jueves, 15 de octubre de 2020

14 octubre 2020 La Razón

14 octubre 2020

 


El padre de un niño fallecido en el atentado del 17-A de Barcelona: “Solo quiero que su muerte sirva de algo”

Inicia una recogida de firmas para conseguir una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados

 

Son ya tres años luchando por saber qué pasó, qué es lo que falló para que el 17 de agosto de 2017 su hijo Xavier, de solo tres años, muriera atropellado en Las Ramblas de Barcelona víctima de un atentado terrorista, tres años reclamando una atención y apoyo por parte de las administraciones que por ahora aún no ha llegado.

«¿Por qué no quieren investigar sobre algo que nos afecta a todos? ¿Por qué no quieren hacer nada para que algo así no vuelva a pasar?», se pregunta Javier Martínez, quien desde aquel fatídico día en el que perdió a su hijo ha movido cielo y tierra para que el Congreso de los Diputados ponga en marcha una comisión de investigación acerca de los atentados de Barcelona y Cambrils.

«Nadie me va a devolver a mi hijo, pero si entendemos que pasó, qué falló, si conocemos cuál fue el error quizá podamos evitar que algo así vuelva a pasar: ¿Era realmente el imán de Ripoll un confidente de la policía o no? ¿Se les escapó de las manos?», insiste para a continuación asegurar que el único objetivo de su lucha es que se forme una comisión para que se «investigue para intentar que salga toda la verdad».

A su entender no es razonable que no exista una lista de imanes, a los que se debe controlar y vigilar, ni que no se comparta información entre los diferentes cuerpos policiales. «Si a los profesores se les pide sus credenciales, ¿por qué no se pueden pedir a los imanes? ¿Por qué los Mossos de Esquadra no tienen acceso a las bases de datos de la Interpol, por ejemplo», se cuestiona Javier Martínez, quien asegura que en su día ya le hizo esas mismas preguntas al ministro Marlaska y al conseller del interior.

El caso es que tres años después de los atentados, «seguimos igual que al principio», no hay comisión de investigación y el trato a las víctimas por parte de la administración continua siendo negligente. 

«Nadie se ha preocupado por nosotros. Mi hija estaba en la Rambla cuando pasó todo. Ella también resultó herida pero lo peor es que lo vio todo. Ahora tiene diez años y sufre insomnio, tiene miedo a salir a la calle, oye una sirena y se altera...Su trauma necesita tratamiento y ahora me han dicho que ya se han acabado los 3.500 euros que me da la administración para ayuda psicológica, pero dicen que no me preocupe porque una asociación, aún no sé cuál, me seguirá ayudando», explica Javier Martínez, quien también está siguiendo una terapia, al igual que sus padres, que están sumidos en una depresión y no salen de casa desde aquel 17 de agosto.

En este contexto, el pasado mes de agosto, que se cumplía el tercer aniversario de la muerte de su hijo, Javier Martínez decidió poner en marcha una campaña de recogida de firmas a través de change.org para impulsar esa comisión de investigación en el Congreso de la Diputados. 

«Mi única intención es poder ir allí solo a hacer una pregunta: ¿Por qué no hay una investigación política de lo que pasó?». «Creo que esta iniciativa es para todo el mundo. No es una petición para mí, porque a mí ya no me van a devolver a mi hijo, pero quiero que su muerte sirva de algo, para que no vuelva a pasar algo similar. Estoy defendiendo a todo el mundo», constata Martínez y se pregunta: «¿Están tapando algo?». 

La situación es ya desesperante para este padre que solo busca respuestas con la intención de evitar que en el futuro se puedan cometer los mismos errores que el 17 de agosto de 2017 permitieron que un joven yihadista acabara con la vida de su hijo. «Llevo tres años gritando y nadie me escucha, tres años intentado hablar con políticos y moviéndome para que se investigue, dejándome dinero de mi bolsillo», pero por ahora su entrega no ha obtenido resultados. Las administraciones y los políticos, tantos estatales como catalanes, no apoyan su lucha, pero tampoco las asociaciones de víctimas, que «no te ayudan porque están politizadas».

Ante este panorama, a Javier Martínez solo le queda recurrir a la ciudadanía para impulsar su causa. De hecho, ya tuvo que recurrir al crowdfunding para poder presentarse como acusación particular en el juicio que se celebrará el 11 de noviembre en relación únicamente a los hechos relacionados con la explosión de la casa de Alcanar, en el que se juzga a «los tres supervivientes de la célula vinculada a los atentados por colaborar con banda armada. no por homicidio o asesinato».

Javier Martínez no busca venganza, «ya que suficiente estarán sufriendo esos padres con un hijo muerto que además ha matado a gente», ni tampoco pretende cobrar una indemnización, solo necesita saber que al menos la muerte de su hijo servirá paraque no vuelva a repetirse algo como lo que sucedió el 17 de agosto de 2017 en Las Ramblas de Barcelona.

 

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