08 abril 2025 (07.04.25)
Un
atentado extraño»: más dudas que certezas en la masacre del restaurante El
Descanso 40 años después
El
sábado se cumplen 40 años de la masacre del restaurante El Descanso, un
«atentado extraño» que causó 18 muertos y un centenar de heridos y sobre el que
cuatro décadas después sigue habiendo más dudas que certezas, a pesar de ser la
tercera acción terrorista más sangrienta en España tras el 11M y el atentado
del Hipercor de 1987.
Fue
un 12 de abril de 1985, viernes, cuando un artefacto explosivo destruyó el
restaurante El Descanso, ubicado a la altura del kilómetro 14,200 de la N-II
(aún no había autovía), muy concurrido por los militares estadounidenses de la
base americana de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Más
que la potencia del explosivo empleado, fue el derrumbamiento del local lo que
provocó ese mayor número de víctimas mortales y de heridos de un atentado cuya
autoría aún no se ha esclarecido.
Una
pobre investigación y un sumario escueto son la muestra de que España estaba en
ese momento «en pañales» en terrorismo internacional, porque sus fuerzas de
seguridad estaban volcadas lógicamente en la lucha contra el doméstico, el de
ETA y el del GRAPO, muy activos en esos momentos.
Luis
de la Corte, profesor y director de Estudios Estratégicos e Inteligencia del
Centro de Investigación en Ciencias Forenses y de la Seguridad de la
Universidad Autónoma de Madrid, ha escrito un libro, que se presenta este
lunes, para intentar dar un poco de luz a las sombras de este atentado.
«Un
extraño atentado. La matanza del restaurante El Descanso y el terrorismo
internacional», una obra del Centro Memorial Víctimas del Terrorismo y
publicado por Catarata de la que su autor ha hablado con EFE.
De
la Corte recuerda que las fuerzas de seguridad estaban «absorbidas» por el
terrorismo de ETA, que cometía atentados prácticamente todas las semanas. En
terrorismo internacional apenas tenían experiencia, y eso que en los años 70 y
en los previos a la masacre de El Descanso se produjeron acciones de menor
entidad por parte de grupos islamistas.
A
ello se añadía la «escasísima» colaboración internacional, que fue más efectiva
ya entrado el siglo XXI.
¿Se
ocultó la muerte de tres militares de EE.UU.?
Tres
días después de la explosión la Policía descartó a ETA y al GRAPO como posibles
autores porque no dio credibilidad a las llamadas a medios de comunicación
reivindicando la acción en nombre de esas organizaciones.
Por
el contrario, señalaba a un posible grupo internacional como el autor de la
colocación de un explosivo casero que afectó a una viga y provocó un derrumbe.
Muchas personas quedaron sepultadas entre los escombros. Y eso causó más
muertes que la propia explosión.
¿Fueron
18 o 21 los fallecidos en el atentado? ¿Se ocultó la muerte de tres militares
norteamericanos de la base?
Una
investigación del diario La Vanguardia apuesta por los 21 ya que ha comprobado,
según ha publicado, que España y EE.UU. ocultaron que en el atentado
fallecieron tres militares de la base.
Aunque
no se aportan evidencias documentales, De la Corte cree que es «bastante
probable» que ocurriera así y, de hecho, precisa que en su día circulaba ese
rumor.
Pero
De la Corte ha accedido a documentos desclasificados de la CIA donde se
relaciona un número determinado de militares estadounidenses heridos que fueron
evacuados al hospital de la base de Torrejón.
El
juez encargado del caso pidió un informe a la base, que cifró en 12 los heridos
norteamericanos -militares y familiares-, pero el documento de la CIA «habla de
15 heridos», recalca De la Corte.
Así,
no descarta que a esas tres víctimas añadidas las introdujeran de alguna manera
en la base como heridos graves aunque estuvieran muertos. Luego pudieron
mantenerlos en la morgue hasta la evacuación de los cadáveres a su país.
Todo
ello pudo ocurrir, pero «no se puede afirmar a ciencia cierta», señala el autor
del libro.
¿Quién
lo hizo?
De
la Corte dedica una parte de su obra al terrorismo internacional en ese momento
e intenta seguir la pista de los grupos que podrían haber estado detrás del
atentado.
Fueron
dos las reivindicaciones: una a través de la prensa dos días después de la
masacre, es decir, el 14 de abril, en nombre de la yihad islámica, y otra de un
grupo palestino que en ese momento usó un nombre desconocido, pero que a la
postre era una de las múltiples escisiones del Frente Popular para la
Liberación de Palestina, explica el autor.
Recuerda
que la Policía también descartó a Mustafá Setmarian Nasar, un sirio que
estableció la primera célula de Al Qaeda en España y al que identificó un
testigo protegido como la persona que pudo colocar la bomba.
Si
tiene que elegir, De la Corte opta por el grupo palestino, toda vez que en su
reivindicación, por escrito, hay un «detalle muy importante»: aparece impresa
la publicidad que el restaurante El Descanso se hacía en los azucarillos. Dato,
a juicio del autor, muy relevante.
De
todos modos, este experto recuerda que la respuesta que dio la Policía para
descartar la autoría de Setmarian Nasar era «muy escueta». «Da la impresión de
que esa pista no se siguió muy a fondo», dice De la Corte, convencido de que se
tenía que haber investigado más porque la pista era «lo suficientemente
importante» como para haberlo hecho.
En
suma, nunca se detuvo a nadie y, por ende, nunca hubo juicio. «Así que,
evidentemente, es un fracaso», apostilla De la Corte, quien reconoce que la
impresión que les ha quedado a las víctimas de la masacre es que «no se hizo un
esfuerzo suficiente» para encontrar a los culpables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario