domingo, 20 de noviembre de 2011

28 julio 2009 elplural.com

28 juliol 2009

 

La feina, les ganes de lluitar per la veritat  i la experiència d’en Robert l’han portat a participar en gestions que mai hagués pogut imaginar, gairebé sempre obligat per les decisions personals de certs representants de víctimes del terrorisme que busquen mes el seu profit personal que no pas el col·lectiu. Potser es que no en saben mes o potser es que els molesta la independència i la dignitat que sempre ha mostrat en Robert. El dimarts 28 de juliol del 2009 succeïa el que va publicar a elplural.com:

Seguiremos defendiendo la libertad de expresión


Comparecieron como testigos, en el juicio oral del Juzgado de Primera Instancia nº 44 de la ciudad de Madrid –a instancias de El Plural- varios ciudadanos víctimas del terrorismo de ETA. Estuvieron Chema Morales, ex guardia civil, de los que se han jugado el tipo frente a los terroristas; Gorka Landáburu, prestigioso periodista, admirado colega, cuya vida la salvó un milagro; Roberto Manrique, de ejemplar coraje cívico, víctima de la masacre canallesca del Hipercor barcelonés, y los hermanos Daniel y Luis Portero, a los cuales ETA los dejó huérfanos el año 2.000 cuando mataron, esos mal nacidos, a su padre, el fiscal malagueño Luis Portero. A estos dos hermanos yo no los conocía personalmente. Me causaron una muy positiva impresión por su talante abierto y tolerante y su arrojo indiscutible.

Nos arroparon todos ellos –un gesto que siempre, mientras viva, les agradeceré- porque, más allá de adscripciones y simpatías políticas, sabían perfectamente que El Plural jamás, desde sus orígenes, pronto cumpliremos los cuatro años, había justificado o apoyado a los bárbaros, a quienes proclaman que luchan, pero sembrando el odio y la muerte, por la independencia de Euskadi. A lo largo de mi dilatada carrera profesional como periodista -desde la mitad de los años sesenta- nunca se me ocurrió respaldar en lo más mínimo a ETA. Cuando, mucho tiempo después, semejantes matarifes asesinaron a un buen y querido amigo como era Ernest Lluch, sentí sencillamente asco y un dolor intenso, no menos profundo de cuando, poco antes, liquidaron monstruosamente a Miguel Ángel Blanco.

Giro partidista

El juicio al que aludo fue consecuencia de una demanda judicial, impulsada por Francisco José Alcaraz, a la sazón todavía presidente de la asociación de Víctimas del Terrorismo. No soportó Alcaraz y sus compinches más próximos que criticáramos desde El Plural el giro escandalosamente partidista de la AVT, en manos de los sectores más radicales de la derecha política, capaces de movilizar a cientos de miles de ciudadanos, mediante discursos falsarios y demagógicos. No cargábamos contra las víctimas del terrorismo, sino contra la utilización que de muchas de ellas hacían -de forma deliberada y teledirigida- Alcaraz, Jiménez Losantos y otros periodistas de la derecha extrema

Sesión insólita

Aquel juicio se saldó, el 10 de marzo de 2008, con una condena que previmos en el transcurso de una sesión que nos pareció, como mínimo, insólita. Llegó con inusitada rapidez la sentencia condenatoria y entonces manifestamos públicamente que acatábamos ese veredicto, aunque íbamos naturalmente a recurrir a otras instancias del Estado de Derecho. Nuestros abogados, Leopoldo Gay y Eudald Vendrell, no salían de su asombro. Pero optamos por el silencio y eludimos acogernos a ninguna pataleta. Ayer supimos que en la Audiencia Provincial de Madrid, los tres jueces de la Sección 20, habían unánimemente revocado la primera sentencia y desestimado “íntegramente” la demanda inicial de Alcaraz y la AVT.

No a las campanas al vuelo

La sentencia no es firme porque la sentencia de la Audiencia es recurrible. No vamos, pues, a lanzar las campanas al vuelo. El nuevo presidente de la AVT, Juan Antonio García Casquero, ha conducido a su asociación -con habilidad y sin fomentar la bronca- hacia el territorio de la sensatez y del sosiego. Él tiene que decidir. Y quiero que sepa que entenderemos perfectamente decida lo que decida. La presión de los alcaraces es aún muy fuerte, aunque estén a la baja, cada vez más mezclados con la extrema derecha o la ultra derecha

Aquí seguimos
Hemos sido insultados, vilipendiados y despreciados desde tribunas mediáticas frecuentadas por neofascistas más o menos camuflados. Se han cebado conmigo por la sentencia inicial y me han dicho de todo. Han cargado contra El Plural. Pero aquí estamos y aquí seguimos. Nuestra gratitud más intensa a nuestros lectores. Y los hooligans de la intolerancia que no olviden que nuestra pasión es la libertad de expresión. La defendimos durante la dictadura y la defendemos ahora. La Audiencia Provincial de Madrid lo ha certificado. Estamos lógicamente contentos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario