10 abril 2025
Romper
el tabú de que los jóvenes vascos escuchen hablar de ETA: “Les gusta conocer
esa parte de la historia”
Bajo
el título ‘30 años de la Socialización del Sufrimiento. Una conversación entre
víctimas y jóvenes’ tres alumnos de Bachillerato frente a sus 400 compañeros de
clase han escuchado por primera vez los testimonios de Sara Buesa y Joxemari
Mitxelena
El
silencio. Eso es lo que reina en clase cuando comienzan a tratar pasajes del
terrorismo en Euskadi en las aulas. Puede que por lo lejano que les parece esa
oscura parte de la historia, o porque la ven como una película que jamás
ocurrió. “En muchas casas ETA es un tabú y no conocen nada hasta que planteamos
estos temas en clase. Por mucho que hayamos sido parte de una sociedad en el
terrorismo o incluso hayamos sido víctimas, es difícil hablar de estos temas a
nuestros hijos, pero a los jóvenes les gusta conocer esa parte de la historia”,
explica a este periódico Eider Aznar, profesora de Begoñazpi ikastola, uno de
los centros a los que pertenecen los cerca de 400 jóvenes que este jueves han
participado en el primer encuentro compartido entre alumnos y víctimas del
terrorismo, celebrado en el BEC de Barakaldo, y que da continuidad a las
experiencias individuales en las aulas.
Los
jóvenes han escuchado por primera vez los testimonios en primera persona de
Sara Buesa, hija de Fernando Buesa, vicelehendakari del Gobierno vasco
asesinado por ETA, junto a su escolta Jorge Díez Elorza, en el año 2000 y de
Joxemari Mitxelena, quien se vio obligado a renunciar a su cargo de concejal de
EA y a abandonar su pueblo, Oiartzun, debido a las amenazas y la persecución
sufrida. Este último ha narrado cómo sufría insultos y amenazas constantes en
su etapa política en el pueblo guipuzcoano, pero la gota que colmó el vaso fue
cuando llegó a su casa y encontró un gato negro colgado de la puerta. “En
Oiartzun ETA, antes de matar a nadie, siempre ponía un gato negro en la puerta
de casa. Toco madera, pero soy el único que vive al que le hayan puesto un gato
negro”, ha relatado visiblemente emocionado.
Durante
varios segundos se ha mantenido el silencio. Después los jóvenes se han fundido
en un emocionante aplauso, incluso aquellos que estaban más centrados en sus
teléfonos móviles que en el relato de Mitxelena se han unido. El relato ha
continuado contando que tras aquel suceso tuvo que marcharse del pueblo y
separarse de su mujer y su hija. “Fue muy duro, me tuve que marchar y me
dijeron que cuando pasara todo podría volver. Había que proteger la vida”, ha
afirmado.
El
relato de Mitxelena ha impactado a los jóvenes también por la enseñanza que ha
dejado en ellos. “Aquellos que estaba acostumbrado a que se cambiaran de acera
cuando me veían pasar un día no lo hicieron. Me dijeron que querían hablar
conmigo. Nos tomamos una cerveza y me preguntaron si podíamos poner el marcador
a cero. Olvidar no, pero había que mirar adelante, dando más valor a las cosas
que nos unen que a las que nos separan. Hoy es el día que sigo militando en el
mismo partido político que ahora está en coalición con los que antes me
amenazaban o justificaban las amenazas. Podemos estar muy enfrentados, podemos
odiarnos a muerte, pero si somos capaces de sentarnos y dejar los reproches a
un lado, daremos un buen ejemplo a las nuevas generaciones. Olvidar no se
olvida nunca, pero vamos por el buen camino, porque todo se puede hablando, sin
armas, sin amenazas. Este pueblo tiene futuro y merece la pena”, ha lanzado
ante una sala que ha estallado en aplausos tras sus palabras.
Las
palabras de Sara Buesa también han logrado emocionar al público joven. Sobre
todo en el momento en el que ha narrado las últimas palabras que le dijo su
padre al salir de casa y no volver nunca más. “Recuerdo perfectamente ese día
como si fuera ayer, lo puedo revivir. Estuvimos comiendo en casa, tomamos café
y mi aita salió con mi hermano de casa. Sus últimas palabras hacia mí fueron
'¿Hace frío?' y salió fumando un puro. Me quedé en casa con mi madre y escuché
una explosión fuerte. Cuando hablo de ello veo como flashes de aquel momento,
oigo los sonidos, siento las sensaciones. Una imagen que tengo grabada es la de
la vela que todavía estaba encendida y con la que aita se encendió el puro. En
aquel momento te sientes arrancada de la realidad, como si te hubieran
arrancado una parte del cuerpo. Los sentimientos de angustia, miedo y tristeza
te desbordan”, ha recordado.
Tras
lo ocurrido, Sara Buesa tiene en mente dos conversaciones: la primera, con su
hermano, que le dijo que “eso no había hecho más que empezar”, haciendo
referencia al duro proceso que les esperaba después del asesinato de su padre a
manos de ETA y otra de su madre, asegurando que a pesar de todo lo vivido, la
vida “es bonita y vale la pena”. Esa ha sido una de las lecciones de esperanza
que ha querido dar al alumnado vasco y que muchos de ellos se han llevado a
casa.
La
jornada bajo el título ‘30 años de la socialización del sufrimiento. Una
conversación entre víctimas y jóvenes’
ha sido organizada por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los
Derechos Humanos (Gogora). En ella, además de las víctimas, han participado
tres estudiantes de primero de Bachiller, Ander Benítez de San Pelayo
Ikastetxea de Ermua, Adrián Losada del Instituto Unamuno de Bilbao, y Ane
Marrín de Lauaxeta Ikastola de Amorebieta-Etxano, así como Itziar Aspuru, quien
ha explicado su trayectoria como activista por la paz en la asociación Gesto
por la Paz, además de la “normalización” de la violencia que vivía la sociedad,
que en muchos casos optaba por “mirar para otro lado” cuando los atentados o
las amenazas tenían lugar. El origen del evento ha sido explicar cómo ETA, hace
tres décadas, decidió ampliar sus miras y amenazar a concejales, periodistas,
empresarios o jueces y fiscales.
Ane,
Adrian y Ander han sido los tres alumnos que han estado sobre el escenario
junto a los protagonistas. Los tres han oído hablar del terrorismo en sus
casas, pero era la primera vez que escuchaban a víctimas. “Fue un sufrimiento
generalizado que nos recuerda que hay que mirar al pasado para evolucionar”, ha
reconocido Ane. Los jóvenes han hablado sobre la desinformación en las redes
sociales y que a día de hoy les llegan mensajes políticos a través de Tik Tok.
Ander, por su parte, dice que “intenta no hacerles caso”. “Cada uno tiene su
pensamiento, pero es un error basarte en las redes sociales porque hay mucha
desinformación”, ha admitido.
La
última pregunta ha corrido a cargo de Sara Buesa, que se ha dirigido a los tres
para preguntarles qué perciben a día de hoy sobre el terrorismo. “La herencia
de ETA sigue presente en el País Vasco, igual no desde aquella manera, pero
sigue habiendo pequeños detalles, como cuando sales y se sigue relacionando a
la gente de aquí con ETA”, ha detallado Adrián. A lo que Ane ha proseguido
argumentando que “se frivoliza lo relacionado con el terrorismo”. “Si dices que
eres de Euskadi te llaman etarra y lo dicen desde una manera fría sin pensar en
cómo lo pueden pasar esas familias o sin saber lo que hay detrás”, ha alertado
la joven
A
modo de conclusión los alumnos han descrito el encuentro como “impactante y
estremecedor”. “Hasta qué punto se puede deshumanizar a una persona
condenándole a acabar con su vida y condenando también a su familia a todo ese
sufrimiento”, ha señalado Ander, que ha destacado “lo que tuvieron que sufrir
las familias de los amenazados, algo que le da una dimensión mayor que la que
ya tienen de por sí los asesinatos de ETA”. Por último, Ane ha hablado sobre la
necesidad de “empatizar” con las víctimas de ETA. “Si yo hubiese estado en esa
época, me podría haber pasado a mí también perfectamente y es un golpe de
realidad también para nosotros”, ha concluido.
A
la salida, Alain y Lander, alumnos de primero de Bachillerato han valorado la
posibilidad de escuchar a “dos generaciones distintas hablar sobre algo que
involucra a toda la sociedad”. “Es un tema que nos involucra a todos. Ha sido
muy enriquecedor y necesario”, ha explicado Alain. Lander, por su parte, se ha
quedado con el hecho de que “se ha visto cómo hay gente que entiende el
conflicto de forma diferente”. “Se ha visto el aprendizaje que ha habido
durante los años de la sociedad vasca”, ha concluido.
Opinión:
Magnífica iniciativa la de hacer llegar a la juventud lo
que fue la banda terrorista ETA y cuales son los efectos que todavía perduran
en parte de la sociedad.
Aunque hay un detalle que todavía deberíamos estudiar: las
razones por las que se habla de los efectos de los atentados de ETA como si
hubieran sucedido solamente en Euskadi. Ninguno de los presentes en esa
conferencia ha tenido que vivir un coche bomba en u supermercado en el que podrían
estar comprando o trabajando personas de su propio entorno. Es entonces cuando muchos
se `plantean la cercanía del terrorismo en diferentes lugares.
Eso sí, debo felicitar a los organizadores porque han
traído a personas que pueden asegurar perfectamente cada uno de los comentarios
y experiencias personales que puedan explicar en público. Desgraciadamente, en algunos
lugares (Catalunya incluida) hay personajes que explican vivencias y
experiencias que no han vivido jamás, su prepotencia y ego personal no les
permite pensar que algún día alguien les hará una pregunta y les descubrirá.
Estoy seguro que llegará el día en el que se pueda hablar
de todo ello y avergonzar a esos impostores.
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