jueves, 18 de junio de 2020

17 junio 2020 (24.01.20) (3) Crónica Global (opinión)

17 junio 2020 (24.01.20)



La batalla de Lourdes para ser reconocida como víctima del 17A
Porcar, con secuelas psicológicas tras los atentados, sostiene que es un paso necesario para poder avanzar página y seguir con su recuperación

Hay heridas difíciles de curar. Un corte sangra y se venda para detener la hemorragia. Una pierna rota se inmoviliza para que los huesos solidifiquen de nuevo. Más difícil es lidiar con las secuelas invisibles de un suceso traumático. En psicología existe un término, resiliencia, para designar la capacidad que tiene una persona para superar este trance. En el caso de Lourdes Porcar, esa circunstancia fue el atentado del 17 de agosto de 2017 en las Ramblas de Barcelona.
Ella estaba paseando con su pareja y un amigo cuando pasó la furgoneta. No resultó herida, al menos, los daños no se apreciaban a simple vista. Allí auxilió, junto a sus acompañantes, a un matrimonio de edad avanzada que había quedado tendido en el suelo con lesiones graves. Él falleció allí. Su esposa, a pocos centímetros, también herida, esperaba la llegada de los servicios de emergencias. A su lado estuvo Porcar, cuya obsesión era que la mujer no se diese cuenta de que había perdido a su pareja.
Pedir ayuda
“Al día siguiente fui a trabajar. Es evidente que no estaba en condiciones, pero fui. Mi obsesión era contactar con la persona que había atendido en el suelo, saber como estaba”, explica Lourdes a Crónica Global. Así fue, tras contactar con emergencias localizó a la herida y fue a visitarla al hospital. “Cuando me dijeron dónde estaba, y que podía verla, comencé a llorar de manera desconsolada. A mí no me habían lastimado pero yo estaba reaccionando”, recuerda. Todavía no le habían comunicado que su marido había fallecido. A día de hoy, ambas mantienen una relación de amistad, pero los daños de Porcar no se han curado.
Tardó casi un año en pedir ayuda y, a día de hoy, aún espera la resolución del expediente que decidirá si es o no víctima de los atentados. Fue a través de un anuncio en prensa como conoció la existencia de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT) a escasos días del primer aniversario. Ya había experimentado alteraciones en su rutina --“no descansaba bien, tenía hipertensión, no sabía gestionar la ansiedad”, detalla-- pero no las había relacionado con el 17A.
Tratamiento psicológico
A través de la asociación recibió tratamiento psicológico, pero fue de pago. “Hay gente que aún necesitando tratamiento, no lo está recibiendo porque no tiene dinero para sufragarlo”, lamenta Porcar, tras haber visto a otras víctimas salir llorando de la reunión con el forense, y rememorar lo ocurrido aquel 17 de agosto.
“Si no formabas parte del listado de heridos, no te reconocen como víctima; no te ofrecen nada”, critica. Según denunció la UAVAT, el Ministerio de Interior denegó el 82% de las peticiones de personas que sufrieron secuelas psicológicas tras el ataque.
Lenta recuperación
Aunque ha tratado su estrés postraumático con un especialista, todavía no está recuperada. “Cuando no tienes una herida física, todo queda escondido porque has visto muchas cosas y has experimentado el miedo. Has estado viendo lo que ha pasado”, relata esta afectada.
“Mi situación no es la misma que hace dos años, puede que todavía no lo haya resuelto todo, pero estamos en ese camino. Noto que he recorrido un gran tramo desde entonces”, cuenta Lourdes, quien reclama que la reconozcan como víctima para seguir adelante. “Quiero que se reconozca que he estado allí y que he sufrido daños psicológicos. Es un paso necesario para cerrar esta carpeta si es que alguna vez puedo cerrarla”, concluye.

Opinión:

La presente información fue publicada el 24 de enero de 2020 y no la colgué en mi blog porque no quería entrar en detalles sobre lo que es mezclar información con conclusiones erróneas. Sinceramente, preferí obviar el tema y no darle mayor importancia. Pero viendo que ya es la segunda vez que ocurre, he decidido recuperar la información y aclararla.
 Cuando se lee “a través de la asociación recibió tratamiento psicológico, pero fue de pago”, se está ofreciendo una información distorsionada al dar a entender que la UAVAT recibió alguna cantidad económica por ofrecer la asistencia psicológica cuando la realidad es otra: Lourdes Porcar tuvo que abonar los gastos de una atención psicológica porque el Ministerio de Interior no se la ofreció al no considerarla víctima del atentado. El psicólogo al que fue era privado pero en absoluto parte de la UAVAT. Desde la UAVAT hemos atendido a más de 200 personas y no se ha cobrado ni un euro a ninguna. A nin-gu-na. Por nada, ni siquiera por una sola de las periciales que, como conoce cualquier persona que entienda algo de la cuestión, no son en absoluto cifras de coste bajo. Parte de esa ingente labor la abonó la Diputación de Barcelona.
Contrariamente que lo ocurrido con algún que otro personaje, a nosotros jamás se nos pasaría por la mente solicitar 2.000 euros por una simple fotocopia de una sentencia con la excusa de tener que hacer un “enorme trabajo de investigación porque ya han pasado más de treinta años y es muy difícil tener ahora la información”
.

Ah, por cierto, Lourdes Porcar es una de las 64 víctimas a las que representamos en el proceso penal desde el trabajo conjunto de la “Asociación 11-M” y UAVAT. ¿Le reconocerá la Audiencia Nacional a Lourdes los derechos que le deniega el Mnisterio de Interior? Seguiremos informando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario