martes, 26 de octubre de 2021

26 octubre 2021 El País (opinión)

26 octubre 2021 


El fin de la violencia y los fines de la violencia

ETA sigue condicionando la política vasca. Fue derrotada, pero ha ganado la batalla del relato. Y buena parte de la izquierda española se lo ha comprado

Ricardo Dudda

“El País Vasco actual no es fruto de la libre determinación de sus ciudadanos en una competición equitativa e igualitaria de sus proyectos y deseos, sino en gran parte de una peculiar determinación menos-que-libre, una determinación siempre condicionada por el terrorismo”, escribe José María Ruiz Soroa en el prólogo de Nunca hubo dos bandos. Violencia política en el País Vasco 1975-2011.  ETA ya no mata, pero eso no debería ser suficiente. Para muchos observadores de la política vasca, la derrota de la banda terrorista hace diez años supuso el final del camino. Ya no matan, ¿qué más podemos pedir? Quienes esgrimen estos argumentos le exigen muy poco a la democracia.

Algunos exmiembros de la banda y expropagandistas del terrorismo, como Arnaldo Otegi, ejercen hoy la política legalmente. Es obvio que es un avance. Pero a un político en una democracia liberal se le debe exigir algo más que el no uso de la violencia para imponer sus ideas.

ETA sigue condicionando la política vasca. Fue derrotada, pero ha ganado la batalla del relato. Y buena parte de la izquierda española se lo ha comprado. Es un relato falso que sostiene que hubo un “conflicto” y “dos bandos”, que hubo sufrimientos simétricos y responsabilidades compartidas.

Para la izquierda abertzale y sus compañeros de viaje, quienes denuncian el rol político de Otegi o recuerdan su pasado criminal están movidos por el rencor. ¿Es que acaso preferís que sigan matando?, se dice. Es una instrumentalización nauseabunda y a veces sirve como blindaje argumental. Hay quienes incluso sugieren que hay sectores de la sociedad española que vivían mejor cuando existía ETA, porque así tenían un enemigo que explotar políticamente.

Pero el verdadero problema no es que haya exetarras fuera de la cárcel o que la izquierda abertzale sea legal, sino que la banda terrorista todavía goza de legitimación social. Ayer Sortu homenajeó en Twitter a un terrorista que falleció mientras manipulaba un explosivo. La condena que hace falta hoy ya no es la penal, es la del ostracismo.

“Sin personas como Otegi no habría paz”, declaró Pablo Iglesias en 2016. Tras las declaraciones de Otegi en el décimo aniversario del fin de la “actividad armada” (donde dijo que la violencia “no se debería haber prolongado tanto”, sugiriendo la tesis falsa de que ETA fue en sus inicios un movimiento antifranquista y no antiespañol), muchos han repetido esa idea. Es posible que sea cierto, que sin Otegi no habría paz. Pero quizá sin él se habrían producido menos asesinatos.

Los pasos de ETA siempre son lentos. Hace diez años anunció el cese de la violencia pero no se disolvió definitivamente hasta mayo de 2018.  Creer que el fin de la violencia supuso el fin de ETA y de sus ideas es pensar que la banda terrorista no era más que un movimiento nihilista y violento, que no tenía unos fines y una ideología muy claros. Y los tenía. Esos fines y esa ideología no desaparecieron con los terroristas, siguen presentes y son execrables incluso cuando se defienden sin violencia.

Opinión:

Sorprende la cantidad de personas que aparecen opinando ahora sobre la banda terrorista ETA y las declaraciones de la izquierda abertzale. Y me sorprende más todavía cuando, y lo digo con todo el respeto y total sinceridad, hay muchos de los que jamás había leído nada… aunque nunca pondré en duda sus conocimientos que puedan tener sobre el tema. Pero resulta que yo también tengo algunos porque 34 años dan para mucho y quiero dar mi opinión sobre algunos datos que el señor Dudda menciona.

Me duele que hable de “instrumentalización nauseabunda” cuando alguien dice que es preferible que ETA no siga matando. Pues sintiéndolo mucho, esa opinión, la de que es mucho mejor que ETA no siga matando, es la opinión de muchas víctimas de la banda terrorista ETA entre las cuales me incluyo. Algunas víctimas llevamos mas de media vida intentando ayudar a otras víctimas y hemos visto tanto dolor y tanto sufrimiento que siempre nos hemos puesto como objetivo que nadie más sufriera lo que hemos sufrido antes nosotros. Y si ello incluye decir que es preferible que ETA no siga matando, se dice… y no tiene porqué ser una opinión catalogada de “nauseabunda”.

Que ETA tardó ocho años en disolverse es lo más lógico del mundo cuando se habla de una banda terrorista… porque no podemos esperar que individuos que llevan décadas cometiendo atentados se transformen en personas normales de la noche a la mañana y, además, han tenido que hablar y consensuar entre los propios terroristas en prisión y fuera de ella. Señor Dudda, ¿recuerda la Vía Nanclares? Esos ocho años han servido para garantizar que no habría ninguna escisión, lo cual ha repercutido en que cualquier ciudadano en el País Vasco (y fuera del País Vasco también) sepa que cuando pase una ambulancia con la sirena puesta, podrá haber ocurrido cualquier desgracia pero no un atentado etarra.

Todas estas explicaciones que, desde el máximo respeto, aporto tras leer el artículo del señor Dudda podría habérselas explicado si hubiera consultado otras fuentes. Es más, las he dado desde hace muchos meses e incluso años… mas o menos desde que en junio de 2012 tuve el encuentro en la cárcel de Zaballa con uno de los autores del atentado en Hipercor, que me ofreció mucha información sobre las interioridades de la banda terrorista y la no vuelta atrás en la decisión del final de la lucha “armada”..

Y ya para terminar… al final del artículo se puede leer que “esos fines y esa ideología no desaparecieron con los terroristas, siguen presentes y son execrables incluso cuando se defienden sin violencia”. Señor Dudda ¿está usted seguro que los fines y las ideologías son execrables aunque se defiendan sin violencia? Seguro que el señor Dudda recuerda la tregua que la banda terrorista ETA le ofreció al Presidente José María Aznar en octubre de 1998… pocos días después, el 22 de noviembre para ser exactos, el Presidente del Gobierno dijo que “SIEMPRE ES MEJOR TOMAR POSESION DE UN ESCAÑO QUE DE UNA PISTOLA. AHORA LO QUE HAY QUE EVITAR ES QUE SE INTENTE COMPATIBILIZAR AMBAS COSAS”. Señor Dudda ¿qué opinión le merece esa declaración del entonces Presidente del Gobierno español? No le recuerdo diciendo nada entonces.

Saludos

Ah, se me olvidaba un detalle: lo de la batalla del relato… cualquier persona con suficiente inteligencia conoce perfectamente el relato. Y por mucho que nos esforcemos, siempre habrá gente en el otro lado que venderá su propia historia. Por mi parte, conozco el relato perfectamente y me presto a explicarlo allá donde haga falta, pero sin politización y sin hacer seguidismo de las ideologías de nadie. Por ello, prefiero centrar mis esfuerzos y mis fuerzas en seguir ayudando al mayor número de víctimas del terrorismo… y no solo del terrorismo etarra.

 

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