jueves, 19 de agosto de 2021

17 agosto 2021 (16) elconfidencial.com

17 agosto 2021 

 


Poco antes de las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017 el terror cruzó Las Ramblas de Barcelona. Una furgoneta blanca recorrió 530 metros arrollando a quienes caminaban por la zona central del paseo. El atentado de Barcelona y el posterior ataque en Cambrils, reivindicados por el autodenominado Estado Islámico, se cobraron 16 vidas y dejaron 152 heridos. Cuatro años después del mayor zarpazo del Estado Islámico en territorio español, el riesgo terrorista sigue en nivel alto. Sepultada por los efectos de la pandemia y las derrotas territoriales de la organización, la amenaza yihadista no ha perdido, sin embargo, intensidad.

En lo que va de año, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han detenido a 27 presuntos yihadistas en 16 operaciones repartidas por la geografía nacional. “Se han focalizado en la comunidad autónoma de Cataluña, junto con Andalucía y Murcia”, detallan a El Independiente fuentes del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). El pasado año se cerró con 37 detenciones repartidas en 23 operaciones. “Sigue habiendo un número de detenciones importante. La amenaza sigue presente y, en absoluto, hay que dar por acabado el yihadismo por el hecho de que el califato territorial haya dejado de existir”, reconoce a este diario Moussa Bourekba, investigador del CIDOB (Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona).

Los arrestados a lo largo de este año están acusados de pertenencia a organización terrorista, financiación del terrorismo y delitos cometidos mediante el uso de internet como el enaltecimiento, el autoadoctrinamiento o el adoctrinamiento yihadista. “Hay actores que pueden ser inspirados virtualmente, que pueden actuar por cuenta propia y que pueden estar afiliados a organizaciones”, detalla Bourekba.

En los meses posteriores a los atentados en Cataluña, el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) lanzó amenazas de nuevos ataques en suelo español vinculándolos, como en el resto de Europa, a la participación de nuestro país en la coalición internacional que por aquel entonces bombardeaba los últimos enclaves del grupo en Siria e Irak. En marzo de 2019 la organización del fallecido Abu Bakú al Bagdadi perdió en Siria el último bastión de su autoproclamado califato. Sin control territorial, el grupo se ha reconciliado desde entonces con las tácticas de la insurgencia, aprovechando la fragilidad del Estado iraquí y la fragmentación de Siria.

“Que los gobiernos cruzados estén preparados para el incremento de las pérdidas de esta guerra, el derramamiento de sangre y la pérdida de dinero”, advirtió el grupo con especial énfasis en España a través de su semanario en árabe Al Naba tras sembrar el terror en el corazón de la ciudad condal. Los ataques terroristas de agosto de 2017 fueron perpetrados por integrantes de una misma célula. Primero, golpearon Las Ramblas de Barcelona a través de un atropellamiento masivo y, ya en la madrugada, continuaron en la localidad de Cambrils (Tarragona).

Aparte de este doble atentado, la otra única acción yihadista ocurrida en España en la última década sucedió en julio de 2018. Entonces el blanco fue la comisaría de los Mossos d’ Esquadra en el municipio barcelonés de Cornellá. La única víctima mortal fue el propio atacante. Desde entonces, subrayan fuentes del ministerio del Interior consultadas por este diario, no se ha producido ninguna acción de corte yihadista, ya sea a partir de células o de individuos inspirados en la propaganda yihadista, que sigue circulando por las redes. El riesgo de atentados terroristas, no obstante, sigue estando en nivel alto desde junio de 2015. La revisión semanal de la Mesa de Evaluación de la Amenaza no ha modificado la designación.

Arremetidas como las del que fuera portavoz del IS, Abu Mohamed al Adnani, continúan nutriendo a los lobos solitarios y a la red de partidarios de la organización. “Cualquier musulmán con capacidad de derramar una sola gota de sangre de los cruzados que lo haga, ya sea con un artefacto explosivo, una bala, un cuchillo, un coche, una piedra e incluso una bota o un puño”, instó el vocero, liquidado en agosto de 2016 en un bombardeo en los alrededores de la ciudad siria de Alepo.

Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado

A pesar de que no ha habido acciones violentas yihadistas, nuestro país sigue en el ideario de las organizaciones terroristas Daesh (acrónimo en árabe del Estado islámico) y Al Qaeda como objetivo.

 

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