lunes, 5 de septiembre de 2022

03 septiembre 2022 El Correo (opinión)

03 septiembre 2022 


 

«Las víctimas del terrorismo no son una prioridad para las administraciones»

El sistema para acceder a ayudas e indemnizaciones es «un calvario» que lleva a muchas personas a «tirar la toalla», por lo que se sienten desamparadas

Sara Escudero Psicóloga de la Audiencia Nacional

Durante décadas, la salud mental ha sido uno de los grandes tabúes en nuestra sociedad. El impacto es aún mayor en quienes han sufrido el zarpazo del terrorismo. Personas a las que la sinrazón y el odio destrozaron la vida de un día para otro.

Sara Escudero trata de que la reconstruyan a través del servicio de apoyo psicológico de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo de la Audiencia Nacional, que es gratuito. Hace unos días participó en una jornada organizada en el Centro Memorial de Vitoria.

– ¿A cuánta gente atienden?

– A unas 37 o 40 víctimas semanales.

– ¿Cuáles son las secuelas más habituales?

– Principalmente el estrés postraumático, que antes se conocía como ‘síndrome del norte’, y la depresión, aunque también adicciones. Sobre todo alcohol, al que recurren como forma de automedicarse.

– Tendrá pacientes que arrastran heridas desde hace décadas.

– Tengo víctimas hasta del Grapo. A lo mejor el atentado fue hace 38 años.

– ¿Cómo es ese proceso de revivir algo que ha sucedido hace tanto tiempo?

– Ellos intentan hacer una vida y lo tienen ahí apartado, cubierto, intacto. Y cuando rompes la urna que lo cubre, sale como si hubiera sido ayer. Hay quien incluso llega a oler perfectamente el amonal. Llegan a oír el ruido de la explosión. Se reexperimentan, que se dice en psicología.

– El acercamiento de presos de ETA a Euskadi se ha acelerado y cada vez se conceden más tercero grados. ¿Cómo puede afectar a la salud mental de una víctima encontrarse con su victimario por la calle?

– Muchísimo. Puede haber una persona que lleve carente de síntomas un año o dos y al ver esto recae. Son cosas que no entienden. Yo estoy luchando por sobrevivir, estoy yendo a visitar a mi familiar al cementerio y a mí no me ponen nada más que pegas, porque las instituciones ponen muchas pegas, y tienen la sensación de que a los terroristas no se lo ponen tan difícil. Escucho muchísimo la frase, y cada vez más, de que ‘ahora parece que los malos somos nosotros’.

– La cartelería y las muestras de apoyo a etarras en el espacio público y las fiestas tampoco ayudan, imagino.

– Y que se permita, porque las víctimas tienen muy claro que eso es enaltecimiento.

– Pero la Audiencia Nacional dice que es libertad de expresión.

– Yo una vez escuché que un ‘ongi etorri’ era una reunión de amigos. Hay esos vacíos legales que a ellos (las víctimas) les cuesta entender. Se supone que el Estado, la ley, les tiene que proteger. Y no se sienten así.

– ¿Las víctimas no están en el centro de las políticas?

– No. No son una prioridad para las administraciones. Ni mucho menos. Desgraciadamente, son moneda de cambio. Ahora por ejemplo con todo este tema del PSOE pactando con EH Bildu... A ver, no deja de haber una ley ahí, la 29/2011. Sobre el papel es preciosa, pero cuesta cumplirla.

– ¿También se sienten desamparadas a nivel social?

– Sí. Porque además recuerdan cuando la gente salía a la calle a protestar, pero ahora les dicen ‘déjalo estar’ o ‘qué pesado, hablando de terrorismo a estas alturas’. Sienten en su mayoría que estorban. Generar expectativas

– ¿Cómo se podría avanzar?

– Yo siempre pongo la clave en la educación. Hay que educar en que un atentado es un suceso traumático que te marca de por vida, te cambia la personalidad, la visión del mundo, la visión del futuro, la visión de ti mismo...

– ¿Ayudan las actividades pedagógicas que se están llevando a cabo?

– Son fundamentales. Y sobre todo que sean de mano de las víctimas, de nadie más.

– ¿Y las iniciativas de justicia restaurativa?

– La forma de sobrellevar un suceso traumático es tan variado como cada persona. En la gran mayoría de los casos, te digan lo que te digan los victimarios, no vas a llegar a entender por qué hicieron lo que hicieron. Y mucho menos si hay algún fallecido. Me parece estupendo que se oferte para quien lo necesite. Pero muy pocas víctimas lo piden.

– Estamos viendo nuevas ofensivas judiciales contra antiguas cúpulas de ETA, una delegación del Parlamento europeo investiga los atentados sin resolver... ¿No es peligroso generar en las víctimas unas expectativas que luego es muy difícil que se cumplan?

– Ese es el problema. Hay que ser extremadamente realista en lo que se puede obtener de eso. Y es que un 99% de los casos no va a salir, porque para eso se necesita colaboración de la banda y eso no pasa.

– Acaba de ser el quinto aniversario del atentado de Las Ramblas. ¿Cómo es posible que solo un tercio de los afectados hayan recibido indemnizaciones?

- No sé que falla ahí. La burocracia es terrible, es un calvario. Y se entra en un sistema en el que te dan el ‘no’ por sistema y terminas yendo a un contencioso, que se suele ganar. Pero una persona con esas patologías psicológicas, a veces físicas, con escaso apoyo social, y además: ¿Quién puede aguantar un proceso de cinco años? Tiran la toalla. Ahí falla el sistema y es donde se sienten totalmente desamparados.

Opinión:

Sinceramente, el último párrafo es de traca… solo hace falta leerse las paginas 992 a 994 de la sentencia por los atentados de agosto de 2017 en Catalunya.

Lo que escribe el Juez Guevara (Juez de la Audiencia Nacional) sería motivo para una investigación exhaustiva desde la propia Audiencia Nacional sobre sus maneras de asistir a las víctimas e incluso del tipo de investigaciones que realizan.

 

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