martes, 16 de noviembre de 2021

15 noviembre 2021 Diario Vasco (opinión)

15 noviembre 2021 


 

Mila Esker pide que se coloquen placas en las comisarías en memoria de los ertzainas asesinados por ETA

La asociación de agentes de la Policía vasca donará al Departamento de Seguridad una escultura para recordar en Iurreta a los compañeros fallecidos en atentados y en actos de servicio

La asociación de ertzainas Mila Esker pide al lehendakari, Iñigo Urkullu, que el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco coloque placas conmemorativas de los quince ertzainas asesinados por ETA y de aquellos que fallecieron en acto de servicio, en cada comisaría a la que pertenecían. «Hay compañeros que no tienen nada y nadie se acuerda de ellos», explica el portavoz de la asociación, Julio Rivero. La memoria de los agentes de la Ertzaintza que han sido víctimas de la violencia terrorista de ETA y el deseo de cubrir el «vacío institucional» que, a su juicio, existe en ese sentido, es el empeño de Mila Esker desde su nacimiento el 9 de enero del pasado año. Desde esa fecha han realizado más de una docena de homenajes a los compañeros muertos en atentados terroristas.

Mila Esker también solicita al Departamento de Seguridad que en las reuniones policiales, con las que se inician los turnos de trabajo en comisarías y unidades de la Ertzaintza, se realice un pequeño gesto de homenaje, con un minuto de silencio en cada aniversario del asesinato de un compañero.

Este colectivo se compromete igualmente a liderar y trabajar para que entre todas las asociaciones y sindicatos de la Policía vasca, conjuntamente con el Departamento de Seguridad, se fije un Día de la Ertzaintza para que sea un momento de celebración para los agentes y sus familias, así como para toda la ciudadanía con jornada de puertas abiertas. Proponen, además, que igual que se lleva a cabo la iniciativa 'Adi adian' en institutos y universidades, en las aulas de la Academia de Arkaute, las nuevas promociones de ertzainas conozcan de primera mano el testimonio de quienes les precedieron y fueron víctimas del terrorismo. «Algunos de los agenes que sobrevivieron pueden contarlo en primera persona», explica Rivero.

Para contribuir al objetivo de memoria y reconocimiento de los compañeros fallecidos, Mila Esker va a donar al Departamento de Seguridad una escultura obra del artista alavés Gabriel Ortiz de Zárate, para que sea colocada en la base de Iurreta. La obra, realizada en hormigón forjado con hierro, simboliza «la fuerza de quienes lucharon contra el terrorismo». Lleva los colores rojo por la Unidad de Protección Ciudadana y Tráfico, y verde, por el resto de unidades que conforman la Ertzaintza, que junto con el blanco forman los colores de la ikurriña, y acompañan a la E gótica, símbolo de la Ertzaintza.

Opinión:

Recuerdo cuando en un lejano 2002 y tras acabar una asamblea de la antigua AVT, la viuda de un militar asesinado por la banda terrorista ETA me propuso, en el taxi de camino a la estación de autobuses, la creación de una asociación de “víctimas civiles del terrorismo”. La propuesta me sorprendió viniendo de quien venía porque tenía entendido que las viudas de los militares asesinados eran consideradas como “estamento militar” sin problemas. Pero no era así, al parecer pasaban a tener la consideración de víctimas de carácter civil, es decir y para entendernos coloquialmente, víctimas “sin uniforme”.

Le respondí que no lo veía una buena idea porque, de hacerlo, aparecerían los que nos acusarían de dividir al colectivo de víctimas y quedamos en hablar pasado un tiempo. Ese tiempo pasó y volvió a sorprenderme cuando me llamó para decirme que la división que nosotros queríamos evitar ya se había iniciado. Hacía pocos días que se había creado una asociación de víctimas de las “Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, es decir, víctimas de atentados terroristas que llevaban uniforme. Me dejó de piedra porque según esa premisa ¿qué ocurría con los huérfanos de alguien que fue asesinado por pertenecer a las FCSE? Por lógica, deberían quedar fuera de esa nueva asociación…

Y lo peor de todo fue que cuando dijimos que esa era una manera de dividir a las víctimas en grupos y subgrupos, salieron los nuevos a “meternos caña” diciendo que el Gobierno no se preocupaba de las víctimas de uniforme y que algo tenían que hacer. Claro, las víctimas civiles no contaban para nada. Eran capaces de preocuparse de sí mismos y no hacerlo de los familiares en primer grado de la víctima asesinada? ¿O solamente seria una asociación de víctimas pertenecientes a  las FCSE que hubieran resultado heridas?

Bueno, dentro de la libertad asociativa que garantiza la legislación y por si no fuera suficiente, siguen apareciendo asociaciones de víctimas según la profesión y el correspondiente uniforme. Pero, vaya por donde, aún no se ha creado la asociación de víctimas SIN uniforme, es decir, las víctimas civiles. Y puedo avanzar que sería la más numerosa porque, no nos olvidemos, los familiares de las víctimas CON uniforme son considerados civiles.

Y no seré yo quien proponga esa nueva asociación… ¿alguien se atreve? Y aunque luego algunos dirán que no hay diferencias entre víctimas… desde 2002 ya se aprecia que sí existe.

 

 

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