquier otro pueblo de Cataluña, como una víctima de ETA de Hipercor. No tenemos ningún tipo de distinción, y eso nos gustaría que siguiera siendo a nivel nacional, a nivel de toda España. Pero estamos viendo que desgraciadamente hay ocasiones en las que parece que hay unas víctimas más importantes que otras. Esa es la sensación que las víctimas nos transmiten, lo que la víctima del terrorismo en Cataluña está planteando continuamente: por qué aquella víctima o aquella otra, dependiendo de quien sea, de que partido fuera, tiene más importancia. Esta es una situación en la que nos gustaría incidir porque para la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas todas las víctimas somos iguales. Por ello, nos hemos coordinado en Cataluña desde el mes de junio para que la víctima del terrorismo siga teniendo el asesoramiento jurídico, la ayuda psicológica y la sensación de que alguien la está respaldando. Es una lástima que por cuestiones equis esto se esté perdiendo, aunque en Cataluña todavía no ha habido ninguna queja al respecto, pero sí de otros puntos de España que nos están llamando, que están preguntando qué ocurre, no tengo psicólogos, no tengo abogados. Nos gustaría que esto no fuera así, nos gustaría de verdad recibir el apoyo constante y absoluto. Yo creo que en el fondo la clase política española está con las víctimas del terrorismo total y absolutamente, no creo que haya ninguna duda, todos los partidos políticos están con nosotros, pero nos gustaría que esto se tradujera también en ayudas, en colaboraciones, en interés, en que se preguntara a todas las víctimas del terrorismo, a todos los colectivos de víctimas del terrorismo qué es lo que pensamos, no simplemente a algunas muy en particular.                            
Termino, pero querría dejar sobre todo constancia de que estamos trabajando para cientos de víctimas del terrorismo en Cataluña, digo trabajando aunque la palabra trabajar implica el tener un sueldo y en Cataluña no cobra nadie, lo estamos haciendo todo de forma altruista, pero es que no podemos dejar que las víctimas del terrorismo queden abandonadas a su suerte, no podemos permitir que las víctimas del terrorismo (y repito que independientemente de dónde sea el lugar del atentado, inclusive de quién sea la banda asesina autora del atentado) estemos de alguna forma abandonadas o por (Página 27320) lo menos dudosas de saber dónde acudir. En Cataluña decidimos en el mes de junio seguir trabajando, y ya veremos cómo termina, esperemos que sea con la colaboración absoluta de toda la Administración, pero sobre todo y ante todo que las víctimas del terrorismo al menos en Cataluña sigamos contando con unos abogados valientes, que física y literalmente se juegan la vida en los juicios, a esos psicólogos, y sobre todo a Sara, la psicóloga que lleva el gabinete, que están pendientes de todas las víctimas en cualquier momento del día, de esas áreas que estamos intentando coordinar. Si hemos venido aquí ha sido solamente para explicar que las víctimas del terrorismo necesitamos solidaridad, sensibilidad y que no todo se resume en una indemnización o en una pensión, independientemente de que además en muchas ocasiones esa pensión o esa indemnización tarda años en llegar o por una simple cuestión legal son todo trabas.
Termino diciendo que hay muchísimas víctimas del terrorismo en Cataluña, muchísimas más de las que públicamente se conocen, de bandas terroristas que ya por suerte para todos los ciudadanos no existen, pero las secuelas sí están ahí todavía. Queremos seguir trabajando para ellas junto con todo el resto de víctimas de España. No se trata de enfadarse con nadie, sino simplemente de coordinar esfuerzos y de llegar a donde todavía no se está llegando, que la víctima del terrorismo a cualquier hora del día tenga un teléfono donde llamar y sepa que detrás del mismo va a haber alguien que la va a atender. Lo hemos hecho en los 13 pasados años, posiblemente tendremos que seguir haciéndolo en el futuro, pero qué más querríamos, y con esto ya termino, y lo digo de todo corazón, que un día cerráramos la puerta de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, que la cerráramos de una vez por todas, que no hubiera más terrorismo y que las víctimas solamente fuéramos un recuerdo de lo ocurrido en este país.

El señor PRESIDENTE: Por parte de la misma Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, el señor don José María Fuster Fabra tiene el uso de la palabra.
El señor SECRETARIO DE LA ASOCIACIÓN CATALANA DE VÍCTIMAS DE ORGANIZACIONES TERRORISTAS (Fuster Fabra): Permítanme muy brevemente que justifique mi presencia. Yo no soy víctima del terrorismo, por lo menos no me puedo considerar ni muchísimo menos víctima directa, aunque he sufrido algunas consecuencias en razón de mi actividad profesional, como ha sido la aparición en alguna lista, en concreto de la organización terrorista ETA. Mi historia es la siguiente. Yo soy un abogado, profesor universitario, que un buen día en el año 1990, por absoluta casualidad, topé con el problema de las víctimas del terrorismo, y me impliqué en su batalla, y lo hice hasta el punto de ser el objeto de mi tesis doctoral, un libro publicado en el año 2001 que voy a tener mucho gusto en que se les reparta a todos ustedes porque creo que habrá alguna cosa del mismo que les sonará, algunas resoluciones judiciales que se han dictado con posterioridad. Lo cierto es que este conocimiento directo de las víctimas del terrorismo es algo que me ha marcado muy profundamente.                                                                                  
Me he podido permitir el lujo de trabajar por ellos y puedo decir, sin lugar a dudas, que lo que ha sucedido con las víctimas del terrorismo en España durante muchísimos años ha sido un auténtico escarnio social.                                          
Probablemente razones históricas, en las que yo no voy a entrar, justificaban ciertas situaciones y actitudes en momentos determinados. Lo cierto es que los tiempos han cambiado, pero muchos problemas siguen existiendo. Se ha mejorado mucho, especialmente en el aspecto legislativo, en lo que hace referencia a las víctimas del terrorismo, pero quiero explicarles lo que es la realidad práctica de una persona que trabaja voluntariamente para ellos.                     
Cuando se produce un atentado terrorista, la sensación que tiene toda víctima, la que te transmite, la que te comunica al principio, es una sensación casi de desbordamiento absoluto. Aparecen las fotografías, los periodistas, la clase política. Al cabo de un mes, la víctima del terrorismo choca con la cruda realidad. Y la cruda realidad de la víctima del terrorismo es que la víctima muere, por ejemplo, sin testamento. ¿Qué sucede con sus casas, qué les sucede a muchas viudas? Que en muchos casos la víctima del terrorismo se encuentra, por ejemplo, con un contrato de arrendamiento puesto a nombre del marido y que, a lo mejor, el propietario intenta sacarlo del piso. Que, a lo mejor, la víctima del terrorismo tiene una pareja de hecho y ¿qué sucede en concreto con la situación de esas parejas de hecho? Que en ocasiones se encuentra que tiene que afrontar procedimientos judiciales por incapacidades laborales.                        
Hemos tenido alguna experiencia muy traumática en este sentido, de haber tenido que acudir al Juzgado de lo social a reivindicar cosas que eran prácticamente obvias. Que los hijos tienen becas en el colegio, por ejemplo, en razón de la función social o del trabajo que desarrolla el padre y que, como consecuencia del fallecimiento del padre, pierde la beca colegial. Que determinados seguros no cubren los daños producidos en atentados terroristas. Y así tantos y tantos problemas. Y entre ellos un problema también absolutamente esencial: hacer prácticamente de confesor de las víctimas. Porque al cabo de un mes de producirse el atentado, todos los teléfonos y todas las tarjetas que se reparten normalmente la experiencia dice que comunican. En Cataluña, durante muchísimos años, por el impulso de una persona excepcional que es Roberto Manrique, que es la ilusión hecha hombre, desde que tuvo el atentado terrorista ha dedicado su vida al cien por cien a las víctimas del terrorismo. Tengo que decir (Página 27321)que para mí ha sido un absoluto placer estar y seguir estando a su lado.                                                 
Iniciamos una dinámica bastante particular y nos encontramos con un problema. La comunidad autónoma más castigada por atentados terroristas sin duda ha sido el País Vasco, en segundo lugar Madrid y en tercer lugar Cataluña. Pero Cataluña tiene una particularidad especial y es que así como en el País Vasco y en Madrid había más víctimas que eran miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o militares, en Cataluña, fundamentalmente debido a dos atentados que han sido Vic e Hipercor y otros tantos, nos encontrábamos que teníamos más víctimas civiles que víctimas de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La problemática era muy diferente, ustedes la conocen. Ustedes han sido padres de una ley que fue muy bienvenida, con lo cual han tenido que conocer forzosamente la problemática. Pero no sólo esto, en Cataluña nos encontrábamos con que desde el principio se incorporó la familia que fue víctima del atentado del Papus, de la extrema derecha. Que el espectro, por decirlo de alguna manera, de formación personal, intelectual e ideológica era muy amplio.                                                              
Tengo que decir abiertamente que ni en la delegación catalana ni actualmente en la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo jamás hemos hablado de política. Nunca. Estoy absolutamente convencido por comentarios que hemos hecho que Roberto y yo pensamos completamente diferente. El otro día nos reuníamos los cuatro miembros de la junta directiva y puedo decir que, por lo que más o menos comentábamos, cada uno de nosotros va a votar en estas elecciones catalanas una opción diferente. Nos sentimos muy alejados de la cuestión política diaria y cotidiana porque el problema de la víctima es el mismo, tenga la ideología política que tenga. En este sentido hemos querido trabajar.                                                           
Hemos trabajado muchos años como delegación en Cataluña. Un día nos encontramos, de buenas a primeras, por una serie de problemas en los que ni entramos ni queremos entrar, que lo que era nuestra casa madre, la Asociación Víctimas del Terrorismo, se cerró. Nosotros teníamos asesoría jurídica propia, teníamos servicios psicológicos propios, teníamos una persona que se había preocupado de las víctimas del terrorismo en Cataluña como era Roberto Manrique, teníamos otras personas cohesionadas.
¿Y qué decidimos? Sencillamente, como se había cerrado la casa madre, tirar por la calle de en medio. Lo cierto es que desde entonces hemos tenido un pequeño calvario. Puedo contarles unas pequeñas anécdotas. Este libro que les vamos a entregar a ustedes, este libro del que en su momento yo hice cesión de derechos a la Asociación Víctimas del Terrorismo y que ahora, por repetición, se lo hago a la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo, para traerlo aquí hemos tenido que ir a la editorial y lo hemos tenido que comprar de nuestro bolsillo. El día 10 de diciembre tenemos un juicio en la Audiencia Nacional y ese desplazamiento hasta aquí para representar a las víctimas del terrorismo lo vamos a tener que pagar de nuestro bolsillo.       
Voy a decir una cosa que yo sé que Roberto no quiere que se diga, y lo voy a decir sin su autorización. Quizás ustedes no sepan quién es Jessica. Yo les voy a decir quién es Jessica. Jessica es una niña cuya madre estaba en el Hipercor cuando sucedió el atentado. Jessica no fue reconocida como víctima del terrorismo -la madre estaba embarazada y la niña nació sordomuda- y aprovechamos que el Pisuerga pasaba por Valladolid para, en un tema de responsabilidad civil en la Audiencia Nacional -voy a abreviar la cuestión-, meter a esta niña como víctima del terrorismo y conseguir una sentencia favorable. Hubo que pagar unas pruebas periciales médicas.
Las pruebas periciales médicas de Jessica para conseguir que fuera reconocida como víctima del terrorismo las pagó en primera instancia Roberto Manrique, carnicero del Hipercor. Esta es la realidad de las víctimas del terrorismo en Cataluña, por lo menos en este momento, lo cual nos parece muy triste y muy duro.                                                                            
Nosotros estamos dispuestos a seguir peleando gracias a una institución que se ha portado ejemplarmente con nosotros, el Colegio de Abogados de Barcelona -y quiero destacar aquí la presencia de la diputada Roser Navarro, que además es miembro también del gabinete jurídico de la Asociación Víctimas del Terrorismo- donde pudimos presentar la Asociación de Víctimas del Terrorismo nuestras reivindicaciones y dijimos que todo esto no nos iba a frenar, ni muchísimo menos, en nuestra tarea y en nuestra labor. ¿Pero qué es lo que nosotros queremos por lo menos en Cataluña? Queremos poder seguir llevando sus testamentos; queremos poder seguir llevando los problemas que tienen con sus casas; queremos poder seguir llevando sus incapacidades; queremos que los psicólogos puedan estar, con un criterio de proximidad, cerca de las víctimas del terrorismo para seguir atendiéndolos. Eso es lo único que queremos; no queremos nada más. No queremos entrar en ninguna otra consideración. Si en un momento determinado tenemos que mojarnos en cualquier cuestión nos mojaremos, por supuesto que nos mojaremos, no tenemos miedo a mojarnos.                                                                                                
Como Asociación Víctimas del Terrorismo fuimos en su momento críticos con determinadas actitudes que tuvo el Partido Socialista. Creemos que tenemos legitimidad moral para ser críticos en un momento determinado si el Partido Popular hace algo que no nos gusta, si lo hace Convergència, si lo hace el Partido Socialista o Esquerra Republicana. Nosotros en Cataluña lo primero que hemos hecho ha sido reunirnos con los representantes de los cinco partidos políticos parlamentarios, y con gran receptividad de todos ellos, porque nuestra labor es exclusivamente esa, es lo que nos interesa y es lo que queremos hacer. Venimos aquí a pedirles ayuda porque ustedes lo tienen que comprender. Les doy mi palabra de honor, les puedo asegurar que Roberto no quería que dijera esto (Página 27322) pero imagínense ustedes lo que significa para Roberto Manrique -a quien conocen porque fue herido en un atentado terrorista, era un trabajador, un carnicero de Hipercor- que él adelantase de su bolsillo el dinero para una pericial médica, aunque después entre varios, haciendo una pequeña colecta, pudiéramos por lo menos cubrir una parte. Vamos a seguir igual, con ayuda o sin ella, en la misma línea que hemos mantenido siempre.
Ahora bien, creemos que nos merecemos por lo menos -nos han escuchado ustedes muy atentamente y se lo agradezco- seguir teniendo apoyo, porque nosotros conocemos de verdad los problemas de las víctimas del terrorismo ya que llevamos muchos años trabajando y batallando en ello: 13 años Roberto, 13 años yo y 13 años Sara al frente del gabinete psicológico.








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