jueves, 23 de febrero de 2023

22 febrero 2023 (3) La Vanguardia (opinión)

 

 

22 febrero 2023 


 

Barcelona recuerda el 'caso Scala', que califica como "crimen de estado"

Memoria histórica

Barcelona ha inaugurado una placa en memoria de los cuatro trabajadores muertos en el incendio de 1978 en la Scala, donde tres militantes de la CNT lanzaron cócteles molotov contra la sala de fiestas supuestamente instigados por la policía, un ataque que el consistorio califica como un "crimen de estado".

La placa se ha colocado en un atril frente al lugar que ocupó la sala de fiestas, en el cruce entre el paseo Sant Joan y la calle Consell de Cent, y se ha inaugurado en un acto en el que han participado familiares de las víctimas y los concejales del ayuntamiento de Memoria Histórica, Jordi Rabassa, y de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, quienes han impulsado el homenaje.

El 15 de enero de 1978, tras una manifestación de la CNT contra los Pactos de la Moncloa, tres militantes que habían participado en la protesta lanzaron cócteles molotov contra la sala de fiestas Scala, provocando el incendio de la misma y la muerte de cuatro trabajadores que estaban allí haciendo tareas de mantenimiento: Ramón Egea, Juan López, Diego Montoro y Bernabé Bravo.

En aquel momento los hechos se calificaron como un atentado y se detuvo y se juzgó por ello a los tres anarquistas que habían lanzado los cócteles molotov -José Cuevas, Xavier Cañadas y Arturo Palma- y se les condenó a 17 años de cárcel por homicidio involuntario.

Sin embargo, seis años después, se juzgó también por los hechos a Joaquín Gambín, un confidente de la policía, por su presunta infiltración en la organización a petición de la policía y por haber instigado el ataque, aunque el confidente quedó absuelto de estos cargos y únicamente fue condenado por tenencia de explosivos.

 


 

“Un crimen de estado”

El Ayuntamiento de Barcelona defiende, 45 años después, la tesis de la infiltración policial en la CNT y la propia placa conmemorativa del atentado describe los hechos como "un crimen de estado".

En su intervención, el concejal Jordi Rabassa ha dicho que el atentado "fue una construcción policial para desarticular el movimiento libertario" y ha reivindicado que la Transición fue un proceso "lleno de brutalidad policial y sangre".

En la misma línea se ha pronunciado el historiador Jesús Sánchez, que ha investigado el caso y que asegura que fue Gambín, a las órdenes de la policía, quien instigó a los militantes de la CNT a lanzar los cócteles molotov: "La CNT era contraria a la Transición, y las cloacas del estado necesitaban argumentos para desmembrarla".

Los familiares de las víctimas, por su parte, admiten que hay sombras respecto a la autoría, pero no se pronuncian sobre la hipótesis del crimen de estado.

"Nadie ha podido demostrar nunca que un policía se infiltrara en la CNT y fuera el responsable del atentado", ha manifestado Antonio Egea, hijo del fallecido en la Scala en 1978 Juan Egea.

En la misma línea, Mercedes Bravo, hija de Bernabé Bravo, otra de las víctimas, ha dicho que "hay sospechas" sobre la actuación de la policía, pero que no podrán saber nada "a ciencia cierta" hasta que no se levante el secreto de sumario, cosa que calculan que pueda suceder en cinco años, cuando se hayan cumplido 50 de los hechos.

 


 

Un acto que llega 45 años tarde

La colocación de la placa ha sido el primer acto de reconocimiento del atentado por parte de una institución pública desde los hechos, por lo que el concejal Marc Serra ha explicado que el ayuntamiento se reunió esta semana con los familiares para "pedirles disculpas" porque el homenaje llega "45 años tarde".

Mercedes Bravo ha pedido que la placa sirva para honrar la memoria de los que perecieron en el incendio y para recordar que "una reivindicación nunca puede hacerse mediante la violencia".

Opinión:

Para la UAVAT ha sido un enorme honor poder colaborar en la organización del acto de homenaje a los cuatro asesinados en el atentado a la Sala de Fiestas “Scala Barcelona”. Una propuesta que presentamos al Ajuntament de Barcelona hace unas semanas y que obtuvo un inmediato interés por parte de los regidores del consistorio.

Hecho que agradecemos enormemente y que, estamos seguros, no será el último. Ya estamos trabajando en otras propuestas para que las víctimas del terrorismo tengan los homenajes que merecen.

También queremos agradecer a las familias de Bernabé, Diego, Juan Manuel y Ramón la excelente colaboración que nos han mostrado. Seguramente, el hecho de conocerles desde mediados de la década de los años 90 ha facilitado toda la labor.

Una enorme dignidad…

 

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