lunes, 10 de febrero de 2025

10 febrero 2025 (4) (08.02.05) ABC (opinión)

10 febrero 2025 (08.02.05) 



Quiénes son Kepa Etxebarria y Sergio Polo, los dos terroristas de ETA de la película 'La Infiltrada' nominada en los Premios Goya

La cinta se ha convertido en la película dirigida por una mujer más taquillera de la historia del cine español

Hace casi 25 años un reportaje publicado en la revista Ardi Beltza descubría que el Cuerpo Nacional de Policía había conseguido infiltrar a una agente en el comando Donosti de ETA mediante una operación que se desarrolló durante siete años y que concluyó con la desarticulación del grupo.

Dos años antes, en 1998, la banda terrorista había declarado una tregua, que el entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, bautizó como 'tregua trampa', conocedor de lo que ocurría en el epicentro de San Sebastián.

Era un hecho real poco conocido, el de Arantxa Berradre, primera mujer policía que engañó a la banda terrorista, hasta que se estrenó 'La infiltrada', la película dirigida por Arantxa Echevarría y protagonizada por Carolina Yuste, que ha logrado un eco inesperado. Se trata del segundo filme más visto en 2024, solo por detrás de la cuarta entrega de 'Padre no hay más que uno', de Santiago Segura, y que opta a 13 estatuillas en los Premios Goya, entre ellas la de mejor película.

La cinta, que acumula ya 8,4 millones de euros en taquilla y ha sido vista por más de 1,34 millones de espectadores, es uno de los mejores thrillers hecho en España en varias décadas. Y tiene un récord: se ha convertido en la película dirigida por una mujer más taquillera de la historia del cine español.

El 'Comando Donosti' quitó la vida de más de sesenta personas, entre 1982 y 2001

La agente infiltrada, llegó a convivir a sus 22 años, con los activistas Sergio Polo Escobes -alias 'Lur'- y Kepa Etxebarria Sagarzazu, y fue quien condujo, en su propio coche, a los dos etarras a la cita en la que fueron detenidos el 10 de marzo de 1999.

Como tal, el conocido como Comando Donosti, del que hace referencia la película, fue uno de los más sanguinarios de ETA en los años 90. Estuvo comandado por Jesús María Zabarte Arregui, alias 'el carnicero de Mondragón', o Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', quien recientemente se ha negado a declarar por el asesinato de Manuel Zamorreño.

Al 'Comando Donosti' les atribuyen secuestros y asesinatos como el de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica o Gregorio Ordóñez. Sin embargo, el comando quitó la vida de más de sesenta personas, entre 1982 y 2001.

Sergio Polo: cuatro condenas diferentes y un reciente tercer grado del Gobierno Vasco

Los dos etarras que protagonizan 'La Infiltrada' son Sergio Polo, al que encarna Diego Anido, y Kepa Etxebarria, al que interpreta Íñigo Gastesi. Ambos están de actualidad por aparecer en el fenómeno de la temporada, con 13 nominaciones a los Goya.

Sergio Polo, alias 'Lur' es natural de Bilbao y se crió en Sopelana. Cumple este año 52 años y abandonó a principios de febrero la cárcel alavesa de Zaballa, donde ingresó en 2021 con una condena global de 287 años. Pasó por Herrera de la Mancha, Picassent, Córdoba o Algeciras. El Gobierno vasco le concedió el tercer grado hace unos días, y tan solo tiene que acudir a dormir al centro penitenciario de Basauri, donde acaba de ser reubicado.

Este etarra acumula cuatro condenas diferentes. La Audiencia Nacional le consideró autor material del atentado que acabó con la vida del comandante Luciano Cortizo el 22 de diciembre de 1995 en León. También fue condenado en el año 2000 a 48 años de prisión por su participación en el ataque mortal contra el guardia civil Emilio Castillo López de la Franca, cometido el 18 de marzo de 1993 en San Sebastián.

Asimismo, la Justicia le impuso otros 29 de años por su participación en el atentado contra Ángel María González Sabino el 2 de junio de 1993, a quien la banda terrorista vinculaba con el mundo de las drogas. Por último, en 2015 recibió otra sentencia de cien años de prisión por el asesinato frustrado del capitán Juan José Aliste, su hija y tres compañeros de instituto de la menor.

Como permanece encarcelado desde la primavera de 1999, aún le quedarían cerca de cuatro para recuperar la libertad. Este tercer grado hará las veces de puente. Se supone que desarrollará alguna actividad laboral o social en algún punto de Vizcaya.

La relación de Kepa Etxebarria Sagarzazu con el atentado de Miguel Ángel Blanco

Por otro lado, Kepa Etxebaria salió de la cárcel de Zuera, en Zaragoza, en marzo de 2019, tras cumplir 20 años de prisión y ser condenado a penas que sumaban 36 años de cárcel por integración en banda armada e intento de asesinato, pero el Tribunal Supremo fijó, en mayo de 2012, el límite máximo de cumplimiento de la condena en 30 años.

Una veintena de amigos y familiares llegados del País Vasco en varios vehículos lo recibieron a su salida con el puño en alto y les fueron dando abrazos, uno por uno, tal y como cuentan las crónicas periodísticas de aquel día.

Etxebarria Sagarzazu nació el 12 de abril de 1975 en San Sebastián. En abril de 1997 huyó de su domicilio después del atentado perpetrado en Errenteria contra el funcionario de prisiones de Martutene Juan José Baeza González, que resultó herido por disparo en el cuello. Fue detenido como cuenta la película 'La infiltrada' en 1999, cuando se desarticuló el comando Donosti.

Su declaración ante la Policía Nacional sirvió para esclarecer el atentado de Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua, en 1997, porque una de las dos armas que utilizaron en el atentado del funcionario de prisiones (una pistola Beretta del calibre 22 Longe Rifle y una pistola Browning) la utilizaron Francisco Javier García Caztelu, 'Txapote', y su compañera Irantzu Gallastegui Gaztelu para matar al edil, asesinato que provocó una respuesta masiva (manifestaciones de seis millones de personas) en toda España.

Opinión:

Tras esta noticia ha sido publicada otra, en el mismo medio, en la que puede leerse que “los etarras de la película ‘La infiltrada’ podrán ver los Goya en casa”.

Sí, es cierto. Y puede parecer (y lo es) extraño, más conociendo las penas a las que fueron condenados.

Lo único que encuentro a faltar en la información es que habría que explicar los motivos para estos dos asesinos puedan estar en la calle, en su casa, viendo los Premios Goya. Y la razón no es otra que el Código Penal por el que fueron juzgados: un Código Penal datado en época de la dictadura franquista, allá por 1973.

Sí, podríamos decir que es “gracias al dictador Francisco Franco” que estas dos alimañas ya están en la calle, al igual que cientos de delincuentes (terroristas incluidos) que cometieron sus acciones criminales antes de la reforma del Códigp Penal de 1995.

Y lo digo con doble conocimiento de causa. Primero, por ser víctima del atentado etarra en Hipercor de junio de 1987. Segundo, porque entre 1994 y 1995 tuve el inmenso privilegio y el enorme honor de colaborar, junto a otros “kamikazes” de la ANTIGUA AVT, en la mencionada modificación de ese Código Penal franquista que aportaba beneficios penitenciarios a los terroristas.

Lo digo porque aún hay quien echará la culpa a quien no la tiene. Y cabe recordar que esa modificación legal, pese a endurecer el Código Penal desde 1995 al NO recoger beneficios penitenciarios, sigue permitiendo que los delincuentes vayan saliendo a la calle porque siempre se aplica al delincuente la legislación más beneficiosa a sus intereses.

¿Qué? Los que llevan años y años hablando de respetar la “intocable” Constitución Española ¿por qué no exigieron modificarla en su momento? Pues muy sencillo: porque hay mucho “especialistO” que promete mucho y luego no se atreve a cumplir lo que ha prometido.

Ah, una cosa más: en la información se lee que “dos años antes, en 1998, la banda terrorista había declarado una tregua, que el entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, bautizó como 'tregua trampa', conocedor de lo que ocurría en el epicentro de San Sebastián”.

Bueno, habría que plantearse las razones por las que, en esa misma época, se aprobó la Ley de Solidaridad con Víctimas del Terrorismo. Y vaya por dios… a esa ley se le aplicó un periodo de temporalidad que la ANTIGUA AVT ya advirtió que no sería aplicable tiempo después… por desgracia, acertamos.

En inglés, esa sensación se traduce como DELUSION. Si al final publican el libro que han pedido que escriba, ese capítulo será muy interesante. Sobre todo porque lo viví en muy primera persona.

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