lunes, 5 de septiembre de 2022

31 agosto 2022 (2) OK Diario (opinión)

31 agosto 2022 


 

Un terrorista del 17-A amenazó 3 meses antes con poner una bomba en una discoteca pero no fue detenido

La madrugada del 12 de mayo de 2017 dos jóvenes de aspecto y rasgos árabes se plantaron frente a la conocida discoteca barcelonesa Bling Bling y comenzaron a hacer fotos a las personas que esperaban para entrar en el local, normalmente frecuentado por extranjeros, famosos y residentes de la zona alta de Barcelona. Su actitud y aspecto no gustaron a los porteros, que les negaron la entrada. Los jóvenes no se conformaron y comenzaron a insultar y amenazar a los miembros de seguridad de la discoteca con ponerles una «bomba» o «matarlos a ellos y sus familias». La seguridad terminó llamando a una patrulla de Mossos d’Esquadra. Uno de los que intentaba entrar en el local era Moussa Oukabir, uno de los terroristas del 17-A, de los atentados de Barcelona y que el 18 de agosto de aquel mismo año era abatido por un agente de este cuerpo en la localidad de Cambrils (Tarragona), después de que el coche donde iba atropellase a una mujer causándole la muerte y chocase contra un coche de la policía catalana. No fue detenido.

Aquella noche, al frente de la seguridad en Bling Bling -entonces propiedad del grupo Costa Este, el mismo que posee ahora la discoteca Opium de Marbella- estaba E.S.F., que pidió a los agentes que hicieran algo contra las amenazas. Los jóvenes, además, estaban haciendo fotografías de la puerta y de los miembros de seguridad. Pero la patrulla de los Mossos se limitó a alejar a los jóvenes de la puerta y justificó que podían hacer fotos porque estaban en la calle.

La seguridad de la discoteca volvió a insistir en que les habían dicho «que les iban a matar a ellos y sus familias». Posteriormente, en su denuncia añadió que «cuando llegaron los agentes, pudieron escuchar las amenazas que estaban haciendo los dos musulmanes (…) los agentes apartaron a los dos chicos unos metros de la puerta y hablaron con ellos. Hubo un testigo que se acercó y les dijo que lo había visto todo», pero lejos de calmarse las cosas siguieron empeorando. «Uno de los musulmanes se volvió a dirigir hacia la puerta y empezó a amenazar de nuevo. Volvió a grabarles, les escupió varias veces (…)», se recoge en la denuncia.

Se fueron caminando

El jefe de seguridad se indignó con esta actitud y se enfrentó a los mossos, que incluso le acabaron proponiendo para una multa por desobediencia. En su declaración explica que «los agentes estuvieron una hora aproximadamente allí mientras los musulmanes les increpaban y amenazaban». «En un momento dado, el declarante les pidió a los agentes que hicieran alguna cosa con ellos porque seguían allí amenazando. El agente le dijo que no le tenía que decir lo que tenía que hacer y el declarante le dijo que no era normal». Al marcharse los agentes, los dos musulmanes se acercaron de nuevo a la puerta del local. El encargado llamó al 112 y cuando un coche patrulla se acercó al lugar los dos musulmanes, uno de ellos el terrorista de Cambrils, se fueron caminando de la zona.

Aquel incidente quedó en el olvido, como uno más de tantos que se producen en las discotecas de la noche barcelonesa, pero el jefe de seguridad pidió la grabación de las cámaras portátiles que habían recogido el incidente por si hubiera problemas posteriores, como así ocurrió. El 17 y 18 de agosto del mismo año se produjeron los atentados yihadistas. El primero dejó 14 víctimas en Las Ramblas de Barcelona y el segundo en Cambrils una víctima más. Entonces, cuando la Policía comenzó a difundir la foto de Moussa Oukabir como uno de los integrantes del comando yihadista, E.S.F. reconoció inmediatamente al joven que había protagonizado ese incidente en su discoteca.

El jefe de seguridad sabía que esas imágenes eran importantes y las ofreció en la comisaría de Mossos de la calle Iradier, pero aquel día no pudieron atenderlo y dos semanas después le llamó el caporal (cabo) de la comisaría para reunirse con él y eso hicieron. Durante la tercera semana de septiembre E.F.S. acudió a la comisaría de Iradier y dejó en la recepción las imágenes en una tarjeta SD en un sobre a nombre del caporal con el que se había reunido.

«Matar infieles»

Las preguntas que durante mucho tiempo le surgieron al ex responsable de seguridad de Bling Bling fue qué hubiera ocurrido si los Mossos hubiesen identificado o detenido a Moussa Oukabir, que entonces tenía 17 años pero ya mostraba síntomas importantes de radicalización.

Moussa Oukabir, de 17 años, pertenecía a la segunda generación de inmigrantes marroquíes, de nacionalidad ya española. Jugaba al fútbol sala en un equipo de Ripoll (Gerona), su localidad natal donde fue captado por el imán de la zona, y tenía redes sociales. Precisamente, en una de ellas, Kiwi, alguien le preguntó en 2015 qué haría si alguna vez fuese un rey absoluto del mundo y Oukabir respondió: «Matar a los infieles y dejar solo a los musulmanes que sigan la religión».

El ex jefe de Seguridad de la discoteca Bling Bling nunca ha vuelto a ver a la otra persona que acompañaba a Oukabir aquella noche, ni siquiera entre las fotografías publicadas de los diez integrantes de la célula terrorista que atentaron en Cataluña.

Opinión:

Qué lástima que diferentes partidos no accedieran a realizar la “Comisión de Investigación” en el Congreso de los Diputados… quizás habría sido la mejor manera de conocer todos estos detalles que ahora (ya tarde) van apareciendo…

Venga, ¿alguien la puede proponer de nuevo o ahora ya no sería posible?

 

 

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