De aquest viatge es van fer ressò alguns medis de comunicació. En l’arxiu d’en Robert em pogut trobar algunes de aquestes informacions i em seleccionat la publicada pel diari “Ya”. La informació es del company Javier García Rengel.
Día de San Valentín
Día de San Valentín
Triste jornada para las víctimas
“El tiempo oculta pero no cura las heridas que producen los terroristas” comentó un empleado español de la Comunidad Europea al tener conocimiento de la visita. El 14 de febrero, día de San Valentín, fue para muchos de los representantes de las víctimas del terrorismo que habían perdido a su ser querido, una jornada de nostalgia. Ellos, y varios centenares más, no tenían a quién mandar flores, bombones o una corbata.
Pepa Yangüela, la mujer del médico que salvó a sus asesinos, no hizo el menor comentario a este respecto, pero se sentía orgullosa de estar muy enamorada de su marido desde que tenía 15 años, desde que ambos, casi unos niños, se hicieron novios.
Sobrevivir
Sobrevivir
Los que tuvieron más suerte y pidieron sobrevivir a una bomba, un coche con explosivos o un tiro en la nuca, y siguen viviendo en pareja, están más enamorados que nunca, como es el caso de Esperanza, que vio a su marido, Roberto Manrique, con quemaduras por todo el cuerpo, sin cuero cabelludo y sin cejas, por el atentado a un hipermercado de Barcelona y en el que milagrosamente salvó su vida.
Algunas de las víctimas, por circunstancias, llegan a ser conocidas popularmente y hacen más llevadero su dolor. Otros, los más, tienen que conformarse con un recorte de periódico y el recuerdo del día más negro de su vida.
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