07 abril 2025
Superviviente
del atentado de El Descanso: "Es horrible que no se haya hecho
justicia"
40
años después de la primera acción yihadista en España, sigue sin saberse quién
lo hizo.
Hay
quien dice que el del restaurante El Descanso en Madrid es el atentado del
olvido, pero para las víctimas no, aunque hayan tenido que asumirlo y vivir con
ese recuerdo. Porque 40 años después de la primera acción yihadista en España,
sigue sin saberse quién lo hizo. "Es horrible que no se haya hecho
justicia", lamenta Carolina, que sobrevivió a la masacre.
Carolina
es nombre ficticio de esta mujer, que prefiere mantener el anonimato, aunque ha
accedido a hablar con EFE de aquel día y de cómo se siente cuatro décadas
después de que una bomba estallara en torno a las 22:30 horas en un restaurante
ubicado en el kilómetro 14.200 de la entonces N-II, muy cercano a la base
estadounidense de Torrejón de Ardoz y muy frecuentado por militares
norteamericanos. Será este sábado cuando se cumpla el aniversario. El 12 de
abril de 1985 era viernes. Fue casual que fueran a ese restaurante, en aquella
época muy famoso. Fue su amiga la que lo eligió porque lo conocía. Sin móviles
entonces, tardaron en contactar, pero al final lograron quedar ambas y sus
respectivas parejas. Era una noche de viernes normal, la noche de dos parejas
que salen juntas a cenar y que, además, aprovecharían la ocasión para celebrar
que Carolina cumplía 30 años unos días después y que su marido había ganado una
importante oposición. Estuvieron un poco en la barra y a continuación explotó
la bomba, rememora esta superviviente.
"No
sabía cuántos kilos de escombro tenía encima"
Los
primeros minutos fueron un caos. "No podía moverme, estaba bastante
dolorida y solo pensaba en que todos estuviéramos sanos", relata Carolina,
que como otras víctimas quedó atrapada en el derrumbe de la explosión. "No
sabía cuántos kilos de escombro tenía encima. Escuché que iban a meter una
excavadora y yo pensaba: 'están locos, ¿como van a meter ahora una
excavadora'?", recuerda Carolina. Pero pese a los medios con los que los
servicios de emergencia contaban entonces, "lo hicieron bastante
bien", aunque a ella tardaron dos horas en sacarla. Lo sabe porque, como
le dijeron después, llegó al hospital ya pasada la medianoche. Fueron dos horas
que a ella "curiosamente" se le hicieron "cortas" porque la
mente "es muy sabia". Solo quería ver a su marido. Cree que en algún
momento perdió la consciencia, aunque supo que la llevaban en una ambulancia,
pero "no sabía dónde". Ingresó en el hospital Ramón y Cajal.
Cuando
alguien le preguntó si avisaban a su familia, lo primero que pensó es que
estaban en la Sierra y que era mejor no preocuparles, pero inmediatamente
después dio su número. Más tarde, le pidió a una persona que buscara a sus
familiares en la sala de espera de Urgencias y pudo ver a sus padres y a su
hermana. "Me quedé sorda, muy sorda, pero no me di cuenta de que lo estaba
hasta pasado un tiempo", dice. Su marido murió en la explosión. Fue su
padre quien le comunicó la noticia. Tras 30 días en el hospital, Carolina
intentó recomponerse y se dedicó a trabajar, que era "lo que más me
llenaba", reconoce. "Me centré mucho en mi trabajo", en el
sector de la banca internacional.
"He
luchado para que no se olvidara este atentado"
Asegura
Carolina que no ha tenido más remedio que asumirlo y aprender "a vivir con
ello", pero con la edad lo lleva "peor". Además, ya ha dejado de
trabajar y tiene más tiempo para pensar. Sufre las secuelas de la explosión.
"Tengo la espalda destruida", comenta. Afortunadamente, está bien
psicológicamente, pero como casi todas las víctimas necesitó años de terapia.
De todos modos, "una cosa como esta es inolvidable, insuperable. El
cerebro es sabio y lo asumes, pero no lo olvidas aunque no lo tengas permanentemente
en la cabeza". Recalca que, desde las asociaciones de víctimas en las que
ha participado, ha luchado durante mucho tiempo para que el atentado de El
Descanso no cayera en el olvido. "Con escasos resultados", lamenta.
Carolina
recuerda en su entrevista con EFE que en los atentados del 11M supo "desde
el minuto cero que no era ETA" y pensó en "los islamistas",
tanto por el modus operandi como por las propias declaraciones del entorno de
la banda: "Si en algo no engañan los terroristas, es en las
autorías", apostilla.
Que
en este 40 aniversario de atentado de El Descanso se hayan volcado tanto los
medios de comunicación con investigaciones propias, las plataformas de
documentales y las editoriales llega a "cabrear" un poco a Carolina,
porque piensa que "se podía haber movido esto mucho antes". Y lo dice
porque no se ha juzgado nunca a nadie por este atentado, no se ha esclarecido
su autoría y no ha habido justicia para las víctimas, que suman alrededor de
300 entre heridos y familiares de los fallecidos. "Lo más importante que
tiene un ser humano es la vida. Y resulta que el Estado, que tiene que
protegernos y hacer justicia para que los que han segado esas vidas paguen por
ello, no ha hecho justicia", enfatiza esta superviviente.
Carolina
se pregunta si es que la vida de 18 personas no tiene el valor suficiente como
para haber hecho una "investigación seria" y no la que se refleja en
un sumario "bastante cortito", sin poner en duda, no obstante, la
profesionalidad de las fuerzas de seguridad y de los servicios de inteligencia.
Opinión:
Durante mi etapa como delegado en Catalunya de la antigua
AVT conocí a diferentes víctimas del atentado contra el restaurante El
Descanso, la mayoría residentes en Madrid. Y todavía mantengo el contacto con
algunas de ellas, motivo por el cual puedo certificar que algunas siguen
peleando por el esclarecimiento de lo ocurrido y por sus derechos como
víctimas.
En cuanto al subtítulo de la noticia, el cual dice que “40
años después de la primera acción yihadista en España, sigue sin saberse quién
lo hizo”... creo que algunas de estas víctimas lo tienen muy claro y así lo
hicieron saber hace muchos años a las administraciones competentes.
Busquen el nombre de Mustafá Setmarian y extraigan sus
propias conclusiones. Por cierto, un spoiler: con el tiempo llegó a ser el
número tres de Al-Qaeda.
Y si quieren seguir investigando, a ver quien conoce las
razones por las que el acto conmemorativo de los 40 años del trágico atentado y
que estaba previsto en la sede de la Comunidad de Madrid se ha trasladado, a última
hora, al propio restaurante.
No se yo, pero me parece muy poco sensible…
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