miércoles, 9 de abril de 2025

08 abril 2025 (5) RTVE

 

08 abril 2025 



Las víctimas del primer atentado yihadista en España en el restaurante El Descanso: "Somos los grandes olvidados"

Este sábado se cumplen 40 años del crimen terrorista que dejó 18 muertos y al menos 84 heridos

Marlaska asegura que la masacre fue el "sombrío presagio" del yihadismo que amenaza España y Europa

"Somos los grandes olvidados, es así es la injusticia y eso a uno le repercute porque lo más importante que tiene un ser humano es la vida, si resulta que no la respetan y no hay justicia además, pues no sé qué podemos esperar", denuncia Cristina, superviviente del primer atentado yihadista masivo que se produjo en España. Dos décadas antes del 11M, el terrorismo yihadista ya había golpeado Madrid.

El 12 de abril de 1985, a las 22.30 de la noche, 18 personas fueron asesinadas y al menos 84 resultaron heridas cuando un artefacto explosivo con temporizador fue activado, derribó la fachada y dejó reducido a escombros el restaurante barbacoa El Descanso, en el kilómetro 14 de la antigua carretera de Barcelona.

Unas 200 personas llenaban el restaurante que, por su cercanía a Torrejón de Ardoz, era frecuentado entonces por la nutrida colonia de soldados norteamericanos. A esas horas ya quedaban pocos ciudadanos norteamericanos, la mayor parte de los clientes que se encontraban eran españoles. La explosión dejó sepultadas a decenas de personas que quedaron atrapadas entre los escombros, entre ellas Cristina, que había salido a cenar con su marido y una pareja amiga: "No nos dio tiempo ni a sentarnos en una mesa".

Catorce de las dieciocho víctimas mortales de este atentado eran mujeres y diez de ellas tenían menos de 30 años. Los nombres de María del Carmen Alcaide González, María Jesús Álvarez-Osorio Gálvez, Flora Boj Padilla, Mercedes Dresh Recarte, María de los Ángeles España Mateos, María Cruz García Martín, Joaquín González Yepes, Pilar Harta-Sánchez Ibarra, Lucía Izquierdo Cuevas, Manuela Jubrias Yagüe, Elena Palomares Traba, Isabel Rodríguez Blanco, Arturo Rodríguez Pato, Nuria Ruiz Mijares, María del Carmen Sánchez Hijón, José Sánchez Jiménez, María del Remedio Tomás Escudero y Fernando Zahonero López se convirtieron en las primeras víctimas mortales del terrorismo yihadista en España.

El hijo del dueño del restaurante, Juan José González, se encontraba allí en el momento del atentado, al igual que su padre, José González Coillo, y describió lo ocurrido con estas palabras, emitidas al día siguiente en el programa Informe Semanal de TVE: "Yo llegaba en ese momento a la zona de la barra, soy un poco el que organiza las mesas. Entonces noté como una especie de temblor y de repente un estallido grande, en el aire pude ver cómo las puertas salían volando más o menos hacia mí".

Una causa archivada y un nombre, Setmarian

Los testigos describieron al principal sospechoso como un hombre de 25 a 30 años, delgado, con pelo castaño claro y bigote. Algunos lo habían visto mientras esperaba mesa, bebiendo una cerveza, con una bolsa a sus pies.

Sin embargo, los testimonios no permitieron despejar las incógnitas y entonces tampoco se produjeron detenciones. La autoría de la Yihad que reivindicó el atentado al día siguiente en Beirut, fue aceptada como la más creíble por las autoridades españolas. Antes de que se produjera este atentado, la organización islamista había actuado supuestamente en España en tres ocasiones en 1984, dos en Marbella y una en Madrid, pero nunca contra ciudadanos españoles.

El juez Carlos Granados, titular del Juzgado de Instrucción número 10, se hizo cargo de la instrucción. Los bomberos descartaron la hipótesis del accidente ante el estado intacto de las bombonas de gas. La hipótesis criminal se confirmó con el hallazgo de restos de azufre y clorato, componentes de un explosivo llamado cloratita, por parte de los investigadores.

La Jefatura Superior de Policía de Madrid elaboró un informe que apuntaba al terrorismo yihadista, pero diez años después, la causa quedó archivada temporalmente en el juzgado número 2 de la Audiencia Nacional "por falta de autores". Al no haber dado ningún resultado, no hubo detenidos ni tampoco juicio.

En octubre de 2004, el entonces juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo solicitó a la Policía información sobre un sirio-español: Mustafa Setmarian Nasar, durante la instrucción del 11M. Quería indagar si era uno de los responsables del ataque en El Descanso, pero finalmente no llegó a imputarle en la causa.

El juez Ismael Moreno decidió reabrir el sumario en noviembre de 2005 al identificar esta vez a Setmarian como uno de los autores materiales.

De nuevo, el 28 de noviembre de 2008 se decretó el sobreseimiento provisional de la causa sobre el atentado del restaurante por falta de autor conocido.

En 2009 el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón reactivó la orden internacional de busca y captura contra Setmarian, supuesto número cuatro de Al Qaeda y vinculado al 11-M y el 11-S, por su vinculación con la denominada Operación Dátil, desarrollada en noviembre de 2001 contra la rama española de esta organización.

Setmarian, conocido también en el yihadismo como Abu Musab Al Suri, había abandonado Siria a principios de la década de los 80 a raíz de su militancia en la organización Hermanos Musulmanes y adquirió la nacionalidad española al casarse en 1987 con una española.

Víctor: "Nos hubiera gustado saber el porqué y el quién"

Cristina y Víctor, supervivientes del atentado, han estado en la inauguración de la exposición "El Descanso. 40 años del primer atentado yihadista masivo en España", organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo con motivo del aniversario de este atentado, elaborada con vídeos de RTVE y fotografías del archivo de la Agencia EFE, que se mostrará hasta el 30 de abril en la sede de la Delegación del Gobierno en Madrid.

Del momento de la explosión lo único que recuerda Cristina es que quería saber cómo se encontraban su marido, al que perdió, y sus amigos. También fue asesinada su amiga Mercedes, que estaba prometida e iba a casarse en junio. Desde entonces ha seguido terapia, no ha vuelto a ir al lugar del atentado, y asegura que por mucho tiempo que pase no se "acostumbra", solo ha aprendido a asumirlo porque "no queda otra: vivir con aquello".

"Nos hubiera gustado saber el porqué y el quién: la organización, la persona en cuestión", dice Víctor, que tenía solo tres años en el momento del atentado, al ser preguntado por lo que pediría cuarenta años después. Se encontraba en el restaurante con sus padres cuando se produjo la explosión. Habían ido a celebrar un cumpleaños.

Del momento de la explosión, guarda "flashes": aparecer en otro lugar muy diferente y llorar, preguntar por su familia. Su padre lo llevó dentro del local para buscar a su madre, pero no la localizaban. Entonces les advirtieron que no podían estar ahí porque el edificio se podía venir abajo. Le dejaron con dos policías que le llevaron al hospital. Y lo siguiente que recuerda es que fueron a verle allí.

"Mientras yo preguntaba por mi familia, no recibía respuestas", asegura Víctor, que reconoce que este tema es "tabú, completamente tabú" en su familia y que, de hecho, lo que está haciendo al hablar de ello es la primera vez en su vida que se enfrenta a ello, y que era necesario.

Lamenta que hayan hecho falta "un montón de víctimas posteriormente" para que existan unos protocolos de atención: "No hablo del atentado del que casi nadie tiene constancia, sino de los del 11M o el 11S o lo que ha perpetrado ETA a lo largo de los años".

"No es algo que se vaya difuminando con el tiempo, sino al revés, tu cabeza es capaz de crear una realidad que luego necesitas contrastar", asegura Víctor, que se pregunta el porqué de un atentado terrorista en el que "se supone" que iba dirigido a militares de la base aérea de Torrejón de Ardoz, cuando el 100% de las personas que murieron eran españolas y la mayoría mujeres. Y lamenta que entonces los medios de comunicación no "apretaran" más para que se investigara: "Es un poco todo, se dio el caso de que nos tocó a nosotros y por desgracia le ha tocado a mucha gente después en otros casos [...] se han seguido perpetrando barbaridades y todavía hay gente que mira a otro lado en situaciones de violencia".

La masacre El Descanso fue el sombrío presagio del yihadismo

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha acudido a la inauguración de la exposición en recuerdo a las víctimas, ha asegurado que este crimen yihadista fue el "sombrío presagio" de la amenaza radical islamista que se cernía sobre España y Europa.

Reconoce que a día de hoy "no sabemos qué objetivo buscaban quienes atentaron en El Descanso ni tampoco tiene sentido especular ahora" y señala que el terrorismo yihadista no irrumpió como puede creerse "en los estertores de ETA".

Desde la década de los años ochenta del siglo XX, el terrorismo yihadista ha asesinado a un total de 300 personas por atentados en España o españoles en el extranjero.

 

 

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