10 novembre 2006
La nova Federació es va crear per continuar amb la tasca assistencial en diferent Comunitats Autònomes però aquesta novetat no va agradar gaire a d’altres organitzacions que creien tenir la exclusivitat en la representació de les víctimes del terrorisme. Per això, en Robert era l’encarregat de donar totes les explicacions a tothom que las demanava. La noticia va aparèixer en nombrosos medis de comunicació i escollim la que el company José Parrilla explicava en la seva crònica publicada el 10 de novembre al diari “Levante-El Mercantil Valenciano”.
La nova Federació es va crear per continuar amb la tasca assistencial en diferent Comunitats Autònomes però aquesta novetat no va agradar gaire a d’altres organitzacions que creien tenir la exclusivitat en la representació de les víctimes del terrorisme. Per això, en Robert era l’encarregat de donar totes les explicacions a tothom que las demanava. La noticia va aparèixer en nombrosos medis de comunicació i escollim la que el company José Parrilla explicava en la seva crònica publicada el 10 de novembre al diari “Levante-El Mercantil Valenciano”.
Las víctimas del terrorismo se dividen
La Federación autonómica trata de deslegitimar el discurso ideológico de la AVT
La Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo, impulsada y presidida desde la Comunitat Valenciana, continúa recibiendo adhesiones desde otras comunidades y haciendo fuerte su idea inicial de mejorar los servicios a los asociados y su idea sobrevenida de despolitizar a un colectivo capitalizado por la polémica Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
La Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo, que preside la valenciana y de la que forman parte también la andaluza, la catalana y la gallega, acaba de incorporar a Canarias y mantiene contactos con víctimas de Aragón, León y Extremadura que no se sienten representadas por la polémica Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), bien porque no reciben los servicios necesarios, bien porque rechazan el uso partidista que está haciendo del colectivo. Sin pretensiones de actuar como contrapoder de la entidad que preside Juan Antonio Alcaraz, la federación quiere ganar fuerza para mejorar sus servicios y en momentos tan complicados como estos despolitizar al colectivo.
Según explicó el vicepresidente de la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo y portavoz de la nueva Federación, Robert Manrique, la asociación de Canarias se ha creado por discrepancias con la deriva política de la asociación nacional, sobre todo de cara al proceso de paz en el País Vasco. En los otros casos, añadió, se trata de personas que no están recibiendo los servicios jurídicos y psicológicos apropiados y no tienen fuerza para crear una entidad propia.
Manrique quiso dejar claro que la federación no está enfrentada a la AVT ni ha sido creada por Zapatero para hacer de contrapoder. «Nosotros nacimos antes de que llegaran los socialistas», recuerda. Sin embargo, sí considera necesario trabajar por la despolitización del colectivo, un error en el que ha caído la asociación nacional.
En ese empeño, tres representantes de la federación se desplazaron a Estrasburgo durante el debate del proceso de paz en el Parlamento Europeo y dejaron clara su neutralidad política y el respeto absoluto a las ideas de cada víctima.
«Nosotros como ciudadanos no podemos marcarle al Gobierno lo que tiene que hacer. Lo que podemos es dar nuestra opinión y en ese sentido exigimos que, negocien o no negocien, se cumpla la ley». «Nosotros -añade- sabemos que cada víctima tiene su propia ideología política y como asociación no podemos estar a favor o en contra del proceso de paz. No podemos hacer lo que hacen otros de hablar de sospechas y ponerse la venda antes de la herida», en clara referencia a la AVT, a la que han pertenecido durante muchos años y a la que «respetan por encima de todo».
Vocación de servicio
En sentido parecido se pronunció el presidente de la Asociación de Víctimas del terrorismo de la Comunitat Valenciana y de la federación, Juan Domínguez, quien simplemente explicó que «estas entidades (las autonómicas) dan servicios a los víctimas que no puede dar una entidad central».
Aunque no le gusta la politización del colectivo, asegura que nunca han pensado en hacer la competencia a la AVT ni en tomar posiciones enfrentadas de cara al proceso de paz en el País Vasco. Lo hacen así, dice, porque «las víctimas ya sabemos lo que pensamos de este proceso y nadie nos va a hacer cambiar». «Las víctimas no están contentas con la negociación. A ellos ya les ha pasado y no es lo mismo que el que está intentando que no pase más. Ellos no quieren ninguna concesión a nadie», asegura.
Ahora bien, dadas las circunstancias y teniendo en cuenta que la negociación es inevitable, su opción, y así se lo hizo saber al presidente del Gobierno, es poner unas condiciones, sin añadiduras políticas, para que las víctimas no se vean defraudadas. A saber, que no se hagan concesiones políticas ni se reduzcan las penas a los terroristas.
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