lunes, 29 de febrero de 2016

29 febrero 2016 El Mundo del Siglo XXI (opinión)

29 febrero 2016



Joseba Urrusolo, libre e ignorado por los 'abertzales'
Los radicales que preparan la salida de Otegi no celebran la excarcelación del arrepentido
Sus críticas a ETA lo llevaron al ostracismo y a ser expulsado del colectivo de presos

El temporal no dejó ayer nieve en la periferia de Vitoria, pero sí un gélido ambiente que enmarcó la salida de la cárcel, después de cumplir una 19 años, del que fuera histórico miembro de ETA Joseba Urrusolo Sistiaga, alias Langile para los suyos (trabajador en euskera) o El hombre de las mil caras para las fuerzas de seguridad por su facilidad para el camuflaje.
Urrusolo, como su pareja Carmen Gisasola, forman parte del reducidísimo grupo de presos de la banda terrorista que se han arrepentido de su trayectoria (en su caso, 16 asesinatos) y pedido perdón públicamente. La consecuencia: el ostracismo en la izquierda abertzale y nadie a la puerta del penal tras cumplir condena, en contraste con lo que ocurrirá mañana en Logroño con la excarcelacióndel histórico dirigente Arnaldo Otegi.
Para ser domingo a primera hora, el presidio de Zaballa, a unos kilómetros de Vitoria, presentaba un cierto trajín. No habían dado las 10.00 horas cuando un reguero de vehículos empezaba a serpentear la rampa que une la carretera principal con la entrada de la cárcel, situada en una colina. Parece ser que es la hora fijada para la puesta en libertad de quienes han cumplido sus condenas, sean delincuentes comunes o antiguos terroristas. También subió por esa cuesta el BMW blanco de Urrusolo, que a las 10.10 horas le trasladó de vuelta a su domicilio
El ya hombre libre, nacido en 1957 en San Sebastián, tuvo desde 1977 hasta que 20 años después cayó en Francia una larga trayectoria en ETA. Fue informador, adiestrador de futuros terroristas, secuestrador e integrante activo de comandos como el Madrid, ciudad en la que participó en atentados como el de 1985 contra un convoy de la Guardia Civil en la plaza de la República Argentina.
«Era uno de los más buscados», comentaba ayer un policía de la lucha antiterrorista en aquellos años. Sobre sus espaldas recayó una utópica condena de 832 años de cárcel de los que ha cumplido 19, los últimos adscritos a la denominada vía Nanclares, un mecanismo puesto en marcha por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la antigua cárcel alavesa de Nanclares de la Oca -a unos minutos de la de Zaballa- para premiar a los miembros de ETA que rompieran con la violencia.
De aquel sanguinario Urrusolo al actual media un abismo. «En la izquierda abertzale asumimos que lo que se hizo con Lasa y Zabala [asesinados por los GAL y enterrados en cal viva] fue una barbaridad, pero somos incapaces de asumir que el asesinato de Miguel Ángel Blanco también lo fue», dijo sobre su pasado. Y añadió: «Hay un momento en el que me cuestiono lo que estábamos haciendo. Hablé con varios compañeros y dijimos que teníamos que hablar con las víctimas. Aquel momento fue especial, nosotros lo veíamos claro, pero había reticencias en nuestro entorno, incluso gente que estaba en contra. Pero teníamos que hacerlo».
Su pareja, Carmen Gisasola, también ha realizado una «crítica ética» a ETA. Incluso en libros. Dice estar apenada por no poder reparar lo irreparable. Ambos fueron expulsados del colectivo oficial (el EPPK), que ni les contaba en su estadística de «presos vascos».

Opinión:

A causa del número de llamadas que estoy recibiendo desde ayer domingo, planteo mi opinión en este escrito para quien desee consultarla.

1) Que el responsable de tantos asesinatos sea condenado a mas de 800 años de cárcel es una cuestión jurídica y matemática. En toda sentencia firme que se publica tras cada atentado terrorista hay condenas por cada víctima mortal, cada herido, cada delito de cualquier otro tipo que sea consecuencia del atentado realizado. Por ello, los años de condena total son la totalidad de las sumas de todos los delitos cometidos.

2) Para quien no lo sepa todavía, la Constitución Española no incluye la cadena perpetua ni mucho menos la pena de muerte. Ello significa que hay un máximo de años a cumplir en prisión.

3) Para los atentados cometidos desde 1968 y hasta 1994 se aplica el Código Penal de 1973, es decir y pese a que alguien no lo quiera reconocer, el Código Penal de la época franquista. Un Código Penal que incluía beneficios penitenciarios para los presos (sin importar qué tipo de delito hubieran cometido). Esos beneficios penitenciarios sirven para descontar años del máximo permitido en prisión, que eran 30 años. Por esa causa, aunque debieran estar en prisión ese máximo de 30 años, si se acogen a esos beneficios penitenciarios pueden salir a los 23/24 años de estancia real en prisión.

4) Cabe recordar que a los presos detenidos fuera de España y que cumplen años de condena en el país donde son detenidos, los años cumplidos en el extranjero se les pueden incluir en el total de los años a cumplir cuando son extraditados a España.

5) Los atentados cometidos a partir de 1995 se rigen por el Código Penal de ese mismo año (1995). La única diferencia entre el nuevo de 1995 y el antiguo de 1973 es que el de 1995 no ofrece beneficios penitenciarios y, por ello, si son condenados a más de 30 años deberán estar en prisión un máximo de 30.

6) Durante mi época de delegado de la antigua AVT en Cataluña (desde 1989 hasta 2002), entre mis diferentes labores estaba la de explicar esta cuestión jurídica a cientos de víctimas. Esta circunstancia me llevó a coordinar una campaña en 1994 para conseguir el cambio legislativo a través de una “recogida de firmas” (ahora ILP) que nos llevó a conseguir la reforma del tema de los beneficios penitenciarios en el nuevo Código Penal de 1995.

7) También es mi obligación recordar a los desmemoriados (ya lo sean voluntarios o no) que por causa del Código Penal de 1973 ya han salido de prisión mas de 400 terroristas. A algunos de ellos me los he encontrado de frente en varios juicios cuando han acudido a testificar como compañeros de banda terrorista del juzgado en ese momento. Y muchos de ellos con más víctimas que el propio José Luis Urrusolo Sistiaga, sin haber sido noticia en los medios. La pregunta para esta diferencia informativa es ¿por qué?

8) Curiosamente, gente que ni siquiera participaron en aquella campaña "a favor del cumplimiento íntegro de las condenas impuestas a los terroristas" serán los que ahora hablarán sobre este tema, olvidando que las leyes (aunque no gusten) son las que son y si no gustan se intentan cambiar. Algunos ya lo hicimos en 1994.

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