jueves, 23 de julio de 2020

21 julio 2020 La Vanguardia (opinión)

21 julio 2020 



Víctimas del 11M: No sirve de nada una foto si nos ignoran 364 días al año


Milagros Valor y Marta Oliver Santolay son dos de las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid que han acudido este martes a los cursos de verano de la Universidad Complutense para relatar cómo cambió su vida hace 16 años y para decir que no sirve de nada la foto de un día si son ignoradas los otros 364 del año.
Milagros perdió a su marido en la explosión de la calle Téllez, mientras que Marta fue herida por el artefacto colocado en el tren de Santa Eugenia.
"Te hace replantearte la vida de forma diferente. Sabes lo que vives ahora, pero no lo que te espera en un minuto. Antes tenía conciencia de que mi vida había acabado para siempre y, en cierta manera, se acabó", relata Milagros a Efe tras participar en la mesa redonda de "El yihadismo global en transición".
Y es que, aunque el "dolor" de ese fatídico 11M lo lleva por dentro, su trabajo con la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha sido fundamental para superar esta situación con apoyo psicológico, laboral y de ocio.
Después de 16 años, Milagros sigue reclamando "justicia" y remarca que le da "igual derecha, izquierda, arriba y abajo". "Pienso que no interesa que se sepa toda la verdad: se deshicieron de pruebas muy pronto", afirma.
Esta mujer considera "vital" que los políticos pongan el foco sobre las víctimas, quien se lamenta que "se hacen la foto un día, pero el resto de los 364 no se acuerdan".
Una de sus reivindicaciones es que se agilicen los trámites y que se enjuicien a los responsables: "Prometen mucho y, a la hora de la verdad, no ayudan", afirma.
Esta petición la ha compartido la otra protagonista de la mesa redonda, quien, además, es escritora y ha publicado recientemente el libro titulado "El muro de cristal", en referencia a la "frágil" distancia que separa a las personas "normales" de las que tienen problemas psicológicos.
La Marta de hace 16 años era "alegre, divertida, extrovertida, valiente", pero después de los atentados "apenas se puede levantar de la cama, no encuentra sentido a la vida y le da miedo salir de casa", reconoce.
Uno de sus deseos es que se llegue al "fondo del asunto" y se depuren las responsabilidades políticas". Que pidan "perdón" las personas que tomaron las decisiones que provocaron el atentado, apostilla.
El acto de clausura del curso ha contado también con la intervención de la directora de la Oficina de las Víctimas del Ministerio del Interior, Montserrat Torija, quien ha elogiado el papel de las víctimas de terrorismo, un colectivo que tiene un papel fundamental a la hora de evitar la radicalización.
Porque los procesos de radicalización cada vez son "más breves" y las fuerzas de seguridad no los pueden "perder de vista", según ha recalcado Ana V. Torrent, directora Gerente de la Fundación Víctimas del Terrorismo.

Opinión:

Como es natural, estoy absolutamente de acuerdo con esta afirmación. Tan de acuerdo como que llevo muchos años denunciando lo mismo y, al parecer, la opinión de víctimas con treinta años de experiencia en la asistencia a cientos de miembros del colectivo no debe ser lo suficientemente apropiada ni interesante.

Bueno, en cierto modo es lógico. Explicar lo que era la asistencia al colectivo por parte de las administraciones años atrás no sería “plato de buen gusto” para algunos miembros de la clase política, ni para algunas siglas y mucho menos para algunos personajes de los que quedarían muestras concretas de que jamás han hecho nada por nadie excepto por ellos mismos y su propio beneficio.

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