domingo, 10 de noviembre de 2013

10 noviembre 2013 (2) El Mundo del Siglo XXI (opinion)

10 noviembre 2013

 

Columna Crónica : Ganador

 

 

 

 

No hay una persona a la que Domingo Troitiño Arranz haya marcado tanto tiempo de su existencia como a Jessica López. Todos los que sobrevivieron a sus atentados dividen su vida entre el antes y el después de que Troitiño se cruzara en su camino menos ella, que ya nació víctima del conocido como carnicero de Hipercor. Y lo será el resto de su vida. Jessica era un feto en el vientre de su madre, una de las cajeras de la superficie comercial, Milagros Rodríguez, cuando Troitiño, Caride y Ernaga firmaron -19 de junio de 1987, Hipercor, Barcelona- el atentado mas sangriento de la historia de ETA: 21 muertos y 45 heridos. La cajera sobrevivió pero Jessica nació siete meses después sordomuda. El día antes de que a Troitiño le abrieran las puertas de la prisión coruñesa de Teixeiro, es decir el jueves, Jessica, de 25 años, recibía una comunicación del Ministerio del Interior informándole de la concesión de la incapacidad permanente parcial cuando ella considera que que su estado merece la total. Que alegórico que el asesino haya cumplido su pena y ella siga peleando parte de la indemnización. En su reclamación le acompaña Roberto Manrique, ex presidnete de la AVT en Cataluña y el verdadero carnicero de Hipercor. Quiere decirse que qra el empleado que atendía en la carnicería aquel día en que le explotó la bomba bajo los pies. Manrique vio entrar el Ford Sierra cargado de amonal en el parking del hipermercado aquella tarde, cuando se disponía a comenzar su turno. Se fijó por lo bajo que iba la carrocería dentro además de a dos ocupantes (a Troitiño y Caride, sabría después).

Domingo Troitiño Arranz, Txomín, es el cruel ganador esta semana porque fue condenado a 794 años como autor material de la matanza, ha cumplido 26 años: un año y tres meses por cada víctima mortal de Hipercor. Y hubieran sido 22 de no mediar la doctrina parot. “¿Que cómo me lo he tomado? Me ha dolido como a cualquier persona con sentido común, pero la ley es la que es”, dice Manrique. Desde que el viernes supo de la liberación inmediata de Troitiño, asegura que ha recibido unasa 25 llamadas de víctimas. Muchos “jodidos”, pero la mayoría con actitud de resignación. Relatan algunos de los que sobrevivieron cuanto duele psicológicamente el proceso de flashback, el viaje al pasado hasta el día de la bomba que se desencadena cada vez que una noticia sobreel atentado o sus protagonistas salta a los medios. Más si se trata de la excarcelación de sus verdugos. Jessica es la única que no tiene ningún recuerdo.

Opinión:

Excelente la columna escrita pr Ana María Ortiz, a quien conozco desde que en 2000 colaboramos en un reportaje sobre víctimas anónimas del terrorismo. El artículo muestra, una vez mas, la dificultad de “entender” las razones por las que un asesino condenado a centenares de años de prisión puede antes de los 30 y está claro que de ello solo tiene la culpa quien redactó y aprobó el Código Penal de 1973, por el cual se juzgó a los autores de los atentados que se perpetraron en Cataluña entre 1986 y 1987.
Dicho esto, tengo que reiterar mi reconocimiento y mi homenaje a tantas víctimas que han sabido llevar el duelo y la rabia con la máxima dignidad y que llegado al caso que ahora nos ocupa, pese al dolor que produce ver a los asesinos en la calle, acatan la legislación, entre otras cosas porque durante media vida unas pocas víctimas nos hemos dedicado a hacer la pedagogía correspondiente y a preparar a todo aquel que lo ha querido para un momento tan duro como el actual.
También aparecen personajes con mensajes aprendidos pero no meditados, como la vaca que se pasa el día rumiando sin saber que hierbas se traga. Esto es lo mismo en algunos caso: muchos de los que ahora se quejan de que los políticos tardaron mucho en cambiar las leyes son los mismos a los que nunca vi pasando frío en cualquier mesa para recabar firmas en 1994 y modificar el Código Penal en 1995. Es lo que tiene la hipocresía, la ignorancia y el aprovecharse del dolor ajeno.
Para acabar, Troitiño podrá considerarse “ganador” pero ETA está derrotada, sin haber conseguido nada de lo que se proponía “políticamente”...

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