sábado, 18 de marzo de 2023

17 marzo 2023 elplural.com

 17 marzo 2023 

Veinte años después de la foto del Trío de las Azores

La antesala a la guerra de Irak, de la mano de Estados Unidos, España y Reino Unido

Más de veinte años han pasado tras la famosa instantánea del Trío de las Azores protagonizada por el presidente estadounidense George Bush, el primer ministro británico Tony Blair y el presidente español José María Aznar al encabezar la Cumbre de las Azores. Aquel sábado 15 de marzo de 2003, el encuentro se convertía en el detonante de Estados Unidos para invadir Irak.

Más mentiras que verdades invadían esta reunión en el archipiélago luso. Los tres protagonistas aparecían en la portada de todos los medios de comunicación, pero a esta cita se sumaba otra cara conocida con el que fue el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso. Varias imágenes dejaban el encuentro en el municipio de Lajes en la localidad de Praia da Vitória, pero con un único objetivo, el de invadir el país iraquí para "acabar con el terrorismo", a pesar de la negativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de realizar una intervención militar en el país iraquí.

Oídos sordos hacían Bush, Blair, Barroso y Aznar en su cita en las Azores. En este discutido encuentro, los dirigentes decidían dar un ultimátum al dictador Saddam Hussein en el desarme de sus tropas con el argumento de que su Gobierno contaba con armas de destrucción masiva cuando justificaron su premisa con datos de los servicios de Inteligencia que resultaron ser falsos. Las estadísticas utilizadas por Casa Blanca y Downing Street fueron desmontadas por el informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA), aunque también por los servicios de información e inspectores designados para demostrar la veracidad de los informes.

La “ilegal” guerra de Irak

Mucho texto y pocas pruebas fue el resumen de la justificación del presidente estadounidense para invadir Irak. El 20 de marzo de 2003, una coalición de varios países encabezados por el Pentágono, entre ellos, miembros de la OTAN, emprendieron el inicio de una operación militar en el país iraquí hasta el 18 de diciembre de 2011 con el pretexto de acabar con el terrorismo internacional.

Tras la contienda iniciada por el Pentágono, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, señaló un año más tarde que “desde nuestro punto de vista y el punto de vista de la carta de la ONU, la guerra fue ilegal”. Pero Bush no decretó un alto el fuego. Las cifras de las víctimas mortales aún no están del todo claras. El registro de los fallecidos asciende hasta casi el millón de personas en la guerra de Irak, pero ninguna de ambas autoridades ha detallado los números precisos en esta guerra injustificada.

El mayor arrepentimiento

Aunque sin claros remordimientos, el presidente estadounidense George W. Bush admitía en una entrevista que no estaba preparado para la guerra cuando en 2001 se convirtió en presidente. “El mayor arrepentimiento de toda mi presidencia tiene que ser el error de Inteligencia en Irak. Mucha gente se jugó su reputación al decir que las armas de destrucción masiva eran una razón para derrocar a Sadam Hussein”, explicaba el mandatario, aunque el dirigente ha aclarado que continúa orgulloso de no haber retirado “prematuramente” a sus tropas de Irak por sus principios.

“Fue una decisión difícil, especialmente, porque mucha gente me recomendaba salir de Irak o retirarnos”, continuaba Bush en la conversación con la cadena estadounidense ABC News. Pero ante esa duda entre elegir la vida de sus soldados o continuar la destrucción y el sufrimiento de la guerra, optó por sus principios. “Si pones en peligro a niños, vas la guerra para ganarla. La retirada hubiera comprometido mis principios”, concluía Bush. Más de 4.000 soldados estadounidenses fallecieron en este conflicto y más de 150.000 continúan desplegados en el país iraquí.

“Los errores de la guerra de Irak”

En el caso del expremier británico, las disculpas fueron más claras. Tony Blair, en la CNN, pedía disculpas públicamente en 2015 por “los errores de la guerra de Irak” y reconocía que la “información de inteligencia” sobre la existencia de destrucción masiva era “errónea”. “Puedo decir que pido perdón por el hecho de que la información de inteligencia que se recibió estaba equivocada porque incluso aunque Sadam Hussein había usado armas químicas extensivamente contra su propia gente y otros, el programa no existía en la forma en que pensamos”, afirmaba Blair.

Y también admitía sus errores en otras actuaciones internacionales que tampoco dieron los resultados que esperaban. “Hemos intentado la intervención y poner tropas en Irak, intervención sin tropas en Libia y no intervención, pero con llamado a un cambio de régimen en Siria. No tengo claro que, incluso si nuestra política no funcionó, las siguientes políticas hayan funcionado mejor”.

En el caso del anfitrión de la cita en las Azores, José Manuel Durão Barroso, denunciaba que durante el encuentro recibió información falsa sobre Irak durante la Cumbre. De esta forma, Barroso alertaba que le facilitaron informaciones “que no correspondían a la verdad”. El portugués también reconocía que todo salió mal en aquella antesala. “Es fácil culpar ahora a Bush, pero la intervención en Irak fue aprobada de manera casi unánime en Estados Unidos” y que “como las cosas han marchado manifiestamente mal, todo el mundo procura ahora huir de sus responsabilidades”.

¿Y las disculpas de Aznar?

Pero el caso del presidente José María Aznar no ha sido igual que el de sus homólogos. Y lo decía en 2008 cuando aseguraba que “nunca” se va a arrepentir de la foto de las Azores previa a la guerra de Irak. Es más, el mandatario calificaba la imagen como “el momento histórico más importante que ha tenido España en 200 años”.

También añadía tras las críticas de la instantánea que “hay gente que critica la foto de las Azores no tanto porque yo estuviera en la foto, sino porque no estaban los que la critican, que les encantaría. Esto lo dejo para un episodio de mis memorias, que lo contaré con nombre y apellidos, en algunos casos”, dijo Aznar durante su intervención en un curso de la Universidad Complutense de Madrid. Se añaden, también, las declaraciones del mandatario en el programa Mi casa es la Tuya en la que se dedicó a destinar unas palabras a Ana Botella y su relación amorosa, y reconociendo que "volvería a las Azores una y mil veces".

Tras 20 años, el antiguo líder del PP continuaba con su misma posición afirmando que volvería a respaldar la operación aunque supiera que no había armas de destrucción masiva en el país iraquí, tras su entrevista con el periodista Jesús Cintora. En el mismo, confesaba que se sentía “completamente orgulloso” y que “el mundo está mejor sin Sadam Hussein”.

Pedir perdón

Las palabras de Aznar no solo iban a contracorriente, sino que también utilizó la guerra de Irak para atacar a la oposición tras el atentado del 11M. “El PSOE pagará tarde o temprano un precio por su tremenda deslealtad tras la masacre del 11M”, decía Aznar tras las elecciones generales celebradas tres días después de los atentados en Madrid.

El jueves 11 de marzo de 2004, 193 personas fallecieron en un atentado terrorista que afectó a cuatro vagones de la red de Cercanías en la capital madrileña. La sentencia de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo dictaminó que el atentado había sido ejecutado por el grupo terrorista Al Qaeda y el Grupo Islámico Combatiente Marroquí con diez explosiones simultáneas en estos vagones. Las víctimas mortales fueron 193 y el número de heridos, alrededor de dos mil.

A estas acusaciones, respondía el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, hace dos años y recordaba al antiguo dirigente del Partido Popular que “lo que debería hacer es pedir perdón por meter a España en una guerra injusta”. “Aznar debe ser más justo con la democracia española antes de lanzar esas acusaciones”, respondía el presidente del Gobierno.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario