lunes, 7 de febrero de 2022

07 febrero 2022 Ideal de Granada (opinión)

07 febrero 2022 


 

1998, el año del chantaje terrorista de los GRAPO a empresarios de Granada

El Supremo confirma la condena a un dirigente de la banda que envío cartas en las que exigía miles de euros por el llamado 'impuesto revolucionario'

«Nuestra Organización, los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), por la presente le comunica (...) la decisión que ha tomado de hacerle pagar, en concepto de impuesto revolucionario, la cantidad de cincuenta millones de pesetas (300.000 euros), suma que deberá hacerse efectiva en la fecha, lugar y forma que en su momento le indicaremos...» Esta estremecedora 'exposición de motivos' era el inicio de las cartas que recibieron decenas de empresarios de España durante la primavera y el verano del año 1998 del siglo pasado.

Entre los destinatarios de esas misivas había cinco responsables de importantes compañías granadinas, según describe una reciente sentencia del Tribunal Supremo que confirma la condena de diez años de cárcel a la persona que dirigió esa 'campaña postal' de amenazas, un miembro de la citada banda apodado 'Birras' o 'Culebras'.

Los GRAPO fueron un grupo terrorista que no fue tan mortífero como ETA, lo cual no significa que fuera inofensivo. En este sentido, la propia resolución judicial recuerda que esa facción armada «causó más de 90 muertos en sus años de existencia».

El Supremo, en esa misma línea, indica que no podían tomarse a la ligera los intentos de chantaje y extorsión de los GRAPO, «una organización terrorista que contaba con medios y personas para ejecutar acciones contra la vida e integridad física de las personas receptoras de las cartas», enfatiza el fallo de la máxima instancia penal de España.

En las propias cartas que los GRAPO remitieron a las víctimas, recalcaban que ignorar sus requerimientos conllevaba riesgos que no convenía desdeñar. «Supondría un grave error por su parte subestimarnos o tratar de burlar nuestra justa demanda», decían en sus escritos.

«Consecuencias perjudiciales»

La sentencia del Supremo no desvela si los amenazados se doblegaron a las coacciones de los terroristas. Lo que sí detalla son los objetivos que perseguían.

«La organización GRAPO desarrolló en la primavera y verano de 1998 una campaña contra empresarios con la finalidad de recaudar fondos con los que continuar su actividad, una actividad que buscaba el cambio del ordenamiento jurídico constitucional mediante la ejecución de atentados contra las personas y bienes. En este contexto se dirigieron por carta a decenas de empresarios a quienes solicitaron el pago de determinadas cantidades en concepto de 'impuesto revolucionario', bajo la advertencia de las consecuencias perjudiciales que les traería si no atendían su demanda», resume la resolución.

Pues bien, varias décadas después de aquellos sucesos, el Supremo ha confirmado la condena que en su día impuso la Audiencia Nacional al acusado apodado 'Culebras': Diez años de prisión por la comisión de un delito de amenazas terroristas.

Se da la circunstancia de que el reo fue expulsado de los GRAPO, justo después del envío de las cartas.

Opinión:

Pido perdón por lo que voy a preguntar pero… la banda terrorista GRAPO no ha hecho jamás un documento de autodisolución o de cese de la actividad terrorista… ¿o sí y no nos lo han explicado?

Lo digo, entre otras razones, porque hay gente que realiza declaraciones jamás consultadas con el colectivo y que habla en nombre de “LAS” víctimas del terrorismo cuando, en realidad, debería hablar en nombre de “sectores o grupos de víctimas de ETA”…

Capici?

 

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